La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) inició este mediodía un paro total de la línea B de subtes, en repudio a una agresión que habría sufrido un trabajador en el taller Rancagua por parte de su supervisor. Según informaron, a las 16 se retomará el servicio.
Los metrodelegados aseguraron en un comunicado difundido en redes sociales que la “medida de autodefensa” fue resuelta por un episodio de violencia en el taller ubicado debajo del parque Los Andes, en el barrio porteño de Chacarita. “La agresión se enmarca en medio de la crisis que hay en el taller por la presencia de asbesto, que impide a los trabajadores realizar tareas sobre determinadas piezas y determinados trenes, dada la prohibición que existe en nuestro país desde el año 2001 de trabajar en contacto con ese material cancerígeno. A pesar de las leyes vigentes, la empresa ejerce todo tipo de presiones sobre los trabajadores del sector para que lleven a cabo tareas sin que estén dadas las condiciones para ser realizadas”, alertaron desde el gremio.
Claudio Dellacarbonara, delegado de AGTSyP, dialogó con Télam y ratificó que la paralización de la línea que une las estaciones de Leandro N. Alem y Juan Manuel de Rosas aún no tiene horario de finalización. “Se podría extender durante todo el día y ver cómo seguimos mañana. Es lo que estamos discutiendo en una asamblea”, señaló.
En 2018 la AGTSyP denunció la presencia de asbesto en trenes e instalaciones de la red de subterráneos y aseguró que desde entonces “67 trabajadores han sido afectados y tres compañeros han fallecido”. En ese sentido, se afirmó que “esta verdadera crisis sanitaria por la presencia de material cancerígeno en la red de subterráneos necesita una solución urgente y esta no puede ser la persecución y las agresiones contra los trabajadores que exigimos una respuesta”.
“Ya tenemos un saldo de varios compañeros fallecidos por cáncer provocado por asbesto, además de decenas de compañeros con sus pulmones afectados por este mineral prohibido desde principios de siglo y que sin embargo no se ha retirado de la red. Exigimos una respuesta inmediata a nuestro reclamo y responsabilizamos a Emova y a Sbase (Subterráneos de Buenos Aires) de esta situación”, concluye el comunicado del sindicato.
Por su parte Emova, la empresa concesionaria de la red de subtes porteños, emitió un comunicado en respuesta a la medida de fuerza decretada por los metrodelegados. Si bien rechazan y repudian cualquier tipo de violencia, las autoridades expresaron su molestia por el paro de la línea B al considerar que “no existe razón para que estas situaciones acaecidas en el ámbito laboral afecten el servicio de subte, y en consecuencia a los usuarios”. Asimismo, comunicaron que se abrió una investigación interna para determinar en qué circunstancias ocurrió el “confuso episodio” entre un supervisor y un delegado gremial.
La protesta sorprendió a los miles de pasajeros que utilizan habitualmente ese medio de transporte público, y provocó una lógica indignación. “Me tendré que tomar un colectivo. Estoy de turista, así que me da lo mismo. Estoy acostumbrado, viví 30 años acá. En Argentina no es novedad”, dijo un hombre en diálogo con A24, tras toparse con el acceso cerrado a la estación Chacarita.
En tanto, una joven que se dirigía al colegio se mostró resignada debido a que tenía que encontrar otra alternativa para llegar a destino. “No sabía del paro. Tengo que ir al colegio y no sé cuál -colectivo- tomarme”, lamentó en declaraciones al citado medio.
Pasadas las 15, los metrodelegados anunciaron que decidieron “suspender la paralización de la línea y retomar el servicio desde las 16 hs. Exigiamos una cita urgente a la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad para solicitar, una vez más, respuesta a nuestras exigencias y hemos conseguido el primer objetivo. En esta audiencia exigiremos respuesta a nuestros reclamos y de no obtener respuestas positivas retomaremos las medidas votadas en nuevas asambleas”.
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