La deportista argentina Cecilia Baccigalupo, tricampeona mundial de Pádel, en pleno apogeo de ese deporte, hace 20 años que dirige una fundación que cambió su vida. Su destacada labor, dedicada a la inclusión de personas con discapacidad mental a través del deporte, fue recientemente distinguida como Personalidad destacada del ámbito del deporte por la Legislatura porteña.
Sus ganas de contribuir en el ámbito del deporte y la discapacidad empezaron de manera temprana. No obstante, un abrazo fue decisivo para continuar por ese rumbo. “Yo estaba estudiando en el año 83 en el profesorado de Educación física, y había una materia que era educación física especial, que era optativa. Y yo la elegí. El profesor que la dictaba, Pocho Ramírez, era una eminencia en esa especialidad. A partir de ahí, fui a una carrera donde fui abrazadora de alumnos con síndrome de Down. Tenía que mirar a los chicos a los ojos y hablar cuando llegaban, motivarlos en la meta y abrazarlos”, recuerda. Y sintió que era una forma de devolverle al deporte todo lo que ella había recibido”, explica. En esa época, cuenta que estaba jugando al pádel, arrancó con una escuela dedicada a esa disciplina y después creó la fundación que no deja de crecer y sumar más deportes para que cada vez más alumnos se puedan beneficiar.
Al principio, durante los primero 10 años de la fundación, la deportista le dedicó todo su tiempo, por completo. Ahora suma algunas actividades personales de pádel porque el deporte volvió con toda la fuerza a esta altura de su vida. A sus 60, después de 30 años y no lo puede creer. “Volvió con todo y estoy en mi auge nuevamente”. Está dando clínicas, clases, exhibiciones. Representó a la Argentina en el mundial de veteranas en Las Vegas. Sus actividades incluyen viajes al exterior y en España, por ejemplo, está creando su Fundación.
A lo largo de este tiempo siente que la Fundación que lleva su apellido le dio y le sigue dando mucho, sobre todo seguir compartiendo esos abrazos de la primera vez cada vez que da una clase. “Los chicos irradian una energía especial y te vuelven a enseñar dónde están los verdaderos valores del deporte a través de su disfrute, del compañerismo y de la superación”.
Cecilia, que vive en capital, en el barrio de Belgrano, y continúa tan activa como siempre. Además del pádel, practica esquí, fútbol, anda en bici y le gusta nadar. Está muy feliz de poder repartir su tiempo entre la fundación y el deporte. “Qué más le puedo pedir a la vida. El deporte siempre me abrió puertas y me dio muchas oportunidades y me la sigue dando. Ya cumplimos 20 años con la fundación, con su gran familia y todo el gran equipo. También está a esta altura de mi vida disfrutando del pádel como hace 30 años atrás en el primer mundial que gané en el 92 en Sevilla”, asegura.
Con las familias de los chicos de la Fundación lleva mucho tiempo compartiendo momento únicos. “De hecho, hubo una alumna que estuvo presente en la Legislatura, Belén, que empezó con ella en la Escuela de Iniciación y hoy ya se recibió en un curso de Asistente deportivo desarrollado junto con la UCA, que la prepara para trabajar en un club ayudando a un profesor de tenis”, explica. Cuando Cecilia comenzó con esta tarea, dice que no había muchas oportunidades para los chicos. “A lo largo de los años fui viendo el crecimiento y la evolución en toda la sociedad con la discapacidad y la inclusión que fue mejorando. Hoy hay un montón de oportunidades, así que eso es buenísimo”, expresa. Organizan viajes y giras con los alumnos de la Fundación, que no solo gira en torno al deporte. Según la deportista, los ayuda a crecer un montón, a conocer nuevos lugares y nuevos amigos en el interior del país.
Cecilia organiza torneos nacionales con todos los alumnos de todo el país y hace giras también por el país con más de 700 alumnos que hay en la sedes de Córdoba, Salta, Mar de Plata, Bahía Blanca, Buenos Aires. Y en los diferentes deportes. Empezaron con pádel y después sumaron tenis, fútbol, hockey, básquet, running e iniciación deportiva para los más chiquititos.
Los padrinos de su fundación son un capítulo aparte, todos campeones: Messi, Gabriela Sabatini, Manu Ginobili, Las Leonas, quienes donaron botines, camisetas y más elementos para subastar y apoyar a esta noble iniciativa. Recuerda con emoción todavía el día que fue con sus chicos a ver a Messi en el Barça. “Compartimos una tarde. Lo maravilloso fue cuando uno de los alumnos quiso jugar penales en el Camp Nou y él hizo prender las luces. Y jugó con los chicos, le regaló sus botines. Y contamos con el honor que fuera padrino de la Fundación. Lo de Manu fue lindísimo porque pudo visitarnos en la escuela de la fundación, jugó con los chicos y le dio unos buenos tips. Gabi Sabatini es la madrina de la escuela de Mar del Plata, que nos visitó para la inauguración y cuando cumplimos 10 años allí. Las Leonas siempre participaron de la escuela de hockey”, relata.
Los alumnos que asisten no pagan. Solo hay un bono contribución para quienes pueden, que es simbólico (1000 pesos). Un 80 por ciento no paga y en las provincias no existe ese bono contribución, explica la tricampeona de pádel. A nivel económico, la acompaña el Estado, empresas y donantes particulares que son los que más contribuyen (débito automático). Más información para colaborar disponible en su Web: https://fundacionbaccigalupo.org y su cuenta de Instagram es @Fundación Baccigalupo.
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