Un trabajador de la planta nuclear Atucha I, ubicada en Zárate, en la provincia de Buenos Aires, murió este jueves a causa de graves quemaduras que le provocó una descarga eléctrica ocurrida dentro de las instalaciones. A raíz del trágico hecho, los distintos gremios convocaron a un paro de actividades por tiempo indeterminado y se advirtió sobre la necesidad de contar con mejores condiciones de seguridad, debido a que consideran que el hecho se pudo haber evitado.
Según indicaron fuentes oficiales de Nucleoeléctrica Argentina, la víctima fue identificada como Juan Salazar, de 37 años y oriundo de la ciudad de San Nicolás, quien trabajaba en la central nuclear desde hacía sólo seis meses. Murió a causa de un choque eléctrica que le provocó quemaduras en el 90% del cuerpo. Si bien fue trasladado de emergencia al Hospital Virgen del Carmen de Zárate, donde fue internado en terapia intensiva y recibió atención médica, a las pocas horas falleció debido al delicado cuadro de salud en el que se encontraba.
“No se registraron explosiones ni riesgos radiológicos de ningún tipo. Las causas del mismo están aún bajo investigación”, reza el comunicado. En ese sentido, desde la empresa señalaron que el accidente fatal se produjo mientras Salazar realizaba tareas de mantenimiento programadas en la zona convencional, fuera del área radiológicamente controlada. “Con profundo pesar, desde Nucleoeléctrica Argentina extendemos nuestras más profundas condolencias a su familia y acompañamos a sus compañeros y amigos en este difícil momento”, agregó.
Por su parte, el secretario general de la seccional ATE Zárate, Fernando Pérez, detalló que al joven le tocó trabajar en las celdas de media tensión “y hubo una serie de errores humanos” vinculados al sistema de seguridad. Como consecuencia de ello se produjo la explosión que provocó la mencionada muerte y tres heridos.
Al respecto, el dirigente detalló que el operario ingresó a una celda que no tendría que haber estado abierta “y menos manipulada”. Sin embargo, al entrar intentó aspirar el polvillo “para después entrar a hacer ajustes de mantenimiento preventivo, pero cuando arrimó la aspiradora, saltó el arco, se ionizó y se produjo una explosión que le incendió todo el cuerpo”, reveló al sitio Canal Abierto.
Junto a Salazar también se encontraban otras tres personas que sufrieron quemaduras leves. Todos los heridos fueron trasladados de inmediato pero el operario resultó con heridas de mayor gravedad y luego de permanecer algunas horas internado, falleció en el hospital zonal. En cuanto al resto de los trabajadores, se informó que se encuentran bajo tratamiento psicológico.
A partir del hecho ocurrido la planta nuclear decretó asueto para avanzar con la investigación, pero ATE, Luz y Fuerza Paraná, Uocra, y la Asociación de Profesionales Universitarios del Agua y la Energía Eléctrica (Apuaye) convocaron a un paro en reclamo por mayores medidas de seguridad.
Orestes Galeano, dirigente de ATE, cuestionó que un sistema de seguridad que no prevé posibles errores humanos, no resulta “sustentable ni seguro”. Por eso, remarcó la necesidad de revisar de manera periódica el funcionamiento general “con participación de los trabajadores y, enfrente, tenemos a aquellos profesionales que siguen haciendo higiene y seguridad como en la época de la revolución industrial”.
A su vez, los distintos sindicatos ubicaron entre sus reclamos luego del hecho la exigencia de incrementar los controles dado que no sería la primera vez que se registra un accidente “tan aberrante y que no debiera suceder bajo ningún punto de vista en la Industria Nuclear”, expresaron.
Desde el sindicato de Luz y Fuerza se aclaró por medio de un comunicado que si bien iniciaron un paro de actividades por tiempo indeterminado a partir de la muerte del operario, se garantizó la realización de tareas en aquellas zonas donde “redunden en la Seguridad de la Planta en general conservando la integridad de las personas dentro y fuera del sitio”.
El operario fallecido estaba trabajando en planta permanente desde hace seis meses y era padre de dos hijos. El joven oriundo de San Nicolás, Buenos Aires, permaneció internado en el Hospital Zonal Virgen de Carmen de Zárate y debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladado a un centro de mayor complejidad en la Ciudad de Buenos Aires, donde finalmente falleció.
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