Nuevamente, operarios de una empresa de mantenimiento que estaban realizando trabajos en la vía pública rompieron accidentalmente dos caños de gas y provocaron un escape que, en esta ocasión, generó un principio de incendio e hirió a uno de ellos, que sufrió quemaduras en ambas manos.
Todo ocurrió este martes por la tarde en la intersección de las calles José León Cabezón y Cuenca, en el barrio de Villa Pueyrredón, hasta donde se trasladaron agentes de la Policía de la Ciudad y de Bomberos, que evacuaron las casas afectadas y combatieron las llamas.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes de la mencionada fuerza de seguridad, el hecho se produjo cuando los empleados de una compañía tercerizada de Edenor estaban soldando unos caños que contenían cables de electricidad y, sin querer, dañaron dos conductos de la red de gas.
Como consecuencia de esto, se inició una fuga de esta sustancia altamente inflamable y a los pocos segundos apareció una densa columna de fuego, que hirió a uno de los hombres que estaba trabajando en el lugar.
El operario, que sufrió quemaduras de segundo grado en las dos manos, fue asistido por personal del SAME, que llegó unos minutos más tarde, igual que personal de la empresa Metrogas, que procedió a cerrar del suministro en la zona para evitar que la situación se agrave.
Por su parte, los agentes de la Comisaría Vecinal 12 B de la Policía de la Ciudad cortaron el tránsito en los alrededores, mientras los bomberos comenzaron con el procedimiento para sofocar el incendio, que cerca de las 18 ya estaba controlado.
Además del empleado lesionado, dos viviendas de la cuadra fueron evacuadas por prevención, una de las cuales además sufrió daños estructurales en su fachada producto del fuego que, como se puede observar en un video del operativo de seguridad, había invadido el frente y uno de los pasillos de la propiedad.
En las imágenes se ve una bola de fuego saliendo por la entrada del domicilio, por lo que los bomberos tiraron agua contra el frente de la propiedad hasta que las llamas desaparecieron por completo, dejando solamente una columna de humo que se fue disipando con el correr de los minutos.
Hace tan solo unas semanas, una casa explotó en la localidad bonaerense de San Miguel luego de que, durante la realización de obras de saneamiento en la vía pública, los empleados de una empresa tercerizada también pincharan accidentalmente un caño de gas.
El accidente en esa oportunidad sucedió en la esquina de las calles Urquiza y Belgrano, donde una tuneladora perforó la red de gas, que comenzó a filtrarse por la cloaca y a invadir varios de los domicilios ubicados en esa cuadra.
A los pocos minutos llegaron a la escena miembros de Defensa Civil, quienes constataron la pérdida de gas y empezaron a evacuar todas las viviendas que podrían estar afectadas. Sin embargo, fue en ese preciso momento que explotó una de las casas.
Unos días después ocurrió algo similar en el barrio porteño de Recoleta: sobre la avenida Libertador, a la altura de su intersección con Callao, una retroexcavadora perteneciente a una empresa ajena a Metrogas, la compañía que opera en la región, perforó un caño de baja presión de distribución domiciliaria y generó peligro en los alrededores.
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