Las pequeñas bolitas oscuras se multiplican entre las aulas y pasillos. No deberían estar ahí. Desde hace dos semanas, los restos de materia fecal forman parte de un mismo ecosistema al que asisten cientos de niños y niñas. Fue progresivo. La mugre de las ratas se esparció más allá de los recovecos, paredes y rincones donde los roedores habitan. Ahora, los rastros aparecieron sobre los cuadernos, lápices y dibujos de las aulas, el material que todos los días manipulan chicos y docentes.
La alarma se disparó hace cuatro semanas en la tradicional escuela pública N°4 Álvarez Thomas del barrio porteño de Agronomía, en la que concurren unos 900 alumnos entre jardín y primaria. La plaga se detectó en la última semana de agosto y se extendió hasta la escuela “Grecia” N°3, que está en la calle Condarco y comparte la misma manzana de “El Alva”. El viernes 26 se suspendieron las clases presenciales y se dictó una modalidad virtual para realizar el operativo de “desratización”. Colocaron cebos y trampas, pero el problema sigue. Hace días, una rata volvió a asomar en uno de los baños de la escuela N°4, mientras las bolitas se siguen reproduciendo en lugares cada vez más insólitos.
“Esta situación que viven las escuelas N°3 y N°4 es compartida por muchas otras de la Ciudad. Siempre que se detecta la presencia de ratas, las conducciones elevan las alertas y sus avisos pertinentes. El problema es que no siempre hay respuestas inmediatas o son parciales, lo que luego incrementa el riesgo”, consideró Pablo Francisco, secretario de Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (CyMAT) de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE).
La comunidad educativa se divide entre el asombro y la naturalización por una falta de higiene que conlleva riesgos sanitarios. Todas las autoridades están alertadas: los directores de la escuela, la supervisión del Distrito Escolar N°16 y el Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña. Las familias siguen de cerca la evolución de los acontecimientos. En “el Alva” hubo hasta una protesta de padres y madres frente al colegio. Pero la solución no aparece, mientras continúa el normal desarrollo de las clases.
Yamila Mathon, madre de Julia, una alumna que va al tercer grado de primaria en el Álvarez Thomas, denuncia desde hace varios días la presencia de las ratas. “El director de la escuela nos mandó un mail a las familias diciendo que durante el horario diurno iban a haber ratas en los patios por (el accionar) de los cebos y que, por eso, las ratas andaban ‘bobas’”, contó en una entrevista en Radio 10. La mujer indicó en ese reportaje que hubo casos de niños con descomposición, vómitos y fiebre.
“Venimos acompañando a los directores y la supervisión. Estuvo la presencia del área de comedores escolares y de control de plagas. Se hicieron todos los pedidos al Gobierno de la Ciudad, incluso a Espacio Público, porque cuando aparecen roedores a veces se necesita la desinfección del radio de la escuela. Esto todavía no se ha realizado. Se necesita una solución integral”, dijo Daniel Arroyo, referente de UTE del distrito escolar N° 16.
Según los maestros del colegio N°4, el origen del nido se ubicaría entre las cloacas de la pileta. Hay antecedentes desde abril pasado por la presencia de roedores, deslizaron en una comunicación las autoridades escolares. Desde allí, los animales llegan hacia el ala lindera de la escuela “Grecia”, donde la plaga se agravó con una mayor presencia de desperdicios. Este martes aparecieron heces debajo de los pupitres y sobre los cuadernillos didácticos, material de estudio y los útiles que quedan guardados en las aulas. En “el Alva”, la situación tampoco está normalizada.
“Estamos exigiendo una solución inmediata, una desratización a fondo y la presencia de cuadrillas que hagan la limpieza al interior del edificio. Son algunas de las dinámicas que exigimos para que se solucionen estos problemas, junto a la reparación edilicia que tiene que ver con tapar los huecos de zocalos, pisos, techos y controlar todas las aperturas al exterior que implique el cierre de puertas y ventanas”, agregó Francisco.
Desde el ministerio de Educación porteño informaron que la Dirección General de Mantenimiento Escolar continúa realizando el proceso de desratización colocando cebos en distintas áreas de la escuela ubicada en Terrada 3983. En el marco de ese trabajo, se avanzó con el sellado de huecos y se colocó el sábado 3 de septiembre más de 30 cajas cebadoras. “Estas acciones se deben complementar con el orden y la limpieza en profundidad de la escuela”, indicaron a este medio, y consideraron que se desplegó un refuerzo con nueve operarios de limpieza.
En lo que respecta al comedor de “El Alva”, el 30 de agosto se efectuó una inspección del establecimiento donde se sugirió la eliminación de todo material en desuso y el refuerzo de la higiene a cargo de la cooperadora. También se avanzó con tareas de desratización en la vía pública al día siguiente, por parte del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, indicaron fuentes oficiales.
Desde que se detectó la plaga, los distintos actores de la comunidad educativa reconocen que hubo tareas de desinfección y limpieza en ambos establecimientos. Las autoridades escolares creen que la mayor cantidad de restos se producen por los efectos del veneno. Sin embargo, los esfuerzos no alcanzaron para que la higiene y la erradicación de los roedores sea completa. Según el reglamento escolar, cuando no existen condiciones sanitarias adecuadas, las escuelas tienen que cerrar para garantizar los mínimos requisitos de salubridad.
“El reglamento prevé que si no hay condiciones sanitarias adecuadas se tienen que suspender las clases. Pero muchas veces hay presiones sobre las conducciones para que no suspendan”, concluyó el titular de CyMAT.
SEGUIR LEYENDO: