El Club El Rayo, del partido bonaerense de Merlo, está de luto. Este sábado por la tarde, la institución se convirtió en el escenario de un trágico hecho que terminó con la muerte de un nene de 11 años.
Thiago Flores, uno de los jugadores del club, sufrió un golpe mortal en su cabeza cuando uno de los arcos de fútbol se le vino encima. “Estaba jugando con sus primitos, se colgó del travesaño, empezó a balancearse y al tercer balanceo se le cayó encima y lo golpeó en la cabeza”, relató a Infobae Darío, uno de los padres que integran la Subcomisión de Fútbol.
Por la tormenta desatada durante la madrugada del sábado, la fecha de la Liga Municipal de fútbol de Merlo que debía jugarse ese día quedó suspendida. Sin embargo, el alquiler de las canchas no sufrió modificaciones y así fue como la víctima se hizo presente en el lugar junto a sus tíos y sus primos.
“El club tiene dos canchas, una chica y una grande. Los tíos, junto a sus amigos, habían alquilado la más grande para jugar entre ellos. Además de llevar a sus hijos también llevaron a Thiago ya que sus papás tuvieron que hacer una diligencia esa tarde y lo dejaron al cuidado de ellos”, recordó Darío.
Como la cancha más chica estaba vacía, poco les importó a los menores que no estuvieran encendidas las luces y se metieron igual a patear la pelota. Eran las 19 y ya había oscurecido. Thiago se había puesto a defender el arco, sin imaginar que esa decisión terminaría siendo fatal.
Nadie pudo advertirle que no era correcto balancearse con la intensidad que lo que estaba haciendo ya que todos sus primos eran más chicos que él. Lo único que atinaron a hacer una vez que ocurrió la desgracia fue salir corriendo de la cancha para dar aviso a los adultos.
Al advertir que Thiago prácticamente estaba inconsciente, lo primero que hicieron sus tíos fue llamar a la ambulancia pero después cambiaron rápidamente de opinión. “No quisieron esperar demasiado por el cuadro de urgencia que presentaba el nene, así que lo cargaron en el auto y lo llevaron al Hospital Malvinas Argentinas”, contó Darío.
Y agregó: “En ese momento 5 minutos te parecen una eternidad. Así que ni lo dudaron y lo llevaron ellos ya que el hospital está a 15 cuadras del club”. A pesar de la rapidez con que se movieron, el nene llegó sin vida.
Darío todavía está en shock y no puede entender cómo fue que sucedió algo así. “Los arcos se revisan todas las jornadas. Están bien soldados y agarrados al piso. Siempre nos fijamos antes de los partidos. También el árbitro que va y revisa que esté todo en condiciones, incluso las redes. No sabemos cómo haber ocurrido esta desgracia”, se lamentó.
Thiago jugaba en el club desde los 5 años y era compañero de equipo del hijo de Darío. Tenía dos hermanas: una más grande y otra más chica, de apenas un año y medio. Entrenaba dos veces por semana y no se perdía ningún partido. “Sus padres son re futboleros y lo acompañaban todo el tiempo, tanto a los entrenamientos como a los partidos”, remarcó el hombre, quien se puso al frente de una colecta para ayudar a la familia.
“Queridas familias, como todos ya saben, en estos momentos solo nos queda acompañar a la familia de Thiago. Recurrimos a la solidaridad de todos para llevar a cabo una colecta y poder ayudarlos a atravesar este duro momento. Por mínima que sea, toda colaboración será bienvenida. Los datos a continuación son de mi cuenta de Mercado Pago”, escribió Darío en el muro de Facebook del club y las donaciones no tardaron en llegar.
Gracias a la colaboración de las familias, los padres de Thiago ya recibieron una primera transferencia de $51 mil pesos. “Es el día de hoy que me siguen llegando notificaciones. Volvimos a juntar más dinero y ya llegamos a los $70 mil”, se enorgulleció Darío, quien junto al resto de la Subcomisión se pusieron a disposición “desde el minuto uno” porque saben que “trabajan por su cuenta” y que necesitan el dinero.
El caso es investigado por la Fiscalía Número 2 de Morón, que dispuso abrir una investigación para determinar si hubo negligencia o fue responsabilidad de las autoridades de la entidad.
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