Claudio Rey denota felicidad del otro lado del teléfono. Cuenta que en la noche del viernes 19 de agosto, la película que produjo y dirigió se convirtió en la ganadora del Festival Internacional de Cine y Música de México. La particularidad que tiene es que es la primera y única filmada en todo el mundo que es íntegramente protagonizada por personas con distintas discapacidades.
“No son actores, o no lo eran. Yo les enseñé a actuar sacando lo mejor de cada uno y realzando sus propios potenciales”, dice el además papá de Gustavo, de 35 años, con síndrome de Down y uno de los protagonistas de Se puede (la película especial).
La ahora “Mejor película” del certamen mexicano es una sátira de casi 24 minutos que revive el cine de principios del 1900: en blanco y negro, imagen envejecida, en cámara semi rápida y mudo. Para su realización no hubo un guion previo sino personas con ganas de hacer algo nuevo y que aceptaron el desafío de actuar el personaje y la historia creada especialmente para ellas. Pese a que fue filmada entre 2016 y 2019, el proyecto nació en Rey cuando Gustavo comenzó la escuela y con esa etapa la lamentable discriminación.
“El titulo no se refiere al slogan político sino a que las personas con cualquier discapacidad puede hacer lo que se proponga al punto de sorprenderte y mucho; personas especiales no por tener una discapacidad sino porque son seres maravillosamente especiales”, describió el también cantante al tiempo que lamentó no haber podido viajar para recibir el galardón y ni siquiera haberlo podido seguir online “porque lo iba a trasmitir un canal en YouTube, pero no lo hizo”.
Fue la actriz venezolana Irene Arcila la que subió al escenario a recibir el premio que fue entregado por el reconocido director Moisés Ponce Carbajal.
El costo de los pasajes le impidió viajar a Rey. Hasta último momento se ilusionó con recibir apoyo para poder cumplir ese sueño al lado de su hijo y uno de los protagonistas de la peculiar historia. “El desinterés fue total”, lamentó.
“Carlos Mateus, que es el director del Festival y el organizador, un argentino oriundo de La Plata que hace 10 años que vive en Méxco, había hablado con la Cancillería Argentina para que me otorgaran dos pasajes y dos días de estadía, a través del pasaje diplomático, supongo, para viajar con mi hijo a recibir el premio, pero no pasó. Es más, habían invitado al canciller para que esté en primera fila, porque la primera película del mundo con estas características es argentina, pero tampoco fue porque tenía otro compromiso, y no tuvo el detalle de mandar alguien en representación de la Cancillería cuando se trataba de un premio argentino, porque la película representó al país”, dice.
Tampoco tuvo la posibilidad de ver el momento desde su casa, en Villa Luro. “El Festival comenzó cerca del mediodía y la conferencia de prensa fue trasmitida en vivo por un canal de Ecatepec de Morelos, el municipio donde se realizó, pero no lo cubrieron completo, nuestro premio fue de noche, y no sé si alguien lo grabó, así que todavía no lo vi”, cuenta apenado.
Del Festival también fueron parte films de Chile, Venezuela, Estados Unidos, Inglaterra, España, Canadá, Perú, Estados Unidos, entre otras naciones que presentaron sus producciones audiovisuales.
La historia detrás de la película
Rey produce y realiza contenido para su canal de YouTube, Integrándonos TV, donde aborda temas de discapacidades, que trata desde hace unos 30 años cuando, como papá de un nene con síndrome de Down, notó con dolor la discriminación social en torno a su hijo apenas comenzó la vida escolar. No temió y decidió hablar sobre la discapacidad y a explorar las capacidades de cada una de las personas con discapacidad a las que se acercaba en talleres de día.
“Cuando busqué apoyo para dar a conocer la causa de la discapacidad, lo encontré en China Zorrilla, con quien logramos, por ejemplo, que se hiciera la primera rampa en el ingreso a Casa de Gobierno, no recuerdo el año... Hasta ese momento, una persona en silla de ruedas no podía llegar hasta la mesa de entrada para dejar un papel”, recordó hace unos meses al dar a conocer a este medio la posibilidad de que su excepcional film pueda recibir un premio internacional.
Lo que siguió a ese proyecto, contó entonces, fue la idea del programa en canales barriales que lo contactaran con las distintas ONG y personas relacionadas con la discapacidad. Siguieron algunos programas de radio y luego inició el proyecto aún vigente en su canal de Youtube.
Ya inserto en la difusión del tema que lleva como bandera, Rey volvió a una vieja idea: hacer una película con personas que tengan discapacidades, no actores que los recreen y que no sean algunos pocos sino la totalidad del elenco en una película única.
“En el mundo hay muchas películas que incluyen a un actor con discapacidad, pero no que toda la película esté realizada por actores con discapacidades. Yo quería demostrar que sí podía existir, así que le conté a mi hijo, que tiene un síndrome de Down muy cerrado, y algunos de sus amigos”, recuerda.
Aunque la idea original era grabar 80 minutos, no pudo hacer más de 23′55′' “porque no me alcanzaba la plata y el INCAA no me ayudó en nada”, recuerda ofuscado. “Y eso que pedí ayuda muchas veces hace unos cinco o seis años. Incluso, me mandaron a ver a quince productoras cinematográficas, con el guion bajo el brazo y las quince me rebotaron, entre ellos estaba el actual presidente de la entidad, Nicolás Batlle”, agrega.
Al no contar con el apoyo buscado, fue por la solidaridad. “Todas las locaciones son prestadas. El Bauen me prestó las instalaciones y el ascensor; la esquina Aníbal Troilo, en Paraná y Paraguay, me prestó el bar para hacer el primer sketch de la servida de café donde se vuelca y le mancha la ropa, por ejemplo”.
Haber vencido tantos obstáculos le dan al éxito un sabor más dulce y disfrutado. “¡Estoy orgulloso como no te podés imaginar! Con el corazón en la mano, te digo que a mí solo me interesaba lograr algo con esta película para que el mundo viera lo que una persona con discapacidad puede hacer. Esto va más allá de lo económico, como padre tengo 35 años de experiencia con mi hijo al lado mío, nosotros vivimos los dos solos, somos él y yo; su mamá falleció hace 15 años y yo aprendí muchísimo de la discapacidad”, dice y al borde de las lágrimas.
Repuesto de la emoción, dice tajante que “la discapacidad no es negocio, entonces la gente que puede apoyar, no nos da bolilla; no ayuda porque no le pueden sacar ningún provecho” y cuenta: “La llegué a ofrecer, incluso gratuitamente, para pasarla en universidad, colegios, en ministerios, lugares donde pueda ayudar a la integración de esta gente a la sociedad”.
La divertida sátira, cuenta su sinopsis, es un encadenamiento de escenas unitarias “al estilo del los mejores sketches (de un poco más de un minuto cada uno) de los tiempos en los que se conjugan la creatividad, la técnica, la actuación, el talento pero, sobre todas las cosas, el amor por la vida de nuestros semejantes”.
Al ser completamente inclusiva, esta película cuenta con una audiodescripción para personas ciegas. Todo esto hizo que Teresa Parodi, cuando estaba al frente de la cartera de Cultura de la Nación, la declarara de Interés Cultural.
*Puede ver la película completa en este link.
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