El newcom es una disciplina pensada para ser jugada por personas mayores de 60 años. En 2008 fue incorporado por primera vez como deporte en los Juegos Nacionales Evita. Pero data del siglo XIX. Fue creado por la profesora de Educación Física Clara Gregory Baer, en el colegio Sophie Newcomb, en Nueva Orleáns, en 1895.
Aunque su historia en Argentina no quedó registrada, sí se sabe que comenzó a practicarse décadas atrás y como un juego predeportivo para la iniciación al vóley. Se trata de una adaptación de ese deporte, en el que la pelota no se golpea sino que se atrapa y se lanza por arriba de la red. Al momento de ser incorporado como disciplina en ese torneo se buscó fomentar la integración, la formación y el desarrollo deportivo de los adultos mayores.
Más allá de lo deportivo, su práctica busca, fundamentalmente, que quienes lo practican se vinculen, recreen, desarrollen y compartan vivencias además de generar sentido de pertenencia grupal.
Historias de deportistas
Carlos Bustos tiene 69 años y lleva puestas rodilleras y protección en los codos. Sabe que necesita de esos accesorios en el uniforme que usa para la actividad que, asegura, le salvó la vida. “Hace muchos años me diagnosticaron cáncer y me dieron una semana de vida. Tuve operaciones de cerebro, nariz y me tuvieron que reconstruir una oreja. Tomaba cinco remedios y gracias al newcom tomo sólo uno para la presión”, cuenta el hombre comparte equipo junto a dos hombres y tres mujeres, todos mayores de 60 años.
En el juego, cada equipo de seis jugadores hace pases con la pelota, pero no remata, sino que la lanzan del otro lado de la red. También rotan de posiciones para que todos pasen por los distintos sectores de la cancha.
A unos pocos metros de Carlos, sentada al costado de la cancha de parqué del Polideportivo Pomar, en Floresta, Marta Consentino espera su turno para jugar. Llegó hasta allí después de un viaje de una hora en colectivo desde Coghlan y con entusiasmo repite esa rutina todos los miércoles y viernes. Tiene 81 años y disfruta de ir a entrenar, porque lo toma como un paseo y, además, sabe que todo lo que allí pasa es bueno para ella: “Me olvido del mundo, de los problemas. Acá me siento bien. ¡Me siento joven!”, resume.
En su caso, conoce el newcom desde hace 20 años y lo convirtió en su pasión. “Me mantiene bien física y mentalmente. Es una caricia al alma”, asegura y cuenta que pese a la distancia elige es polideportivo porque le recomendaron a la profesora que le enseñó a jugarlo. “Aquí hice grandes amigas, nos juntamos, salimos a comer o a tomar un café. Ellas son de las que acompañan en los momentos malos”, las describe.
Susana García la escucha y asiente con la cabeza a cada una de sus aseveraciones. En su caso, recién hace un año supo de este deporte, al que ni siquiera había escuchado nombrar.
“Tengo 70 años y pensé que agarrar una pelota a esta edad era algo raro y totalmente nuevo para mí. Al principio, se me iba para cualquier lado, pero los compañeros me ayudaron. Me entusiasmé tanto que me compré una para practicar en casa. ¡Es como volver a ser adolescente!”, reconoce entre risas la mujer de Floresta.
Emocionada admite que pensó que a su edad ya era tarde para aprender a jugarlo, pero que esa idea se diluyó rápidamente y en apenas unos meses convenció a su marido para que se sumara al equipo. “Nos enganchamos con los torneos y empezamos a tener una actividad para los fines de semana, que antes eran aburridos”, explica.
Para ella y sus compañeros, esta disciplina se convierte muchas veces en la excusa perfecta para pasar un rato entre amigos y distraerse de lo cotidiano. “Una vez por mes hacemos el tercer tiempo: traemos algo para comer y festejamos los cumpleaños”, cuenta Susana.
“Esto no es solo para jugar, si no para tener momentos como el tercer tiempo, cuando nos reunimos todo el grupo, disfrutamos de la comida y de una buena conversación. Es muy bueno para desarrollarnos y estar felices”, agrega Carlos, capitán del equipo que representa al Pomar en las distintas competencias que se disputan en la Ciudad.
Con total orgullo, Marta ostenta su condición de ser una de las más veteranas del grupo de entrenamiento. Por eso, invita a todos los adultos mayores a sumarse, sin importar la edad que tengan: “¡Vengan!, porque acá van a encontrar amistad, compañerismo y momentos agradables. Te sentís fuerte para emprender lo que te toque. No hay que tener miedo si se te caerá la pelota porque vas a ir aprendiendo”, asegura.
Además de ser una practica importante en cuanto a lo social y emocional, el newcom, tiene una serie de beneficios para los adultos mayores. “No sólo mejora la capacidad cardiovascular, el rendimiento y la musculatura, si no que muchos encuentran en este deporte un lugar donde se pueden vincular con otras personas, superase, mejorar su autoestima y fortalecer su identidad”, explica Rosa Campos, profesora nacional de educación física y licenciada en gerontología.
Para ella, “no hay ninguna limitación con la edad”. “Puede practicarlo cualquier persona que tenga ganas de divertirse, de jugar, tener vínculos, mejorar su condición física y sentirse más feliz”, finaliza.
Quienes deseen conocer más de esta práctica puede acercarse a probar o ver alguna clase en los polideportivos de la Ciudad de Buenos Aires:
-Parque Sarmiento (Av. Ricardo Balbín 4750): lunes, martes y jueves de 15.30 a 17.30; lunes, miércoles y jueves de 16 a 17.30
-Polideportivo Chacabuco (Av. Eva Perón 1410): martes y jueves de 10.15 a 11.15; y de 11.30 a 12.30
-Martín Fierro (Oruro 1300): lunes y viernes de 11 a 12.30; y miércoles de 9 a 10.30
-Polideportivo Patricios (Pepirí 135): lunes de 10 a 11.15, y viernes de 18.30 a 20
-Polideportivo Pomar (Mercedes 1300): lunes y viernes de 9.30 a 12.30; lunes, miércoles y viernes, de 14.30 a 15.30 y de 15.30 a 16.30.
-Parque Centenario (Av. Díaz Vélez): martes, miércoles y jueves de 10 a 11.30
-Plaza Toscanera (Moliere 2777): martes y jueves de 10 a 11.30
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