El calor se siente a metros de distancia, la tierra se agrieta y el humo sale disparado hacia el cielo, sin embargo los vecinos no entienden a qué se debe. Un llamativo fenómeno tiene lugar en Guaymallén, el pueblo mendocino donde, según los estudios de la policía, la temperatura subterránea llega a alcanzar los 300°C.
Autoridades policiales y de Defensa Civil todavía buscan una respuesta para la extraña situación, la cual se manifiesta aún más de noche. Una de las primeras hipótesis arrojaba que podría tratarse de incendios subterráneos, aunque esto fue relativizado por especialistas. Algunos vecinos, especialmente niños, incluso resultaron heridos luego de caminar por la zona, ya que al no tener calzado se quemaron los pies.
Sin embargo, los geólogos que repararon en el caso descartaron esa posibilidad. “No hay que hablar de incendios subterráneos, porque eso habla de llamas y eso es imposible. La palabra incendio no es la más feliz, ya que da a entender que ahí abajo puede haber una caverna con fuego y eso es imposible”, aseguró el especialista mendocino, Sergio Diéguez.
Según explica el profesional, los incendios subterráneos se dan cuando se quema la materia orgánica acumulada y las raíces, e incluso puede alcanzar los afloramientos rocosos y generalmente éstos no producen llamas y emiten solo humo.
Otras voces, en tanto, argumentan que podría deberse a que la ‘turba’ –suelos carbonosos que se formaron como resultado de una descomposición libre de oxígeno de las plantas muertas— haya tomado temperatura y eso haga surgir el humo. Sin oxígeno y empapada en agua, se forma esta masa, una especie de carbón vegetal. Cuando el suelo se seca, la misma pierde agua, se encoge y agrieta el terreno. El aire comienza a circular por los huecos, y la turba, formada en ausencia de oxígeno, comienza a oxidarse y se calienta.
“Habría que ver los motivos, si el humo está vinculado a alguna materia orgánica que se arrojó hace algún tiempo allí y ahora está generando una reacción de calor, investigar las causas de manera exhaustiva”, sugirió el profesional de la geología.
El lugar en cuestión es un lote baldío cercano a viviendas particulares. Existen 75 familias que adquirieron tierras en dicho barrio, llamado ‘Silvano Rodríguez’, para poder hacer sus casas. De hecho algunas de ellas corren el riesgo de derrumbe por este fenómeno.
Según explica el medio local Los Andes, años atrás la zona estaba destinada al cultivo, pero el suelo era tan húmedo que ninguna plantación prosperaba. Por esa razón, en 2013, el dueño del lugar decidió poner a la venta las tierras. Los problemas empezaron cuando las máquinas retroexcavadoras removieron el suelo y comenzó a salir humo.
En el lugar trabajaron bomberos, ingenieros y especialistas en suelos. En ese sentido, la policía decidió monitorear el área con drones y así medir la temperatura, la cual registró unos 300°C. Sin embargo, aún no han encontrado el origen de este particular fenómeno. Mientras tanto personal del municipio acudió al lugar a mojar el sitio con un camión y mangueras para sofocar el calor y el humo.
“Llamamos al 911 y a Defensa Civil, pero no nos pudieron dar respuesta porque excede su conocimiento”, dijo un vecino, quien junto a otros lugareños comenzaron a arrojar agua sin resultados positivos.
Diéguez, recordó que hace unas dos décadas ocurrió algo similar en la ciudad mendocina de San Rafael y “fue porque allí habían depositado carburo de calcio, lo que generó una reacción, también en un baldío”.
Lo cierto es que el fenómeno desconcertó a los dueños del terreno, quienes en un primer momento observaron un foco de humo y pensaron que era alguien que estaba quemando hojas, pero a medida que se acercaron y recorrieron el lote, comprobaron que ese humo salía por todos lados.
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