A 9 años de la explosión que causó 22 muertos en Rosario: “Un gasista ya nos había dicho que iba a volar todo”

Sucedió el 8 de agosto de 2013 por el mal estado de las instalaciones de gas. Además de las víctimas fatales hubo 62 heridos. Por el hecho sólo fue condenado a 4 años el gasista que hizo el último arreglo, pero no estuvo en prisión. El hermano de una víctima y una sobreviviente recuerdan la tragedia y piden justicia

Los bomberos actúan frente al edificio de Salta 2141 en llamas. 22 personas murieron el 6 de agosto de 2013 en Rosario (DYN)

Un día como hoy, pero hace 9 años, Rosario vivió una de las peores tragedias de su historia. Un edificio ubicado en Salta 2141, en el centro de la ciudad, que acarreaba inconvenientes con fugas y presión de gas, explotó tras una cadena de presuntos trabajos irregulares de gasistas y de controles de la empresa Litoral Gas. Murieron 22 personas, 62 resultaron heridas y 238 viviendas fueron afectadas. A pesar del estrago, la Justicia provincial solo condenó al último profesional matriculado que intervino en el cambio del regulador, situación que actualmente se encuentra en revisión en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El desastre ocurrió a las 9.38. La torre que explotó estaba en una zona de alto tránsito y de muchísima actividad comercial. “Antes, se escuchó un ruido fuerte, como el de una turbina de avión. Y comencé a oler a gas. Fueron unos cuantos minutos de inquietud. No salí de casa porque sabíamos que estaba programado un arreglo grande, y no iba a poder salir con el auto desde la cochera. En 15 minutos se sintió una explosión. Fue ruido, alarmas y fuego. De golpe, me encontré en la habitación, entre el marco de una puerta y una ventana”, contó Anahí Salvatore a Infobae. La mujer es una de las imágenes más recordadas en pleno rescate de bomberos, ya que estaba colgada de la ventana de su departamento del 5 B esperando que la sacaran con una escalera desde la calle.

Otra imagen de la tragedia. Un bombero corre mientras el edificio se incendia. En la calle, los restos que dejó la explosión en la que murieron 22 personas y otras 62 resultaron heridas (NA)

Salvatore rememora aquel 6 de agosto de 2013 y se le quiebra la voz. “Se sentía el fuego abajo. Empecé a asfixiarme. Miré hacia atrás y vi que el edificio se había derrumbado y había un cuerpo entre los escombros. Era desesperante. Fue triste, doloroso. No sabía cómo iba a salir de ahí. Hasta que Néstor Villagra, un bombero, puso una escalera al edificio vecino y subió sin condiciones, sin máscaras ni herramientas necesarias. Y me pudo calmar. Gracias a él pude salir por la torre de al lado”, añadió.

“Un mes antes empezó la tragedia. Mi hermana Débora Gianángelo se atrasó en pagar una factura de gas y nos sacaron el medidor del 3 C. Un matriculado vino y nos dijo ‘como está esto, va a volar todo a la mierda’. Eso fue porque los caños estaban todos podridos, los calefones eran todos viejos. Después, hicimos toda la obra en el departamento, con la colocación de rejillas para que haya salida al exterior. El 26 de julio, otra vecina denunció que había problemas con el servicio y ya todo el edificio empezó a apuntarnos a nosotros como los responsables de que nadie tuviera gas. Incluso, nos dejaron carteles en el ascensor”, relató Adrián Gianángelo, hermano de una de las 22 víctimas, que actualmente es querellante en la causa.

El momento del rescate de Anahí Salvatore, que vivía en el 5 B de Salta 2141 y había quedado colgada de una ventana. La logró sacar el bombero Néstor Villagra (Flickr)

Gianángelo recordó que el estado del edificio era “deplorable” y agregó que dos empleados de Litoral Gas le volvieron a dar gas a Salta 2141 previo a la tragedia. “Era un día de noche. Enseguida empezaron a explotar calefones de varios departamentos. En otros, como el mío, directamente no había presión. Tardaba una hora en calentar una pava para tomar mate. De hecho, me bañaba en la casa de una vecina, de Estefanía Magaz –otra de las víctimas fatales–, que era de las pocas que tenía el calefón en mejor estado. Esa chica también le decía a su padre que en cualquier momento iba a explotar todo”, sostuvo.

El joven comenta aquel 6 de agosto de 2013 como si fuese ayer. “Teníamos que esperar a que llegaran a hacer un arreglo programado, pero mi hermana Débora me dijo que me vaya a trabajar. Llegué a Tribunales provinciales, donde todos sabían que tenía problemas con el gas en casa. Mientras hablaba con otro abogado, me empezaron a llamar profesores de Derecho Procesal Penal y ayudantes de cátedra que me avisaban de la explosión. Me fui, pero cuando llegué ya me encontré con ese panorama desolador”, señaló Adrián.

La búsqueda de sobrevivientes y cuerpos de víctimas duró varios días (NA)

Pero para Anahí Salvatore, lo que pasó hace nueve años, si pasara nuevamente hoy, la situación sería más trágica. “La sociedad no aprendió nada. Las cosas no cambiaron, la ciudad está desprotegida, con bomberos sin recursos. Si esto vuelve a suceder sería aún más grave. Es muy doloroso el abandono que tenemos hoy y cuesta entenderlo”, opinó.

“Este sábado, a la falta de justicia, se suma que estamos en una ciudad sumamente desamparada. Acá, la Justicia no culpó a los que actuaron con negligencia. Y Litoral Gas sigue funcionando igual que antes, no cambiaron absolutamente nada”, finalizó la mujer cuya imagen colgada en una ventana recorrió el mundo.

Así quedó el edificio de la calle Salta 2141 después de la explosión (NA)

Una tragedia con un solo condenado

Por el delito de estrago culposo agravado, la fiscal Graciela Argüelles y la querella llevaron a juicio a once personas: los responsables del consorcio del edificio de Salta 2141, gasistas que hicieron trabajos en la torre, y distintas autoridades de Litoral Gas.

El único considerado penalmente responsable fue el gasista Carlos Osvaldo García, que fue quien debía hacer el arreglo en el edificio aquel día. La Justicia de Santa Fe le dio cuatro años de prisión, pero no los cumplió tras las rejas debido a su diabetes.

Débora Ginángelo vivía en el 3 C de Salta 2141. Fue una de las 22 víctimas de la explosión y el derrumbe

En primera y en segunda instancia, la Justicia santafesina absolvió “por falta de pruebas” a José Luis Allala (gasista que hizo un trabajo previo en la torre), Norma Bauer, Mariela Calvillo y Carlos Repupilli (responsables de la administración del edificio), Guillermo Oller, Luis Curaba y Gerardo Bolaño (reclamistas de Litoral Gas), Claudio Tonucci (jefe de mantenimiento de redes de Litoral Gas), Viviana Leegstra (gerenta técnica de Litoral Gas), y Pablo Miño (ayudante de García).

Pero todo no quedó ahí. La querella, a cargo de la familia Gianángelo, presentó un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que está desde marzo de este año. “Está en la sala III, pero no sabemos si está durmiendo o si la están tratando. Ni Fiscalía nos acompañó hasta acá. Nosotros vamos a ir hasta la Corte Interamericana si es necesario, no vamos a parar”, concluyó Gianángelo.

Adrián Gianángelo, hermano de Débora y abogado. Su familia es la única que sigue adelante con la querella

La presentación ante la Corte nacional es porque, según explicó el querellante, una integrante de la Corte santafesina –la jueza María Angélica Gastaldi– votó en disidencia de sus pares, que decidieron denegar el recurso extraordinario que había llegado a sus escritorios.

“Gastaldi, básicamente, hizo una observación. Dijo que no se tuvieron algunas pruebas y testimonios y que hay dos posibles responsables que no fueron considerados, que son Oller y Curaba, con lo cual, Litoral Gas sería también responsable. Eso nos abrió la ventana”, expresó.

El único considerado penalmente responsable fue el gasista Carlos Osvaldo García, que fue quien debía hacer el arreglo en el edificio aquel día. Pero no cumplió la condena de 4 años entre las rejas por su diabetes

Día de actos en recuerdo a las víctimas

El Monumento Nacional a la Bandera será escenario del izamiento de la enseña, acto que contará con la presencia de familiares, autoridades provinciales y municipales, más la participación del coro del Instituto provincial de Música Carlos Guastavino. Media hora después, se hará un “trote simbólico” de 22 corredores, que representarán a cada una de las víctimas fatales, más 22 bomberos de distintos destacamentos y el público que quiera participar.

A las 9.30, en Salta 2141, se subirán familiares de víctimas al escenario que se armó en la puerta del lugar en el que estaba el edificio. Ocho minutos después, sonarán las sirenas de los Bomberos para recordar el momento exacto de la explosión. Luego, la cantante Cecilia Petroccelli entonará “Rezo por vos” y después hablarán ante el público algunos de los familiares de quienes fallecieron en el trágico hecho.

El flyer del acto que hará por streaming la familia Gianángelo para recordar a Débora y pedir justicia

También habrá un acto por streaming, que hará la familia Gianángelo desde Arteaga bajo el lema “A 9 años de la explosión de Salta 2141 seguimos de pie exigiendo justicia”, que se podrá seguir por Instagram y Facebook a través de la cuenta @2141hastaelfinal.

SEGUIR LEYENDO: