El juez Claudio Mazuqui es hincha de River. Pero este jueves 4 de agosto todo su juzgado se vistió de azul y amarillo para darle a un niño de 11 años, hincha de Boca, la noticia que cambió su vida: la adopción plena por los que hasta hoy eran sus guardadores y el inicio del trámite de su nueva identidad. Y lo hizo entre globos, guirnaldas, un afiche y una camiseta impresa con el que será su nombre de ahora en adelante.
No es la primera vez que este juez, titular desde 2016 del Juzgado de Control, Niñez, Juventud Penal Juvenil, Violencia Familiar y Género de Huinca Renancó, en la provincia de Córdoba, apela a este tipo de recursos. En mayo, le comunicó a una niña de 7 años la noticia de su adopción plena a través de Minnie Mouse. El video, subido a TikTok, ocasionó que el juez Mazuqui recibiera premios en nuestro país y en España por su actuación.
En esa ocasión, Mazuqui explicó que “Es necesario tomar decisiones judiciales más humanas. Los temas de niñez son muy delicados, y antes la sentencia era fría y de 40 fojas y era difícil hasta para los juristas. Lo bueno es que tenemos todo el respaldo para estas nuevas formas de comunicación en el Poder Judicial de Córdoba”
En la sentencia que dictó ahora, Mazuqui explica que continúa “explorando nuevas formas de comunicación para notificar a un niño de 11 años sobre su propia adopción”. Y agrega que se creó un entorno favorable para que el menor reciba “un hecho que resultará trascendental” en su vida: “Este Juez entiende, como simpatizante del Club Atlético River Plate, que en la vida de una persona es muy importante lo que significa ser ‘hincha’ de un Equipo de Fútbol, resultando apropiado traer a colación una de las frases utilizadas en la película del cine nacional denominada ‘El Secreto de sus ojos’ del eximio director Juan José Campanella , donde galardonados actores (Ricardo Darín y Guillermo Francella) refieren a dicho sentimiento de la siguiente forma : ‘…¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de novia, de religión, de Dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín, no puede cambiar de pasión…’ refiriéndose a lo que significa ser ‘hincha’ o simpatizar con un club de fútbol, resumiendo y transcribiendo de ese modo, los sentimientos que broten del niño al hacerle conocer lo que este Juez resolvió, y que de esa forma logre entender su alcance a través de una ‘muy buena noticia’, que él mismo esperaba con ansiedad, es decir que sea ‘un momento mágico’, resumiéndose toda esa emoción en la entrega de una camiseta de futbol de su equipo favorito –Club Atlético Boca Juniors- donde conste su anhelada identidad y una constancia denominada ‘Mi Identidad’”.
En diálogo con Infobae, el juez Mazuqui señaló que “seguimos en la corriente de superarnos a nosotros mismos y tratando de humanizar a la justicia. Hay un objetivo único para notificar una sentencia de adopción, y es que el niño comprenda este hecho trascendental, y la forma que yo elijo es a través de su lenguaje diario. Sabíamos que este niño es fanático de Boca, del club, aunque no tiene un jugador favorito. Así que conociendo que hoy dictaría la sentencia, me comuniqué hace unos días con la mamá y le pregunté cómo estaba. Me contó que estaba ansioso y le preguntaba ‘qué va a hacer Claudio’, que es como me llama. Le dije que le avisara que se quede tranquilo, porque le íbamos a dar una noticia muy linda. Después se me ocurrió que se la podíamos comunicar con los colores de Boca. Ambientamos el juzgado y le dimos la camiseta en una cajita y una tarjeta que dice ‘mi identidad’ con su nuevo nombre. Todos nos regalamos un hermoso momento”.
El niño, que tiene 11 años y problemas en el habla, recibió la noticia y el regalo con alegría y agradecimiento. “Es una personita hermosa -cuenta el dr. Mazuqui-. Todas las noches, a la mamá y al papá les dice ‘gracias’. Nos sorprende siempre, a mí me escribió una cartita que dice ‘juez, muchas gracias por traerme con esta familia hermosa que me ama. Para mi amigo Claudio’. Es maravilloso”.
El juez añade que el niño, oriundo de esa localidad cordobesa, sufrió muchas situaciones traumáticas desde su nacimiento: “Hace tres años que está con la familia de guarda. En el juzgado a mi cargo, cuando intervengo es porque se vulneraron todos los derechos de un niño, y cuando eso sucede, pasa a la adopción directamente”. Quienes lo adoptaron son un matrimonio integrado por una docente de 40 años y un veterinario de 45, que ya habían hecho el mismo trámite para quien será la nueva hermana del menor, una niña de 7 años. “Son dos personas excelentes. Lo llevaron al médico, al psicólogo. Y por eso el niño los ama. Además, pudimos lograr la adopción de niños más grandes, que es lo más difícil y por lo que bregamos en la actualidad”, explica el dr. Mazuqui.
Sin embargo, cuenta que continúa en contacto con su familia biológica. El pequeño se hizo de Boca por el padre biológico (el adoptante también lo es). “Al padre de origen lo vio hace dos meses. Con la madre también se comunica, solo que se contacta a través de la madre adoptiva por teléfono y redes sociales. Nosotros, lo que hacemos en la sentencia, es que el niño en algún momento tiene que saber cuáles son sus raíces. No se le puede negar ese derecho, para que sepa de grande qué hacer. Y tiene mejores efectos”.
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