Una promesa, agradecimiento o pedido especial hace que miles de personas decidan peregrinar por largas horas para demostrar su fe a la Virgen de Itatí. Si bien la pandemia puso en pausa las celebraciones, este año una nueva y masiva convocatoria hizo que se viviera una jornada muy especial.
Este sábado se conmemoró el 122 aniversario de la Coronación Pontificia de la Virgen de Itatí. Un día antes de la celebración central, muchos fueron testigos de la devoción de una gran cantidad de jinetes que acapararon las rutas y las calles para participar de una de las celebraciones más tradicionales en la región.
A través de las redes sociales se publicaron videos y fotos que testimonian de la impresionante movilización de miles de personas bajo la certera devoción hacia la Virgen, reconocida por ser patrona del Paraná y reina del amor. Los medios locales, estimaban en varias decenas de miles a los peregrinos que llegaron a la pequeña ciudad para demostrar su devoción y sentimientos.
De hecho, fieles de las localidades de Itá Ibaté, San Luis del Palmar y Berón de Astrada se movilizaron el viernes por la tarde hacia Itatí, donde la misa central fue celebrada en la plaza central del pueblo.
Pese al pronóstico de fuerte temporal de lluvia, agrupaciones gauchas, caminantes, párrocos y autoridades municipales llegaron para participar de las celebraciones y asistir a la Basílica de la Virgen de Itatí. Por tal motivo, luego de una larga peregrinación los fieles fueron recibidos por el sacerdote Derlis Sosa quien los esperó junto a la imagen de la Virgen como símbolo de bienvenida y protección.
La peregrinación a Itatí ha sido declarada patrimonio histórico cultural debido a la magnitud de su convocatoria. Esta vez, se esperaba un récord de fieles debido a que la festividad tenía lugar luego de haber estado interrumpida por la pandemia. Como es tradicional, en vísperas a la conmemoración, la imagen de la Virgen es sacada de la Basílica a la medianoche para que todos los fieles la saluden y canten.
A pesar de la tormenta y el frío, miles de personas permanecieron frente a la iglesia a la espera del momento más emotivo. Cinco minutos antes de las 12 de la noche, la lluvia mermó y los peregrinos se acercaron a la imagen para realizar muestras de agradecimiento.
Con lágrimas en sus ojos, cantos y rezos, dieron inicio a la celebración por la Coronación de la Virgen de Itatí. Ante el enorme gesto de fe por parte de tantos fieles, el arzobispo Andrés Stanovnik destacó que “eso es amor, es soportar y aguantar, es fe; la Virgen nos bendijo con dos baldazos de agua y ustedes se mantuvieron en el lugar, como quien siempre espera”.
El sábado las actividades se iniciaron a las 10 de la mañana con la procesión náutica y el encuentro de la imagen de la Virgen de Itatí y Caacupé. Luego, la procesión de los patronos, misas y procesión de antorchas.
Por qué es venerada la Virgen de Itatí
Si bien la fiesta religiosa de la Virgen de Itatí se conmemora el 9 de julio, el 16 de julio fue coronada como la máxima figura de la Iglesia Católica por el Papa León XIII. La virgen es considerada como la patrona del Paraná y reina del amor.
La historia del origen de esta veneración se remonta a las orillas del Río Paraná y bajo relatos del siglo XVI, cuando un grupo de franciscanos llegaron a tierras del cacique Yaguarón. Allí colocaron una imagen de la Inmaculada Concepción en el que sería el primer oratorio construido a mano.
Tiempo después, una tribu atacó la zona y la estatuilla desapareció. Sin embargo, días más tarde apareció sobre unas rocas blancas, los guaraníes la devolvieron a su lugar pero al poco tiempo volvió a abandonar el sitio. Ante la reiteración de la situación, los lugareños consideraron que se trataba de una obra divina.
Más allá de consagrarse como cuidadora de los pobladores, a la Virgen de Itatí se le adjudicaron varios milagros como curaciones y otros eventos milagrosos.
SEGUIR LEYENDO: