El último jueves, el centro porteño fue el escenario elegido por distintas organizaciones sociales para llevar a cabo una nueva jornada de protestas masivas contra el Gobierno, en la que volvieron a reclamar por la entrega de una mayor cantidad de subsidios a los sectores más vulnerables de la sociedad. En ese marco, un piquetero aceptó ser entrevistado en plena movilización y desnudó la falta de conocimiento de muchas de las personas que asisten a este tipo de movilizaciones en cuanto a los objetivos de las mismas y las agrupaciones a las que representan. “Vengo más que nada para comer y joder un toque”, reconoció el joven, sin reparar en las críticas que podía recibir por sus declaraciones.
La particular situación se dio pasado el mediodía, cuando una periodista de Crónica TV recababa testimonios de algunos de los manifestantes. Al entablar una conversación con este joven y consultarle por el motivo de la marcha, él ni siquiera se tomó el trabajo de buscar algún argumento más consistente para respaldar su presencia, y respondió con total honestidad. “No, ni idea. Yo acá vengo de suplente nomás”, reconoció. Y ante la repregunta de la cronista, admitió: “Vengo más que nada para comer y joder un toque”.
Durante el reportaje, el joven manifestante -llevaba puesta una pechera blanca que lo distinguía como miembro de una organización social- confirmó que recibió “2 mil pesos” por haber asistido a la movilización. Luego, al ser indagado por la agrupación a la que representaba durante el reclamo por el Salario Básico Universal, volvió a demostrar que el trasfondo de su asistencia era la remuneración económica. “Eeeeh, guerrilleros, algo así...”, respondió entre risas.
Otra situación llamativa que se registró en la masiva movilización contra el gobierno de Alberto Fernández tuvo como protagonista a una joven madre, quien se mostró indignada por el recorte de los planes sociales. “La plata no alcanza para nada, los planes sociales los están cerrando. ¿Qué quieren, que trabajemos de 8 de la mañana a 5 de la tarde por la misma plata que nos pagan? Nos quieren mandar a trabajar a la calle y no es justo, porque toda la vida vivimos trabajando de esto”, contestó la joven, al ser consultada por la periodista Sandra Borghi (TN) sobre el motivo de su presencia en la protesta. Asimismo, la mujer completó: “Subsistimos haciendo ollas populares y roperitos. Siempre estamos tratando de solventar los gastos para que la gente pueda llevarse un plato de comida”.
Las declaraciones de esta manifestante despertaron todo tipo de críticas de algunos miembros de la oposición. María Eugenia Vidal, diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, opinó en su cuenta de Twitter que “injusto es que millones de argentinos trabajen de 8am a 5pm y no lleguen a fin de mes”. Y completó: “Un plan social no es trabajo, aunque los que viven de administrar la pobreza pretendan convencernos de lo contrario”.
En la misma línea se expresó el diputado Ricardo López Murphy, quien también apeló a la red social del pajarito para manifestar su rechazo a los dichos de la joven piquetera que asistió con su pequeña hija a la masiva manifestación. “Esta imagen resume lo que vemos en cada piquete: padres que no trabajan y obligan a sus hijos a faltar a la escuela, generaciones enteras convencidas de que el plan social es su única salida. Recuperar Argentina es volver a la cultura del trabajo que hizo grande esta Patria”, escribió en su tuit el diputado nacional que representa a Juntos por el Cambio.
Por su parte Roberto García Moritán, legislador porteño por Republicanos Unidos (JxC), consideró: “El plan social NO ES UN TRABAJO. El daño que le han hecho los CEOs de la pobreza al país es incalculable. Reclutan pobres y los convencen de que la ayuda estatal es un salario a cambio de servirles”.
Ambos videos volvieron a exponer la discusión por la política social que hoy enfrenta a distintos sectores del Frente de Todos, luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner pusiera el tema en agenda a partir de los discursos que brindó en sus últimas apariciones públicas. Y si bien el foco quedó en la pelea con el Movimiento Evita, su planteo abrió un nuevo foco de conflicto en el seno del oficialismo.
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