‘Lograr una nueva vida’, ese el objetivo de una elefanta de Mendoza que busca ser trasladada al Santuario de Elefantes de Mato Grosso (Brasil). Kenia, la única elefanta africana que queda en el Ecoparque de esa provincia, se prepara para unirse a sus ex compañeras Pocha y Guillermina, quienes en mayo recorrieron 3.600 kilómetros por tierra para llegar al amplio complejo ubicado en la región selvática del centro oeste brasileño.
Desde la Secretaría de Ambiente de Mendoza ya comenzaron la gestión legal más importante para que se pueda concretar el traslado. De esta manera solicitaron la autorización a la Nación, la intención es que viaje a su nuevo hogar entre septiembre y octubre. Para lograr, sus cuidadores intensificaron las tareas para que el animal pueda vivir lo que le queda de vida en un contexto más cercano a la libertad y su hábitat natural.
En ese sentido, el secretario de Ambiente y Ordenamiento territorial mendocino, Humberto Mingorance, habló sobre los preparativos entrenamiento y preparación del animal: “Las tareas de entrenamiento y preparación de Kenia para el traslado al Santuario están a cargo del personal de la Dirección Ecoparque Mendoza y del grupo de especialistas por el Santuario de Elefantes de Brasil junto a la colaboración de la Fundación Franz Weber, replicando el exitoso resultado que se obtuvo con Pocha y Guillermina”.
Las autoridades esperan que en esta oportunidad la documentación se complete en el tiempo esperado. Buscan no repetir lo sucedido en el último traslado de elefantes cuando Nación se demoró en aprobar los papeles del proceso y se creó una polémica entre la Provincia y el Ministerio de Ambiente Nacional.
Después de 5 años de evaluar este próximo destino en la vida del animal, la elefanta se encuentra cada vez más cerca de dejar atrás una etapa de cautiverio. Desde 2017 ha sido evaluada médicamente de forma integral y entrenada para responder a los requerimientos de mejora de su calidad de vida en cautividad hasta que se efectivice su traslado al Santuario.
Kenia tiene 41 años, nació en 1981 y llegó con solo 4 años al entonces zoológico provincial. El animal de origen africano fue parte de un canje con el zoológico alemán Tierpark Hagenbeck, siendo el único elefante de esta especie en Mendoza.
El nuevo hogar de Kenia
Una vez en territorio brasilero, la elefanta se reunirá con otros miembros de sus características. Es decir, no convivirá en el mismo espacio que Pocha y Guillermina -quienes, de a poco se adaptan a su nueva manada-, ya que Kenia es una elefanta africana —mientras que las mencionadas madre e hija son elefantas asiáticas—. En la amplia extensión del Santuario de Elefantes de Mato Grosso hay un área especial para las elefantas africanas.
El Santuario de Elefantes de Brasil, en sus 1.500 hectáreas de extensión, es un bioma apropiado para la especie, posee recintos amplios completamente naturales y matorrales y áreas abiertas cubiertas de vegetación. Allí se les provee dietas excepcionales a los animales y tiene atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida. Está dividido en cuatro sectores bien delimitados: hembras asiáticas, lugar donde se encuentran actualmente Pocha y Guillermina; hembras africanas donde la esperan a Kenia; machos africanos y machos asiáticos donde irá Tamy, el último elefante que se trasladará desde Mendoza.
El mencionado lugar es el primer y único santuario de elefantes en América Latina y fue creado en respuesta a la creciente necesidad de asistencia a los elefantes cautivos en América del Sur. Este sitio es también el primer y único santuario de elefantes en América del Sur certificado por la Federación Global de Santuarios de Animales y, como tal, es actualmente la única opción saludable para los elefantes rescatados del cautiverio.
SEGUIR LEYENDO: