Cada año los incendios forestales afectan a miles de hectáreas en el país. La situación se torna preocupante por el impacto en la flora y fauna de las regiones. Sin embargo, el panorama no resulta alentador dado que el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) advirtió que se registraron condiciones peligrosas para incendios en el norte y oeste del país.
Por medio de un informe técnico, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible alertó la preocupante situación en la que se encuentran algunas provincias del país.
Desde el organismo se informó sobre las condiciones de peligro para incendios forestales, como la presencia del viento Zonda, en el noroeste del país y en menor grado el centro norte argentino.
Para remarcar los distintos grados de vulnerabilidad, se identificó cómo áreas rojas aquellas donde se presenta un riesgo mayor para incendios forestales. Mientras que la zona de color amarillo son aquellas con un menor índice de peligrosidad.
Dentro de las áreas rojas se encuentran Jujuy, el oeste salteño, Tucumán, La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza, San Luis, el oeste de Santiago del Estero, el noroeste de Córdoba y un sector del noroeste de La Pampa. Y en la amarilla están: el este de Salta, el noreste de Formosa, al igual que Chaco y el centro-este de Santiago del Estero, detalló Télam.
El Ministerio de Ambiente remarcó que la zona con alerta roja posee condiciones de peligro elevadas, las cuales se incrementarían debido a las posibilidades del viento Zonda. Además se detalló que las de cloro amarillo presentan “condiciones que implican dificultad de control de un posible foco ígneo, y una mayor duración y desarrollo veloz del mismo”.
El identificar las zonas con mayor o menor peligro de incendios forestales, permite tomar medidas preventivas y en especial, generar una planificación de trabajo y seguridad para cada una de las características específicas.
En zonas como el Delta del Paraná la situación se mantiene crítica y preocupa el avance del fuego. Esta semana se detectaron incendios gracias a un sistema de alerta temprana. Los mismos fueron ubicados al sur de la localidad de San Nicolás y se los halló por medio de la Red de Faros de Conservación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
En dicho caso, la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos detalló que la detección del incendio se concretó por medio de torres de 30 y 40 metros de altura que en su parte superior tienen cámaras multiespectrales que detectan el humo y calor. De ese modo, un software localiza los focos de incendios y envía las alertas a dos centros de monitoreos donde se analizan y reenvía la información a las provincias para la extinción del fuego.
Más allá de los incendios, el daño en el medio ambiente se acreciente debido a la bajante del Paraná y la extensiva sequía en la zona. De hecho, en 2021, más de 20.000 hectáreas en Entre Ríos fueron afectadas por incendios, mientras que en los últimos días, los incendios intencionales afectaron cerca de 7.000 hectáreas, según la Multisectorial Humedales.
A su vez, la organización denunció que en lo que va del 2022 se registraron 4.500 focos ígneos en 60.000 hectáreas de Entre Ríos. Para sofocar dichos incendios, los brigadistas destacaron que es necesario conocer el terreno y por eso, pidieron a los habitantes que “no se acerquen a colaborar en el ataque a las llamas”.
La persistencia de los focos de incendio impulsó a que ambientalistas reclamen por mayores medidas de prevención. La gravedad es tal, que un informe del Grupo de Recursos Naturales del INTA Corrientes advirtió una baja de entre 3.000 y 9.000 hectáreas menos en la superficies de bosques cultivados y bosques nativos
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