Los continuos focos de incendio siguen generando un alerta en el Delta del río Paraná. Este miércoles Bomberos Voluntarios debieron trabajar sobre nuevas áreas donde el fuego empezó a arrasar. Esta vez, los trabajos también se centraron en prevenir que las viviendas de la zona no se vieran afectadas.
Los incendios de esta semana en las islas del Delta del Paraná fueron detectados al sur de la localidad de San Nicolás. Los mismos fueron identificados a partir de la Red de Faros de Conservación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
Desde la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos se detalló que la detección del incendio se concretó a partir de un sistema de alerta temprana que se da a partir de torres de 30 y 40 metros de altura que en su parte superior tienen cámaras multiespectrales que detectan el humo y calor. De ese modo, un software localiza los focos de incendios y envía las alertas a dos centros de monitoreos donde se analizan y reenvía la información a las provincias para la extinción del fuego.
A partir de los nuevos incendios, brigadistas trabajaron en el lugar haciendo tareas de contención con el objetivo de preservar las viviendas ubicadas en cercanía al río Paraná Pavón. Al respecto, se destacó el desafío que representan las tareas de control del fuego debido al peligro que representa.
Fuentes de la Secretaría de Ambiente destacaron que “hay que conocer el terreno, tener el equipamiento y conocimientos necesarios, porque de lo contrario se corre peligro”. Por eso, se pidió a los habitantes que frente a los incendios “no se acerquen a colaborar en el ataque a las llamas”.
Para sofocar el fuego se utilizaron distintos elementos provistos por el Sistema Nacional de Manejo del Fuego. Además de los trabajos en tierra, también se usaron medios aéreos como helicópteros con helibalde y un avión hidrante. En el operativo, participaron brigadistas de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, como así también integrantes de Parques Nacionales y Bomberos Voluntarios de la Policía bonaerense.
El avance del fuego genera una profunda preocupación respecto al impacto en el medio ambiente, debido a que la problemática se suma a la marcada bajante del Paraná y la extensiva sequía. De hecho, en 2021, más de 20.000 hectáreas en Entre Ríos fueron afectadas por incendios, informó Télam.
Dado que los incendios no cesan, desde la Multisectorial Humedales se denunció que en los últimos días a causa de los incendios intencionales en distintas zonas del Delta, se vieron afectadas cerca 7.000 hectáreas. Además, relevaron que en lo que va del 2022 se registraron 4.500 focos ígneos en 60.000 hectáreas de la región.
Algunas de las zonas afectadas por el fuego se encuentran frente al Parque Nacional El Palmar en Colón, en Calabacilla (Concordia), en la Isla del Puerto (Concepción del Uruguay), y en unas 14 hectáreas de la localidad de Federación.
Si bien una antigua práctica de los productores ganaderos consiste en la quema de pastizales con el fin de “limpiar” el terreno para generar el rebrote de pasto, desde el Gobierno de Entre Ríos se remarcó que se encuentra vigente la prohibición de hacer cualquier tipo de quemas sin autorización debido a que permanece una medida cautelar del Juzgado Federal de Paraná.
Desde el Ministerio de Ambiente se estima la realización de un Informe Nacional de Peligro de Incendios de Vegetación y avisos sobre condiciones de peligrosidad con el objetivo de planificar la estrategia para combatir el fuego. De esa manera, a partir de monitoreo y las alertas tempranas se espera conservar ecosistemas valiosos como los humedales.
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