La mañana del domingo 16 de junio de 2019 inició de manera diferente en Argentina. Por primera vez en su historia, se produjo un apagón masivo que dejó a todo el país sin luz. Lejos de las primeras especulaciones o hipótesis, la Secretaría de Energía explicó que se debió a una “falla del sistema de transporte desde Yacyretá” y cuyo impacto también recayó sobre los países limítrofes.
La jornada iba a ser especial para muchas personas dado que ese domingo se celebraba el Día del Padre mientras que en cuatro provincias se preparaban para las elecciones a gobernador. Sin embargo, en las redes sociales la tendencia fue “Sin Luz” y definió lo que sería un apagón histórico.
Alrededor de las 7.07 se produjo de manera simultánea el corte del suministro en la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense, las provincias del país con excepción de Tierra del Fuego, y algunas zonas de Uruguay. Durante largas horas no hubo electricidad y pasado el mediodía algunas ciudades empezaron a recuperar el servicio.
De hecho, alrededor de las 13.30 horas ya se había restablecido un tercio de la demanda. Por tal motivo, GBA, CABA, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, San Juan y Córdoba fueron las primeras localidades que empezaron a recuperar el sistema de manera paulatina. Sin embargo, pasaron cerca de 14 horas para que el servicio se normalice en toda la Argentina.
Debido a la extensión del corte de luz distintos rubros se vieron afectados y su prolongación generó preocupación. Dado que inició en las primeras horas del día, no hubo demasiadas complicaciones y las terapias intensivas de los hospitales pudieron funcionar con generadores de energía. De hecho, en Capital y Provincia de Buenos Aires cerca de 300 agentes salieron a la calle para realizar distintos operativos, entre ellos, la carga de combustible para el reabastecimiento de los generadores en los centros de salud públicos.
Ante la alerta que generó la falta de electricidad, la Secretaría de Energía explicó que se debió a “un colapso del Sistema Argentino de Interconexión (SADI)”. Es decir, en la red de transporte de energía con líneas de alta tensión desde las centrales eléctricas hasta los usuarios.
Desde el organismo también se confirmó que el apagón afectó a Uruguay y explicaron que el fallo se registró en el corredor eléctrico que va desde la Central de Yacyretá hacia Buenos Aires, más precisamente en una de las líneas de alta tensión que opera Transener.
Si bien en las primeras horas del corte masivo surgieron distintos tipos de hipótesis vinculadas a un supuesto sabotaje, el entonces subsecretario del Mercado Eléctrico, Juan Alberto Luchilo aclaró que la falla ocurrió de manera automática y sin intervención humana. Por tal motivo, planteó que “muy probablemente sea por la humedad que generó alguna falla en el sistema de protección, como pérdida de aislación, y eso arrastró a otra línea y a toda la central”.
Dos años después, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) determinó que el cortocircuito se trató de una “acción negligente” de Transener, quién “incurrió en errores operativos” y más allá de multar al Ente, también aplicó sanciones a las distintas distribuidoras eléctricas y entes reguladores provinciales.
De esa manera, el apagón marcó un hito en la historia del país dado que su antecedente es de 2002, momento en que un corte de electricidad afectó a 13 millones de usuarios durante varias horas. Si bien se trató del mayor corte de luz, esto no produjo consecuencias de gravedad. En Ciudad de Buenos Aires los transportes como subtes y trenes estuvieron paralizados y se pidió un uso racional del agua dado que los tanques no se llenaban por falta de electricidad, mientras tanto, en las cuatro provincias donde se votaba pudieron cumplir los comicios con demoras y ayuda de linternas o celulares.
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