A la hora de estudiar las hazañas de José de San Martín, la mayoría de las ilustraciones que aparecen en libros y las siluetas que exhiben las estatuas y los momentos lo muestran como un hombre todavía joven, de unos 30 a 40 años. No hay material gráfico de su infancia y muy poco de su vejez. Sin embargo, el retrato de San Martín anciano -para los cánones de la época- es a la vez el más fiel, ya que se trata de la única fotografía -daguerrotipo- que le fue tomada al Libertador, dos años antes de su muerte. En realidad son dos tomas hechas en la misma ocasión: en una, San Martín está sentado en la pose habitual de los retratos de la época, un brazo sobre el sillón y el otro dentro del abrigo; en la otra toma, ambos brazos están a la vista.
De esa imagen, de valor documental, partió el artista gráfico Ramiro Ghigliazza, que realizó una reconstrucción visual humanizada del rostro de San Martín hacia atrás en el tiempo. Se trata de una aproximación hiperrealista a sus facciones, que ahora se expone en una muestra inaugurada el ue se lleva a cabo del 10 de junio en la Fundación Magma, en Concordia, Entre Ríos y que podrá verse hasta el 19 de este mes.
La muestra, llamada “San Martín: La reconstrucción de su rostro”, recorrerá distintos puntos de Argentina y Europa y será de entrada libre y gratuita. Allí, los visitantes podrán apreciar las sorprendentes imágenes que reconstruyen los rasgos de un San Martín llegado a sus 70 años tomando como base un daguerrotipo fechado entre 1846 y 1848, para cada etapa, el diseñador reviste las imágenes con facciones reales de personas elegidas en un casting con características similares al retrato de origen.
En un video elaborado para tal fin, Ghigliazza muestra cómo fue la evolución del rostro del Libertador desde el año 1781, en Yapeyú, cuando San Martín, nacido en 1778, tenía 3 años, hasta su muerte. A partir de 1813, año siguiente al regreso del futuro prócer a la patria, ya modifica su rostro jovial por uno más más envejecido, en 1820 empieza a usar patillas para luego lucir con canas y por último con bigote.
Todos estos cambios fueron hechos a través de un proceso de ensamblaje digital de distintas partes del rostro de distintos modelos, en el que el creador invierte largos meses de estudio y utilización del Photoshop.
Para lograrlo, partió de un retrato que el propio San Martín conservaba en su habitación en Boulogne-sur-Mer y del testimonio de sus contemporáneos. La imagen se edifica a partir de la elección de un cráneo, frente, cejas, cabello, tez, mirada, tejidos faciales, gestos y expresiones que hacen a la más idónea representación.
Entre sus rasgos más característicos se destacan la forma de su nariz, una marca muy pronunciada a la altura del entrecejo y una cicatriz en la mejilla izquierda que presuntamente vendría de una herida sufrida por el Libertador en la batalla de San Lorenzo.
Se trata de un proceso artesanal, de ensamblaje de rasgos, clareado de sombras, delineamiento de estructuras, volúmenes, líneas y cortes en el que se van modelando las zonas que sirven y desechando las que no.
El diseñador gráfico y artista Ramiro Ghigliazza explicó que quienes visiten la muestra “van a recorrer la historia de San Martín y también un poquito se la van a imaginar”. Contó que los visitantes no solamente podrán apreciar la etapa del cruce de Los Andes y sus combates, sino también imaginarlo de niño y de adolescente. Y recordó: “Por ejemplo, en Londres va y busca su sable para volver a su tierra”.
“La intención de esto es que inspire a muchos chicos, a muchos niños, a los adolescentes y los grandes que nos siga inspirando porque fue una persona muy noble, muy simple, austera”, dijo el artista. Y al hacer referencia a las imágenes que lo muestran de niño, agregó: “Es un poco humanizar al gran padre de la Patria”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Magna, Osvaldo Pérez, agradeció el apoyo de la Fundación Iapser para llevar la muestra a Concordia: “Nos enorgullece sobremanera sabiendo el valor histórico, cultural y educativo que va a tener”.
Mientras que los colegios podrán visitarla durante la semana, los fines de semana estará abierta a todo público. “Estamos muy contentos acompañando a la Fundación Magma y la Fundación Iapser en esta muestra que es inédita y fantástica”, señaló el presidente del Iapser, Tomás Proske.
Desde la Fundación lapser dijeron que es una nueva forma de mostrar a los próceres y saber cómo acercarlos a los chicos para poder enseñar historia. “En esta muestra vemos el rostro de San Martín no como en los monumentos o en la formalidad de los libros, sino a través de todo un proceso que lo humaniza”, destacaron.
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