Durante la última semana de mayo, el periodista Patricio Del Pozo divulgó una información en las redes sociales acerca de que los hermanos Antonio y Fernando “Aíto” De La Rúa encabezaban un “inmenso lobby” para ingresar la medicina psicodélica en el país y deslizó que ambos respaldaban actividades que se realizaban en un laboratorio en pleno corazón del barrio de Palermo.
“Exclusivo: Antonio y Aito de la Rúa encabezan un inmenso lobby para iniciar la ‘medicina psicodelica’ en el país. Según fuentes, apuntan a la psilocibina sintética,13 veces más costosa qué los hongos ‘comunes’. Entre 7.000 y 10.000 Dólares el Gramo”, escribió Del Pozo, en Twitter.
El periodista apuntaba a prácticas que se realizaban en un laboratorio llamado Nómade Lab, ubicado en la calle Darwin al 1.300. “Junto a ellos, un equipo de psiquiatras, psicólogos, sociólogos, antropólogos sociales, algunos, argentinos. Nómade Lab es el ‘Caballo de Troya’ para estas actividades”, añadió.
Luego de que la noticia fuera reproducida en algunos programas de televisión, fue el propio “Aíto” De La Rúa quien decidió salir a la luz pública para realizar algunas aclaraciones al respecto: admitió estar trabajando en la investigación del consumo de hongos alucinógenos en el plano del tratamiento para la salud mental, pero negó rotundamente realizar actividades en la Argentina, donde esa práctica está prohibida.
“Lamentablemente, en la Argentina no está permitido trabajar con estas sustancias. Y nada de los que se ha dicho es cierto. No hacemos nada de todo esto en la Argentina, por eso me pareció importante aclarar la profundidad del estudio y en el marco legal donde se hace”, explicó De La Rúa, de 46 años, en declaraciones a Radio 10.
“Aíto” detalló que desde hace algunos años él comanda en Amsterdam una compañía de investigación sobre los efectos de la Psilocibina, componente psicoactivo de los hongos y las trufas alucinógenas, en trastornos de salud mental, como depresión o ansiedad, entre otros.
El hijo del ex presidente indicó que unos años atrás fundó junto a un socio la empresa Spinoza y que gracias al trabajo de psicólogos, sociólogos, científicos y médicos, se intenta abrir nuevas puertas en el campo de las medicinas alternativas.
“El tema de la psilocibina es una investigación que me apasiona. Amsterdam es uno de los pocos lugares en el mundo donde se tiene el marco para investigar sobre el tema. Pasé muchos años aquí y estoy viviendo muchos momentos porque ahora tengo una compañía donde investigamos sobre los beneficios que tiene esto para la salud. Es un tema totalmente terapéutico”, detalló “Aíto”.
“A mí me pareció un tema apasionante porque veo que en el mundo hay mucha gente sufriendo de depresión y cuando me puse a averiguar, entendí que acá hay una posible solución a futuro y me dio mucha intriga (...) Lamentablemente, todo el tema de la salud mental está apalancado en los antidepresivos, en la industria farmacéutica y tiene una dependencia de los antidepresivos muy grande y se cree con estos estudios que se están haciendo que a través de algunos psicodélicos como la Psilocibina, hechos con absoluto cuidado y dentro de un marco totalmente legal, se pueden obtener beneficios cada vez más alentadores”, agregó.
En el sitio web de Spinoza se ofrecen desde espacios para el consumo y la introspección de las trufas psicoactivas que la empresa investiga hasta los mismos productos, presentados como una Paquete de Transformación (Transformation box). “Es un programa en un envase que contiene todo lo que tú necesitas para un viaje psicodélico seguro hacia el confort de tu propio hogar”.
En otras páginas del sitio, la compañía Spinoza lanza refranes como: “Creemos que los hongos y la flora psicodélicos pueden tener el efecto beneficioso de desmontar el dogma de cómo creemos que debe comportarse la realidad. Nos volvemos humildes. Empezamos a reconocer que no podemos confiar ciegamente en todos nuestros juicios actuales y que quizás tengamos que revisar algunos de nuestros hábitos”.
Durante la entrevista con el periodista Gustavo Sylvestre, Aíto reconoció conocer el laboratorio en cuestión de la calle Darwin aunque negó cualquier tipo de actividad relacionada al consumo de hongos psicodélicos en su interior: “Lo de Palermo es un lugar de unos amigos que básicamente hacen terapias psicológicas de transformación y meditación. Conozco el lugar porque es de unos amigos, pero no estamos nosotros, y jamás haríamos una de estas cosas sin que esté aprobado”, afirmó De La Rúa.
En tanto, el hijo del ex mandatario se mostró ilusionado con que este tipo de terapias alternativas pueda patear el tablero de la medicina tradicional y establecer nuevos paradigmas en la búsqueda de terapias para la salud mental.
“La esperanza de mucha gente es que no dependamos tanto de los antidepresivos, que haya algunas medicinas más naturales, que puede ser esta que increíblemente es natural, que sean menos dañinas. No está comprobado, nadie dice que sean mejor que los antidepresivos todavía, pero hay una línea de investigación muy profunda”, afirmó “Aíto”.
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