Del fuerte de paredes de barro que derrumbaba el río a símbolo del poder político: la historia de la Casa Rosada

Desde la segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay en 1580 hasta nuestros días, casi todas las grandes decisiones políticas se toman en ese solar. Fueron muchos los cambios arquitectónicos que sufrió a lo largo de estos 442 años. El enigma del color rosa. El único presidente que la habitó. Y el día que fue bombardeada

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La actual fachada de la
La actual fachada de la Casa Rosada. La asimetría se debe a que por orden del presidente Agustín P. Justo se demolió el sector donde hoy se encuentra la bajada de la calle Hipólito Yrigoyen (a la derecha en la foto) hacia Paseo Colón (Adrián Escandar)

Casi todas las sedes de los gobiernos de las naciones en América poseen un nombre distintivo: “La Moneda” en Chile, “Palacio Quemado” en Bolivia, “Casa de Nariño” en Colombia; “Palacio de Carondelet”, para Ecuador; “Palacio de los López” para Paraguay; “Palacio Estévez” para Uruguay; “Miraflores” en Venezuela; “Planalto” en Brasil, “Casa Blanca” en los Estados Unidos de Norte América; “Rideau Hall” para Canadá; “Palacio de la Revolución” en Cuba; etc… Y en la República Argentina: “La Casa Rosada”. Y como todos los edificios que rodean a la actual plaza de Mayo, posee una historia por demás interesante.

El lugar donde hoy se encuentra la “Casa Rosada” fue siempre el sitio designado para ubicar el lugar del poder temporal desde 1580. Juan de Garay construyó allí mismo una endeble fortificación rodeada por un foso y con la tierra de la excavación creará terraplenes para solidificar un muro perimetral. A esta construcción se le dio el pomposo nombre de: “Real Fortaleza de San Juan Baltasar de Austria”. El gobernador Fernando de Zárate mandó levantar una muralla más alta en 1595, delimitada por las actuales calles: Rivadavia, Balcarce e Hipólito Yrigoyen y la Avenida Paseo Colón, que entonces eran las barrancas que entonces daban al río. A esta nueva construcción de la llamó “Castillo de San Miguel”.

El Río de la Plata golpeaba constantemente el muro occidental y hubo que hacer un muro doble de ladrillos cocidos para evitar la corrosión del agua. Finalmente, a principios del siglo XVIII se construyó un sólido fuerte, íntegramente hecho de ladrillos, cuyas murallas y bastiones perduraron hasta su demolición un siglo y medio después. El ejemplo de cómo se veía ese fuerte se puede observar en los que aún subsisten, por ejemplo, en Cartagena de Indias (Colombia) o San Juan de Puerto Rico, si bien el de la actual ciudad de Buenos Aires era marcadamente más modesto, quizá más cercano al fuerte de Santa Teresa, en la costa atlántica uruguaya. También podemos ver algo de esa diagramación en lo que queda del fuerte Barragán, ubicado en la localidad de Ensenada, provincia de Buenos Aires.

Un daguerrotipo del Fuerte en
Un daguerrotipo del Fuerte en 1855, en el momento en que su ala sur era demolida por un grupo de peones de albañilería (Wikipedia)

El edificio fue sede de todos los gobiernos de la ciudad de la Santísima Trinidad, del Virreinato del Río de la Plata y de los gobiernos de la emancipación. Albergó a las autoridades de las sucesivas jefaturas patrias: las juntas, los triunviratos, los directores supremos, los gobernadores de Buenos Aires y el primer presidente de las provincias unidas del sur, Bernardino Rivadavia (cuyo nombre completo era: Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia), el que en 1820 realizó una leve reforma en la entrada: mandó construir un arco de estilo neoclásico, cavar el foso más profundo y un puente levadizo.

En 1850 era menester construir un muelle largo que se adentrara mucho en el rio y una aduana, dado que el flujo de embarcaciones cada vez era mayor. Se decidió demoler parte del fuerte que da al rio bajo la inspección del arquitecto inglés Edward Taylor, y se construyó un edificio semicircular. Hoy podemos ver el diseño del semicírculo de la “Aduana Taylor” y su muelle siguiendo el contorno de la ex Plaza Colón y el “Puente de la mujer” diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, que recorre parte del mismo tramo que el muelle de Taylor. Es el primer edificio público de grandes dimensiones del joven estado mercantil de Buenos Aires; cuenta con cinco pisos de depósitos y cincuenta y un almacenes abovedados rodeados por galerías. La torre central rematada por un reloj y un faro, un muelle de carga y descarga de trescientos metros para el fondeo de los navíos de mayor calado.

Este edificio será más alto que la sede gubernamental, y su torre se verá desde lejos. El ala sur del fuerte será demolida, dejando un espacio importante, el cual será utilizado como galpones de carga con ingreso por las actuales calles Balcarce e Hipólito Yrigoyen.

La Aduana de Taylor, construida
La Aduana de Taylor, construida después de la caída de Rosas y el auge del comercio. Detrás, la Casa de Gobierno quedaba empequeñecida (Wikipedia - Tarjeta Postal (Coleccion Edgardo J. Rocca))

El presidente Sarmiento impulsará la creación del correo, dado que hasta ese momento todavía funcionaban las postas y los chasquis. Y en 1873 convocará al arquitecto sueco Carlos Kihlberg, el cual diseñará, junto a la casa de gobierno, el edificio de “Correos y Telégrafos” con una marcada mezcla de neo renacimiento italiano y detalles afrancesados. El edificio se completó en 1878 y fue inaugurado por el presidente Nicolás Avellaneda en 1879. Aunque también realizó reformas en la antigua sede gubernamental, que incluyeron un jardín y su reja por donde hoy se encuentra la explanada de la calle Rivadavia, así como la pintura de color rosado que fue distintiva desde entonces a esa sede. No hay certeza sobre las razones que llevaron a elegir ese color, que para algunos estaba dotado de significado político, para otros se debió simplemente a que esa fue la pintura que se consiguió, y un tercer grupo sostiene que fue una mezcla entre la cal y la sangre de vaca, la cual daba consistencia a la pintura a la cal. Como sea, la “Casa Rosada” obtiene su nombre de ese color con la que fue pintada, pero no se sabe a ciencia cierta el porqué de ese color.

El nuevo edificio de correos se verá imponente al lado de la simple y vetusta casa de gobierno y para dar más sensación de pequeñez por detrás de ella se ve el edificio de la aduana Taylor con su campanario y faro. El presidente Julio Argentino Roca en 1882, solicitó al departamento de ingenieros civiles un proyecto de ensanche y reparaciones, aprobándose el de un arquitecto sueco de nombre Henrik Aberg el cual proponía la demolición del fuerte y la construcción de un edificio igual al del correo, diferenciándolo por la incorporación de una galería balcón en el primer piso para el uso de las autoridades durante las fiestas y desfiles. Con el transcurrir del tiempo y de los gobiernos, ese balcón se hará famoso en la mitología del pueblo de la nación argentina.

La casa de gobierno en
La casa de gobierno en la época de Sarmiento y, a su derecha, el imponente edificio del Correo. https://www.cultura.gob.ar/

En 1884, el presidente Roca notó que la nueva casa de gobierno era insuficiente; por tanto se decidió expandir las oficinas gubernamentales al edificio de correos, ubicado al lado y construir otro edificio para el correo en otro sitio. Y así fue. Por tanto comienza la tarea de unificar los edificios proyectados por Aberg y Kihlberg y destinar ambos edificios exclusivamente a la función de gobierno. Para esta tarea es convocado el arquitecto italiano Francesco Tamburini.

Tamburini no vio con sumo agrado el trabajo de unión y ampliación, al que tildó de “desagradable y demasiado complejo”. Leemos en los escritos de Tamburini en referencia a los dos edificios: “Se encuentran diferentes estilos: las ventanas germanas del piso bajo no armonizan con las columnas del renacimiento o con las ventanas venecianas o florentinas del primer piso, las cuales a su vez forman un extraño contraste con los pesados techos germanos que cubren el edificio.”

La nueva Casa de Gobierno
La nueva Casa de Gobierno que ordenó construir el presidente Julio A. Roca, hecha a imagen y semejanza del edificio de Correo. https://www.cultura.gob.ar/

No obstante, Tamburini rediseñó la obra manteniendo prácticamente intactas las fachadas ya existentes, tratando de “armonizar sin ligarme de esas partes”, imprimiéndole un estilo clasicista italiano, visible en el recargado repertorio ornamental ejecutado junto a su colaborador, el escultor italiano Carlos Bianchi, el cual sobre el arco de entrada creará el escudo del escudo nacional con las catorce provincias y mediorrelieves a los costados del escudo: el de la izquierda representa la guerra, sosteniendo una espada, y el de la derecha la paz, sosteniendo un ramillete de olivo. A los costados de la galería, elevada por sobre el nivel de la mansarda, en sendos nichos pondrá otras dos esculturas: la de la derecha es la Justicia sosteniendo una balanza, la espada y la Ley, y la de la izquierda el poder de la patria, apoyada sobre un fascio y con un gorro frigio, símbolo de libertad. El arco culminaba con un reloj a modo de remate. El reloj tardó 126 años en ser colocado. Fue donado con motivos de las celebraciones del segundo centenario de la revolución de Mayo y se denominó “reloj del Bicentenario”.

Siguió la expansión del palacio hacia la actual calle Yrigoyen, terminada hacia 1896, y por último la imponente fachada este mirando a puerto Madero, con la cual el edificio fue inaugurado oficialmente durante la segunda presidencia de Roca, en 1898. Esta fachada está coronada por un imponente grupo escultórico, ubicado en la parte más alta del cuerpo central, pertenece al escultor italiano Carlos Bianchi y se denomina “Las artes y el trabajo coronando a la Argentina”.

El jardín de invierno que
El jardín de invierno que se construyó cuando el presidente Roque Sáenz Peña usó la Casa Rosada como vivienda. Fue el único mandatario que lo hizo (Facebook: Casa Rosada)

El presidente Roque Sáenz Peña, debido a una enfermedad que le impedía trasladarse, se convirtió en el único mandatario que utilizó la Casa Rosada como vivienda permanente. Para ello fue creado un jardín de invierno en 1910 -diseño del arquitecto francés Norbert Maillart-, ubicado en el lado oeste de la casa. En 1918 la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas de la Nación presentó un proyecto para la construcción de un cuarto piso sobre la terraza del palacio, que nunca fue ejecutado.

Lo que era la sala de espera, con el tiempo se trasformará en el corazón de la Casa Rosada, pasándose a llamar “el Salón Blanco”, que es una habitación ubicada en el primer piso. En él se realizan los actos de gobierno de mayor trascendencia; traspaso de presidentes , juramento de los ministros y secretarios de estado, discursos y mensajes dirigidos por el Presidente de la Nación, etc. El salón es pequeño y en su frente presenta una chimenea, y sobre ella el Busto de la Patria, obra del artista italiano Ettore Ximenes. Arriba del busto se encuentra el escudo nacional en bronce, sobre una placa de mármol. Coronándolo se observan dos ángeles en cuyas manos sostienen trompetas. Todo este conjunto ornamental fue comprado a la Casa Forest de París en 1910.

En el centro del salón una araña de bronce que pesa 1250 kilos y tiene 192 lámparas ilumina el recinto. Pende del techo, en el que se encuentra una pintura sobre tela del artista italiano Luis De Servi realizada en 1910 y es una alegoría que conmemora dos momentos claves de nuestra historia: la Revolución de Mayo de 1810 y la Declaración de la Independencia de 181. El dato curioso es que dicha pintura de caballete posee encastradas piedras semi-preciosas.

El Salón Blanco, corazón de
El Salón Blanco, corazón de la Casa Rosada, escenario de las ceremonias más importantes del Poder Ejecutivo (Presidencia de la Nación Argentina)

En 1937, el presidente Agustín P. Justo propuso la demolición total de la Casa Rosada (también había sido propuesta la demolición del Cabildo) para poder abrir una arteria que sería la continuación de la avenida de Mayo, y así desde la plaza de Mayo se podría observar el Rio de la Plata. A principios de 1938 comenzó a tirarse abajo la sección del antiguo edificio de Correos y Telecomunicaciones que miraba a la actual calle Hipólito Yrigoyen, reduciendo así el costado sur en 17 metros. Pero en febrero de ese año asumió la presidencia Roberto Marcelino Ortiz, quien en abril decidió suspender las obras de demolición y ordenó reconstruir la fachada. Pero se hizo en forma deficiente, y hasta hoy se nota ese trabajo poco logrado. Se construyó un nuevo frente hacia la calle Yrigoyen, y se decidió aprovechar la parte demolida para hacer un ensanche de la vereda. Con esta innecesaria demolición, se perdió la simetría de la Casa Rosada. El 21 de mayo de 1942 fue declarada Monumento Histórico Nacional por decreto N.º 120412/42.

En 1955 los militares argentinos bombardearon la casa de gobierno y la plaza de Mayo. En ese acto, lo miembros de la fuerzas armadas argentinas asesinaron a cientos de personas que transitaban por la plaza de Mayo y dañaron la Casa Rosada. El capitán de fragata Néstor Noriega descargó la primera bomba sobre el edificio, alcanzando a destruir totalmente el jardín de invierno.

El bombardeo de la Casa
El bombardeo de la Casa Rosada durante el segundo gobierno de Perón destruyó varios salones, entre ellos el Jardín de Invierno

En 1957 se inaugura el “museo de la Casa de Gobierno”. La casa sufrirá diversas vicisitudes a lo largo de su contemporánea historia. Cada gobierno que asuma querrá borrar la memoria del anterior. En el 2006 bajo el mandato del presidente Néstor Kirchner, se creó el llamado: “Master Plan Casa Rosada siglo XXI”. Se trató de la planificación para la restauración total del edificio con el objetivo de recobrar su forma: se restauraron por completo las tres fachadas que habían quedado sin restaurar, se recuperaron las molduras que habían sido dañadas por la vegetación, se demolieron cielorrasos, entrepisos y muros provisionales que se habían colocado en las últimas décadas para generar más espacio de trabajo, se deshabilitó el helipuerto el cual hacia peligrar la estabilidad del edificio. La plaza Colón fue enrejada y transformada en el jardín privado de la Casa Rosada. Las obras fueron continuadas por la presidenta Cristina Fernández, quien prosiguió con la restauración de los salones, los pisos de mosaico y la puesta en valor del mobiliario. También se recuperaron las pinturas murales que habían sido recubiertas con pintura blanca por los gobiernos militares y se inauguraron una serie de salas temáticas de diversas áreas de la cultura y la historia argentina como ser: Salón de los Pensadores y Escritores Argentinos; de los Científicos Argentinos, de los Pueblos Originarios; Salón Martín Fierro, Norte, Sur y Eva Perón. Y se creó la “Galería de los Patriotas Latinoamericanos”, en la cual se mostraban retratos de todos los patriotas y libertadores de América.

Con la llegada de MauricIo Macri a la presidencia de la Nación, también se realizaron algunas reformas. En una entrevista otorgada al diario “El País” el expresidente Macri relata el cambio de visión de su gobierno y de la Casa. En referencia a su despacho, del cual quitó los famosos cuadros de Belgrano, San Martin y otros padres de la Nación y cambió las fotos de la ciudad de Buenos Aires, aclaró que: “Esto no era un despacho para trabajar, era un museo…”. Asimismo en febrero del 2006, fueron retirados todos los cuadros de los Patriotas Latinoamericanos y enviados al museo de la casa de gobierno. En su lugar se colocaron fotografías de la ciudad de Buenos Aires y cuadros de artistas contemporáneos; asimismo se limpiaron los techos de construcciones anexas, y se cambiaron las luminarias del exterior.

El actual presidente Alberto Fernández retomó el “Master Plan…” y restableció en sus lugares originales del despacho presidencial los cuadros de Belgrano, San Martin y otros padres de la Nación; como también las pinturas de los Patriotas de Latinoamérica.

Es que la Casa Rosada no es solo un edificio, sino un órgano vivo de la política, y cambia, muta y se adecua a cada momento histórico de nuestra Nación.

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