Con el objetivo de prevenir nuevos accidentes, y en consecuencia víctimas fatales, la Ciudad de Buenos Aires instalará 75 nuevas cámaras para controlar el exceso de velocidad en calles y avenidas. En 2021 unas 96 personas murieron en siniestros viales, por lo que las autoridades porteñas buscan bajar aún más esa cifra.
A raíz de estas estadísticas, las autoridades anunciaron una renovación del sistema de fiscalización electrónica. Hasta el momento, unas 135 cámaras vigilan desde las alturas todo lo que sucede en las calles, pero con la reforma pasarán a ser unas 208. Estos dispositivos de última generación permitirán, entre otras cosas, mejorar el proceso de notificación al vecino infractor y la generación de evidencia de mayor calidad, con imágenes más nítidas. Cada uno reportará en tiempo real y será una fuente de datos para la planificación y gestión de la movilidad.
Según explicaron los funcionarios, las cámaras se colocarán en lugares con altos índices de siniestralidad. La ubicación de cada una es de acceso público, ya que “la intención es que los conductores conozcan las zonas de control y puedan revisar sus conductas antes de adoptarlas”.
A través de un documento, la Ciudad de Buenos Aires compartió los lugares donde se encuentra cada una. En el mismo se detalla la altura o intersección donde se encuentra el aparato, la calle o avenida y también el tipo de cámara: si controla velocidad o el cruce del semáforo.
Se encenderán y comenzarán a funcionar a principios de julio, luego de un proceso de concientización que se extenderá durante dos meses.
En el siguiente documento se detallan todas las cámaras de control que habrá en CABA y el lugar donde estarán ubicadas:
Según el informe anual del Observatorio de Movilidad y Seguridad Vial de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas, esa cantidad de fallecidos representa una tasa de mortalidad de 3,4 personas cada 100.000 habitantes.
Tres cuartas partes de las víctimas fatales fueron de sexo masculino (76%). Los siniestros de tránsito siguen siendo la causa principal de muerte en jóvenes. El 49% de las víctimas fatales tenían entre 25 y 54 años de edad; mientras que el segundo grupo es el rango etario de 15 a 24 años. La edad promedio de los fallecidos es de 43 años.
De los cuales, los motociclistas, los ciclistas y los peatones representan casi el 90% de ese total. Y entre los denominadores comunes siguen apareciendo la velocidad, con un 57%; pasar semáforos en rojo, 32%; y manejar bajo los efectos del alcohol, con un 21%. Por esa razón, la tecnología se vuelve una herramienta clave.
Respecto de las vías en las que ocurrieron, seis de cada diez víctimas se registraron en avenidas. Además, un 15% sucedieron en Autopistas, incrementando su participación respecto al promedio de años anteriores.
“En la Ciudad los siniestros viales están en los niveles más bajos de los últimos doce años. Esto no ocurre por casualidad o por arte de magia. Esto ocurre porque trabajamos con planificación, analizamos los datos, identificamos problemas y todo el equipo de la Ciudad actúa para lograr resultados”, había destacado Felipe Miguel, jefe de Gabinete de la Ciudad, en una conferencia de prensa virtual donde se comunicaron los datos.
Y agregó: “Por supuesto, esto no nos deja tranquilos ni conformes. Son 96 vidas que se cobró el tránsito producto de distintas infracciones. Venimos bien, pero hay que seguir redoblando esfuerzos para alcanzar los objetivos. Hoy estamos sumando más cámaras y apuntamos a tener, en 2030, la mitad de siniestros viales”.
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