“Es otro triunfo de la sociedad contra la hipocresía. Lo viví con la ley del divorcio, con el matrimonio igualitario, con el aborto. Soy un empedernido luchador contra la hipocresía. Hoy estamos ganando otra batalla”, con esas palabras el presidente Alberto Fernández anunció este martes durante un acto en Casa Rosada la promulgación de la ley que pone en marcha la industria del cannabis para usos medicinal y productivo.
Fue minutos antes de abrazarse y sacarse fotos con un una decena de activistas de la legalización de la marihuana invitados por el Gobierno a la ceremonia; hombres y mujeres que traccionaron este cambio de paradigma desde abajo, a riesgo incluso de su libertad, y desde hace muchos años; militantes que desarrollaron con el tiempo un caudal de conocimiento que ahora, con la flamante legislación, los pone en carrera para ser actores importantes en esta nueva matriz productiva. “¿Te acordás hace cuatro años? Esto era impensando, los cultivadores clandestinos con el Presidente, imaginate”, se entusiasmó uno de ellos.
Fernández, junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y a la fundadora de Mamá Cultiva Argentina, Valeria Salech, presentaron la promulgación de la ley en el Salón Mujeres Argentinas del Bicentenario en el Palacio de Gobierno. Lo hicieron en un clima de festejo. “Este es el kilómetro cero, ahora hay que empezar a trabajar y mucho”, propuso Salech, ante las sonrisas del Presidente y del Ministro.
“El cannabis era para gran parte de la sociedad una palabra prohibida. Y de repente empezamos a escuchar a un grupo de madres que decía que el cannabis hacía más llevadera la vida de sus familias. Algunos se hicieron carne de esta demanda”, dijo en su discurso Alberto Fernández, quien destacó en ese sentido a los militantes cannábicos y a la diputada entrerriana del Frente de Todos Carolina Gaillard, presente en el Salón, una de las legisladoras pioneras en proponer una regulación para todos los usos del cannabis, incluido el llamado “recreativo”.
Para el Presidente, Argentina pone en marcha una ley que es resultado “de un gran consenso”. Por eso anunció: “Hoy me toca promulgarla y es un día de alegría”.
“Uno descubre la trascendencia del cannabis y del cáñamo. Es un camino concreto para el acceso a la salud. Seguramente desde la tecnología se podrá ayudar mucho. Es federal. Es la posibilidad de generar trabajo. En una hectárea, se puede dar empleo a 30 trabajadores. Estamos dando un paso muy importante, fundamentalmente en términos de salud. Detrás de toda esta ley habrá una industria que dé trabajo, que exporte, que traiga dólares y que salve a la gente y termine con la hipocresía”, remarcó Fernández, quien repasó algunos datos de la industria global del cannabis industrial, que indica que para 2024 el mercado internacional de cannabis alcanzará los US$ 42.700 millones. “Los productores argentinos podrán competir con muchos”, dijo el Presidente.
El trabajo grueso de la ley -sancionada el 5 de mayo pasado en Diputados- fue realizado durante 2019 por un equipo del Ministerio de Desarrollo Productivo. En Casa Rosada, Kulfas explicó que se trata de “una ley que da respuesta a una necesidad de muchos años, está demostrada la capacidad del cáñamo y del uso medicinal del cannabis”.
A partir de esta legislación en Argentina se podrán producir y comercializar productos derivados de la planta de cannabis: desde aceites medicinales hasta cosméticos, desde autopartes a materiales para la construcción, desde ropas hasta alimentos.
La industria del cáñamo en Argentina, de hecho, no es nueva. Ya en el primer censo económico, para mediados del siglo XIX, se registraron varios cultivares de cáñamo en todo el país y eso siguió, con mayor o menor intensidad, casi hasta la dictadura de 1976, aunque el desarrollo de productos textiles sintéticos y el prejuicio de la marihuana como “droga” atentaron contra la producción de esta planta.
El Ministro destacó que la nueva legislación va a dar el marco adecuado para producir con trazabilidad, que apuntará a generar desarrollos regionales con “una fuerte presencia de PyMes y cooperativas” y repitió la estimación “conservadora” que el Gobierno proyecta para este negocio de cara a 2025: “Estamos previendo crear cerca de 10 mil puestos de trabajo”.
Kulfas fue el primero en dar su discurso y anunció: “Se inaugura hoy una nueva industria en Argentina”. Y destacó la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), que tendrá como función -entre otras- regular el otorgamiento de licencias de producción, la importación, exportación, cultivo, fabricación, comercialización y adquisición de semillas, de la planta de cannabis y de sus productos derivados con fines medicinales o industriales.
Valeria Salech evocó durante su breve discurso a Manuel Belgrano. Minutos antes de ingresar al Salón de las Mujeres del Bicentenario, de hecho, pidió sacarse una foto junto con una bella escultura del prócer en la Planta Baja de la Casa de Gobierno. “La lucha por la libertad de la planta empezó con Manuel Belgrano. Desde 1797 hasta acá muchas personas muy valiosas lucharon para este cambio de paradigma. Fue una construcción colectiva. Los que luchamos por el cannabis somos de poner el cuerpo”, dijo, visiblemente emocionada y sentada a la izquierda del Presidente (”por suerte”, aclaró sobre su ubicación, para risas de todos).
“La ley de cannabis medicinal (N de la R: en referencia a la 27.350 sancionada en 2017) nos enseñó que cuando se promulgan las leyes es el kilómetro cero. Ahora nos toca trabajar un montón para que sea reparadora de esos colectivos que pusimos corazón, cabeza y voluntad por el bien de la gente que necesitaba cannabis para su salud. Estamos para construir. Creemos en la Argentina”, dijo la referente de Mamá Cultiva Argentina.
También hablaron dos emprendedores por videoconferencia. Benjamin Enrici, presidente de Agrogenética Riojana, una sociedad anónima con participación mayoritaria del Estado provincial de La Rioja, consideró que la promulgación de la ley “es un hecho histórico” y que “permite ingresar a una de las cadenas de valor más importantes del mundo”.
“Cada vez más países van generando marcos regulatorios para producir más cantidad de productos de uso diario que genera miles de millones de dólares. Esperamos que a mediano plazo la mayor parte de la población mundial esté usando cannabis. Esta industria es rentable, sustentable, con impacto de generación en mano de obra. Argentina tiene todo para transformarse en un polo industrial a nivel mundial”, dijo Enrici, quien consideró que “esta industria viene a rescatar economías regionales y Argentina tiene el desafío de instalar la industria con la premisa de que todos los actores estén dentro de la cadena de valor”.
Pablo Fazio, presidente de la Cámara Argentina del Cannabis, en tanto, destacó que se trata de “un día histórico” y pidió “entrar (en el mercado) con mucha decisión, no hay tibieza posible, los desafíos no acabaron, tenemos obstáculos enormes que sortear y precisamos trabajar para derrumbar muchos preconceptos”.
Con la promulgación de la ley, ahora el Gobierno trabaja en la reglamentación. Si bien el Ministro de Desarrollo Productivo no se refirió al posible contenido de la normativa, Infobae pudo saber por fuentes del Gobierno que un equipo de la cartera que conduce Kulfas ya trabaja junto a Legales con el fin de -previa consenso con los ministerios de Salud y Agricultura, además del okey del Presidente- tener el decreto reglamentario en aproximadamente 90 días.
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