Encuestas entre vecinos, comercios abiertos y casas escondidas: así se vivió el censo en el Barrio 31

El barrio popular de Retiro realizó el registro estadístico con sus propias particularidades. Más de 1.000 vecinos del lugar se convirtieron en censistas y una gran parte de las entrevistas se realizaron en los pasillos

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Iginio Vargas y Carlos Acosta, dos vecinos del barrio Güemes, brindan sus datos a los censistas
Iginio Vargas y Carlos Acosta, dos vecinos del barrio Güemes, brindan sus datos a los censistas

Dos, seis, ocho aplausos. Otros cuatro golpes a mano abierta a una puerta de metal y el inexorable grito al aire: “¡Vamos, los de arriba! Bajen a censarse”, enfatizó a viva voz Claudia, una de las delegadas de la manzana 3, en la calle 11 de Mayo de 1974 al 400, dentro del histórico Barrio 31, en Retiro.

Las viviendas se multiplican en cada numeración. La consigna de los coordinadores es clara y se repite cada 10 minutos: “Al llegar a cada vivienda, empezar desde arriba hacia abajo”. Y así sucede lo que en una perspectiva amplia parece casi una danza, una coreografía: decenas y decenas de adultos con una pechera blanca, un lapiz negro en una mano y una planilla en otra, suben y bajan de las escaleras caracol en todas las calles del asentamiento popular.

En sus primeras cuatro horas de actividad, el censo realizado dentro del Barrio 31 ya incorporó sus particularidades y se desarrolló con características y un contexto diferente al de la mayoría de los barrios más urbanizados de la Ciudad de Buenos Aires. Los 1150 encargados de realizar las encuestas son vecinos del propio barrio. Hay saludos de amistad entre los censistas y los residentes encuestados.

Pese al feriado decretado por el Gobierno nacional, la gran mayoría de los locales comerciales se encuentran abiertos desde las 9 de la mañana. Desde la peluquería “Los Primos”, en la propia calle 11 de Mayo de 1974, hasta el kiosko de la calle Amor Porteño, ubicado a 200 metros, cuyo dueño le calentaba el termo y le cebaba un mate a una de las censistas que tenía todo el día de trabajo por delante.

Gran parte de los entrevistados son conocidos con los propios censistas
Gran parte de los entrevistados son conocidos con los propios censistas

Poco antes de las 8 de la mañana, Infobae acudió a la esquina de las calles Chejolán y Futaleufú. Allí se estableció el centro de la Fracción 2, una de las tres fracciones que contienen a los 54 radios (cuadrillas integradas por una veintena de vecinos), que partirán en minutos hacia los interiores del Barrio 31 para desarrollar el censo.

El Radio 14 arrancó su recorrida por el barrio Güemes a las 9.07. Dieciocho personas comandadas por la coordinadora Donatella se preparaban con timidez y con numerosas dudas en la confección de las planillas para realizar las encuestas.

“Vinimos con mi novia a hacerle el censo a nuestros vecinos. Nosotros somos de este mismo barrio y hacer esto nos sirve para sumar un poco para nuestra economía”, le dijo a este medio Yoel, quien estaba acompañado por su novia Araceli e interrumpieron su debate sobre el posible frío durante el resto de la jornada para charlar con Infobae.

Inicio de la jornada. La reunión de los censistas, antes de salir a "peinar" el barrio
Inicio de la jornada. La reunión de los censistas, antes de salir a "peinar" el barrio

Una puerta blanca con el domicilio de Carlos H. —Perette al 592— fue la primera puerta que golpearon los integrantes del Radio 14. No atendió nadie. “Es que a esta hora están todos durmiendo, va a estar difícil”, se lamentó Laura Godoy, quien vive en esa misma cuadra y hoy se encontraba censando a sus vecinos más cercanos.

La mujer, jefa de hogar de ese domicilio, recién se presentó ante los censistas media hora después y aclaró que había realizado el censo de manera virtual. Se estima que apenas el 10 por ciento de los más de 40 mil residentes de Barrio 31 anticiparon sus datos mediante la modalidad virtual. “Yo no lo pude hacer de manera virtual porque mi calle, que ya tiene nombre y numeración, no estaba reconocida en el padrón de la página. Entonces, lo voy a tener que hacer presencial”, explicaba Marcos Valdez, otro de los voluntarios en el operativo.

Willy Coca, el primer censista del Radio 14 en el barrio Güemes
Willy Coca, el primer censista del Radio 14 en el barrio Güemes

La primera casa censada por la cuadrilla del Radio 14 fue un domicilio ubicado en Carlos Perette al 586. Se trata de un bar con una casita detrás, donde viven una señora de 75 años y su hijo. Willy Coca, de 24 años, fue el primer censista del grupo.

“Hace unas semanas me dieron de baja de un trabajo en el rubro de la construcción. Yo sigo esperando que me salga algo grande para poder tirar al menos un añito”, explicó el joven que alquila una habitación dentro del barrio Güemes junto a su novia. Willy tardó unos 15 minutos en realizar la primera entrevista y aseguró haberse divertido: “Cuando le pregunté a la señora sobre si era descendiente de indígenas o africanos, explotó de risa, no podía parar”, afirmó.

Dos censistas suben por una escalera caracol hasta el último piso de una finca
Dos censistas suben por una escalera caracol hasta el último piso de una finca

Hoy es un día muy importante para el barrio. Ellos siempre quieren ser parte del resto de la ciudad y simbólicamente, poder participar de todo esto les da un sentido de pertenencia importante. Afortunadamente todas las calles tienen su nomenclatura y en junio se terminarán de poner todos los números de las casas. El valor que tiene eso para nosotros es incalculable”, explicó la ministra de Desarrollo y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires, María Migliore.

La finca del número 482 de la calle 11 de Mayo de 1974 parece representar uno de los mejores ejemplos de la dinámica del censo en el Barrio 31. Una puerta de reja que parece escondida detrás de una escalera caracol da lugar a un pasillo largo y oscuro. Al final del mismo, hay que subir otra escalera caracol para encontrarse en un primer piso con 6 viviendas. Todas sus puertas parecen amontonadas. La mayoría son pequeñas casitas del tamaño de una habitación y en casi todas vive una sola persona.

Muchos pasillos cuentan con puertas que conducen a casas vacías o abandonadas. Otras, puertas directamente dan a paredes de cemento de domicilios cuyo ingreso es desde la calle del otro lado. Por eso, los vecinos ayudaron a los censistas a cada momento para que golpeen las puertas de los domicilios habitados.

Los vecinos de esta pequeña comunidad salieron todos a la puerta de su casa a la espera de ser entrevistados. Mientras, charlan y comparten sus experiencias con los propios vecinos y con los censistas.

Carlos Acosta brinda sus datos a una censista, durante la entrevista realizada en la puerta de su pequeña casa de madera, en un primer piso
Carlos Acosta brinda sus datos a una censista, durante la entrevista realizada en la puerta de su pequeña casa de madera, en un primer piso

“Yo soy Carlos Acosta ¡Tengo 69 años! Nooo, perdón, señorita, 68. Todavía no cumplí”, afirma un simpático hombre con una gorra de lana en la cabeza y unas chancletas, delante de su casa hecha de madera y con techo de chapa en ese primer piso.

“Yo viví mucho tiempo en Lomas de Zamora, pero hace 25 años ya me vine para este barrio”, le reconoció Acosta a este medio. “Es más, en el censo del 2010, yo participé como encuestador. De hecho, me acuerdo en la casa que estaba cuando me enteré de la muerte de Néstor Kirchner”, agregó el hombre, que hoy trabaja en el sector de mantenimiento del Circuito KDT, a unas pocas cuadras del barrio.

A apenas dos metros de la casa de Acosta, subiendo una tercera escalerita precaria, está el domicilio de Adriano Coronel Galeano, un señor de 67 años, procedente de Paraguay y que tiene a toda su familia en su país natal. “Afortunadamente, ellos me ayudan desde mi país con algo de dinero. Yo estoy viejo y cada vez me cuesta más encontrar algo para hacer”, afirmó el hombre que nunca se sacó el barbijo y que en la puerta de su casa tiene la etiqueta de “Vivienda Revisada”, después de un censo del gobierno porteño realizado en el 2017.

Una censista, a la búsqueda de puertas de domicilios escondidos en los pasillos
Una censista, a la búsqueda de puertas de domicilios escondidos en los pasillos

A 300 metros de esas viviendas hay una discusión. Una mujer toda maquillada brinda sus datos a una censista y empieza a mantener una pelea con Mabel Valenzuela, la coordinadora de la manzana en cuestión, en la calle Evita al 400.

“Ella me dice que es inquilina y yo la entiendo. Pero lo que pasa es que el dueño de la casa donde vive ya me dijo que hizo el censo virtual y ya puso los datos de ella y de su familia, así que temo que se estén repitiendo los datos”, se lamentó Valenzuela.

Una buena parte de las entrevistas se realizaron en los mismos pasillos del Barrio 31
Una buena parte de las entrevistas se realizaron en los mismos pasillos del Barrio 31

Mabel llegó de Bolivia a la Argentina hace 37 años y desde hace décadas es una luchadora para mejorar las condiciones de vida del barrio. “Tratamos de hacer todos los días un poco más para que mejore la calidad de vida de este barrio. Por más que sea mínimo, los avances en la mejora se sienten en la vida cotidiana”, comentó.

Mabel dijo también que hoy era un día especial para todo el barrio y que le habría encantado que su hijo Adams pudiera disfrutarlo. Su hijo era nada menos que Adams Ledesma Valenzuela, el creador de Mundo Villa TV un medio audiovisual que era transmitido desde lo que era la Villa 31 y alcanzaba a 1.500 familias.

Mabel Valenzuela, a la derecha vestida de marrón, ayudó a sus 73 años a los censistas para la confección de las entrevistas
Mabel Valenzuela, a la derecha vestida de marrón, ayudó a sus 73 años a los censistas para la confección de las entrevistas

Adams Ledesma fue asesinado a puñaladas en septiembre de 2010 y su homicida fue condenado en 2012 a la pena de 18 años de prisión. “Mi hijo estaba en contra del narcotráfico y de la utilización de los más chicos para vender droga. Estaba haciendo campaña con eso en Mundo Villa y en poco tiempo lo mataron. Lo hicieron callar”, se lamentó Mabel, mientras sostenía con nervios las planillas con las más de 60 preguntas del censo.

Desde las Unidades de Proyecto Especial (UPE) del Barrio se estima que para las 16 se pueda haber barrido a la gran parte de los domicilios del Barrio 31. Sin embargo, los propios coordinadores de cada Radio, que no son residentes de la zona, se mostraron sorprendidos por la cantidad de viviendas que aparecen dentro de cada numeración.

Algunas entrevistas tuvieron que realizarse en viviendas de muy difícil acceso
Algunas entrevistas tuvieron que realizarse en viviendas de muy difícil acceso

Mientras tanto, a medida que se acercaba el mediodía, la vida en el Barrio parecía recuperar su normalidad. Lejos del feriado y del silencio del resto de la capital, en el Barrio 31 era todo movimiento. Música en las cuadras, humo de las parrillas ambulantes, los kioscos y almacenes abiertos y entre medio, los censistas. Ellos y ellas, con sus inconfundibles atuendos blancos, con sus hojas, lápices y stickers que trataban de acudir a cada rincón del Barrio 31 para registrar hasta el más mínimo detalle de sus habitantes.

FOTOS: Adrián Escándar

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