A las cero horas del miércoles 16 de marzo de 2022 se habilitó el sitio web digital.censo.gob.ar. Era el inicio del undécimo Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas, previsto para 2020 y postergado por la pandemia del coronavirus, de la historia argentina y el primero de su tipo: bimodal, primero digital, después presencial. Es, según el presagio de las autoridades del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), responsable de coordinar el relevamiento, un cambio de era: los próximos censos -el siguiente está previsto para 2030- seguirán siendo también digitales.
La ventana de la carga digital se extendió durante 63 días. El miércoles 18 de mayo de 2022 es, oficialmente, el Día del Censo. La opción de responder el cuestionario de manera online vence a las ocho de la mañana, cuando empiece, automáticamente, el operativo del relevamiento presencial. Cumplida la primera etapa, proseguirá la segunda: las visitas de las personas censistas a todos los hogares de la Argentina en un plazo de ocho horas. El recorrido de los casi 600 mil censistas urbanos y rurales, que censarán a más de 15 millones de viviendas y más de 45 millones de personas, terminará antes de las seis de la tarde.
Desde la mañana del miércoles 18, los censistas recorrerán cada una de las casas del país y lo primero que preguntarán es si realizaron o no el cuestionario digital. Porque la carga online de la información no reemplaza la visita presencial. El folleto del Indec subraya la palabra “importante” y explica: “El censo digital no exime que debamos estar en nuestras casas el día del censo presencial”. Por eso, también, se declaró el Día del Censo como feriado nacional, según la Ley N° 24.254, sancionada el 13 de octubre de 1993 y promulgada el 11 de noviembre de ese mismo año, a efectos precisamente de garantizar el correcto funcionamiento del relevamiento.
Quien reciba al censista en el hogar, podrá entregar el código alfanumérico de seis dígitos en caso de haber completado el formulario online. El código no debe estar impreso ni debe ser exhibido: basta que sea relatado para que el censista lo inscriba en el sistema y compruebe que el cuestionario esté correcto y completo. En caso contrario, se ejecutará el relevamiento tradicional. Para ello se imprimieron 37 millones de cuestionarios. Son, como máximo, 61 preguntas para responder divididas en dos módulos: el del hogar -lo respectivo al acceso a servicios, características de la vivienda, entre otras condiciones- y el de cada persona miembro del hogar. La carga será manual y se estima que el cuestionario para una familia tipo de cuatro integrantes no demore más de quince minutos.
Las autoridades sugieren que las preguntas se respondan desde la puerta de la vivienda por razones de prevención sanitaria. La persona censista acreditará su labor con una pechera, una bolsa con el logo del operativo donde llevarán los cuestionarios y una credencial con su nombre y apellido. La visita podrá ser entre las ocho y las seis de la tarde, y no es menester que todos los habitantes del hogar estén presentes: con que una persona mayor de 14 años sea capaz de responder todas las preguntas es suficiente. En caso de que por alguna razón no haya nadie en el hogar, se puede coordinar con algún vecino la entrega del comprobante de finalización al censista si es que fue completado el censo digital. Si nadie responde al llamado del censista, se contará esa vivienda como vacía.
El jueves 17 de marzo, según la información preliminar difundida por el Indec, ya habían completado el censo digital aproximadamente 857 mil habitantes: se registraron 410 mil cuestionarios de viviendas. Hasta las 18 horas del segundo día del censo digital se habían censado ya el 1,81% de las viviendas esperadas. El lunes 16 de mayo, el titular del Indec, Marco Lavagna, contó en rueda de prensa que el domingo anterior se habían inscripto datos de 750 mil viviendas y que el porcentaje de formularios online ingresados había escalado al 40 por ciento, lo que representa a “cerca de 18 millones de personas que ya lo han hecho de esta manera”.
Para las autoridades, la implementación del censo digital ya puede calificarse de “exitosa”. Superó ya el simulacro realizado entre noviembre y diciembre de 2021, cuando se articuló en el país un censo experimental, un operativo que permitió probar la aplicación de la combinación bimodal en torno al relevamiento digital y el barrido territorial. En Gálvez, departamento de San Jerónimo de la provincia de Santa Fe, el 35% de las 8.140 viviendas prefirieron suministrar los datos de manera digital.
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