Finalmente, después de más de dos décadas, la construcción de la línea F de subte en la Ciudad de Buenos Aires parece asomarse en el horizonte con algo de solidez. Sucede que el Gobierno porteño informó ayer que iniciará, con equipos propios, un estudio de ingeniería para su diseño.
La construcción de esta traza había sido prevista en una ley del 2001 y permanece estancada debido a la postergación de la licitación durante más de 20 años, lo que motivó una veintena de proyectos de queja desde el arco opositor.
El anuncio estuvo a cargo de la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) en referencia a la línea que, de acuerdo a la ley de noviembre del 2001, debe vincular en su trayecto a los barrios de Barracas, Constitución, Recoleta y Palermo, y cuya licitación para la concreción fue postergada por la gestión porteña en 14 oportunidades.
Según explicaron desde Sbase, comenzarán con “estudios de ingeniería con equipos propios” para “eficientizar los recursos existentes, adaptar el proyecto a las transformaciones que tuvo la configuración de la Ciudad de Buenos Aires en los últimos 20 años, y adecuarlo al contexto macroeconómico actual”.
Es que, manifestaron Subterráneos porteños, “se trabaja en una nueva propuesta” para el recorrido de la línea F, lo que, indicaron “significará un ahorro muy importante para el Estado y permitirá adaptar el desarrollo de la línea a una Ciudad que se ha configurado de una manera diferente”.
El primer tramo que contempla el estudio de ingeniería es el central, que une Constitución con la Plaza Rodríguez Peña y que, a futuro, permitirá combinar con todas las líneas menos con la H. Su extensión es de 5,2 km y se proyectan seis estaciones.
Además, incluye un enlace operativo con la Línea H, que ya estaba previsto, con lo cual se podrán utilizar los talleres de esa línea para los trenes de la nueva línea F, “maximizando la utilidad de la infraestructura existente”, señaló el comunicado oficial. “Este enlace operativo se ejecutará debajo de la calle Pacheco de Melo entre Callao y Las Heras. Tendrá 800 metros de longitud y se prevé utilizarlo como cochera para ocho formaciones”, indicaron.
De acuerdo a los cálculos oficiales, tal como precisa la agencia Télam, la licitación original tenía un presupuesto cercano a los 5 millones de dólares, mientras que “al hacerlo con recursos propios, tomando en consideración los costos directos de salarios y equipamiento y los costos indirectos, el presupuesto total estimado ronda los 3 millones de dólares”.
Puntualmente, el primer tramo a diseñar será entre la terminal Constitución de la línea C y la estación Palermo de la D, que coincide con la zona más densamente poblada, y que tiene una extensión de 5,2 kilómetros, con seis paradas proyectadas.
Al respecto, desde entonces se presentaron en la Legislatura porteña más de 20 proyectos con pedido de informes al Ejecutivo por el atraso en la aplicación de la norma.
En este sentido, la línea tendrá un rol central en la conectividad e intermodalidad de los viajes en la ciudad, ya que 8 de las 13 estaciones serán de combinación y tendrá 2 centros de trasbordo en Constitución y Palermo. Según precisaron de manera oficial, los objetivos planteados para la nueva traza son: llegar primero a zonas más densamente pobladas y con mayor cantidad y diversidad de actividades; lograr una mayor eficiencia: aumentar beneficios y reducir costos; optimizar el uso de la infraestructura existente; y priorizar la conectividad con otros medios de transporte.
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