Discriminación: tiene 6 años, es musulmán y en la escuela le escribieron “terrorista” en el cartel de su guardapolvo

Sucedió en Neuquén. La acompañante terapéutica de un niño con autismo fue la autora del mensaje discriminatorio, quien luego se disculpó. La mamá del chico, cuenta que además le hicieron lavar las tazas de los compañeros. La familia es de origen libanés y no es la primera vez que se enfrenta a este tipo de actos

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El cartel con el que
El cartel con el que el niño de 6 años salió de la escuela

Un nene musulmán de seis años regresó de su primer día, en segundo grado, con la palabra “terrorista” escrita en rojo, sobre el cartel identificatorio de su guardapolvo, donde antes había estampado su propio nombre.

“Cuando llegamos a casa y le saco el guardapolvo lo veo... ¡Casi me desmayo! Se me juntaron muchas sensaciones, pero no quería que él se diera cuenta ni pusiera mal porque no es consciente de la connotación de esa palabra. Al darme cuenta de que era la letra de un adulto le pregunté quién se lo había escrito y nombra a la que hasta ese momento se desempeñaba como acompañante terapéutica de uno de sus compañeros“, cuenta angustiada Romina Yeyén, la mamá del nene discriminado en una escuela de Neuquén.

Aunque esto ocurrió el 2 de marzo, la familia decide ahora hacerlo público y hablar también de los padecimientos que aún sufre la comunidad musulmana. Lamentablemente, ese no habría sido el único acto discriminatorio que vivió el niño debido a su religión.

“Luego de una reunión en la escuela, llegamos a casa, saqué sus cosas y vi que su taza estaba lavada. Le pregunté si él la había lavado y me dijo: ‘Si, y también lavé las de mis compañeros’... Le pedí que me contara qué fue lo que pasó: ‘La seño me dijo que lo hiciera’, respondió y le dije que no le corresponde hacer eso. ¡Fue muy feo pensar en que lo hicieron ir solito hasta el baño con dos tazas, volver por otras dos y así hasta que lavó las nueve! No sé si vivió alguna otra situación que aún no puede expresar porque varias veces me pidió no ir más e incluso se quedó llorando en la puerta y no quiso entrar”, dice quebrada.

Después de esa conversación con su hijo, consultó en el chat de padres. “Pregunté si a los demás nenes también les pedían que lavaran todas las tazas de sus compañeros, porque pensé que quizás se trataba de alguna practica habitual o algo similar que hacían todos, pero no. Solo a él lo hicieron lavarlas y no una vez. Los papás de los demás nenes se solidarizaron con nosotros”, agradece.

Una mujer musulmana denuncia que su hijo fue discriminado en una escuela de Neuquén

Romina no comprende por qué esto sucede y siente que no se toman el caso con la seriedad que amerita. “En la escuela minimizan lo que pasa, lo relacionan todo con nuestra religión. En una oportunidad la directora hizo alusión a mi vestimenta: dejó asentado en un acta que ‘la mamá se viste de acuerdo a su fe´ y no tenía ni por qué mencionarlo”, recuerda.

El reclamo de la madre y el motivo del cartel

La madre del chico admite a Infobae que lo que pasó la angustia mucho y que contarlo le da algo de calma. Sin embargo, no encuentra palabras que definan la sensación de dolor que perdura al pensar en que su pequeño deba padecer lo mismo que ella vivió de niña y desde que se convirtió al Islam hace 9 años, cuando comenzó a usar velo.

Por eso, no quiso que el episodio con el cartel quedara como un hecho aislado y fue a la escuela en busca de explicaciones: aunque no pudo hablar con la acompañante terapéutica en ese momento, la maestra del aula y la vice directora de la institución tomaron conocimiento de lo que sucedido. Unas horas más tarde, la docente en cuestión le envió mensajes de audio en los que, primero, negaba haber sido ella quien escribió “terrorista” en el cartel identificatorio de su hijo y luego lo admitió, pero alegando que el niño así lo pidió.

“Según me contó mi hijo, su compañerito le pidió a la acompañante que le escribiera ‘terrorífico’. Él lo vio, le gustó, se acercó a ella para que le escribiera lo mismo y escribió el insulto. No fue un error de sintaxis, fueron diferentes palabras y le escribió ‘terrorista’ a un nene musulmán. No es una confusión menor, se ve que fue algo subconsciente. Él no tenía idea lo que significa esa palabra, pero yo me quedé muy mal y cuando me preguntó qué significaba solo le dije que era algo malo”, cuenta.

Hamza sobre la alfombra de
Hamza sobre la alfombra de su mamá donde ella reza. El pequeño muestra interés en el Islam

Pensando en medidas a tomar, Romina imaginó que el colegio respondería con una capacitación para todo el personal contra la discriminación religiosa y que la comunidad educativa trataría el tema. Realizó un acta sobre lo sucedido, siguiendo el relato de su hijo y la acompañante del chico con autismo hizo su descargo. Luego se enteró que esa mujer se desvinculó voluntariamente de la escuela.

“Nunca quise que se quedara sin trabajo, solo reclamé porque estaba en el aula haciendo algo que no correspondía con sus actividades. Ella solo debía acompañar al nene con el que trabajaba y a quien jamás quise perjudicar”, asegura y lamenta que la familia así lo entendiera.

El rechazo por su velo

Romina tiene 39 años, nació en El Bolsón y a los 15 años se mudó a Neuquén capital. Pertenece a la colectividad libanesa y aunque no tiene nombre islámico cuenta que siempre padeció los comentarios discriminatorios aún cuando no profesaba la religión. Bastaba que asociaran su apellido con su ascendencia. Dice que sus hijos, de 6 y 3 años, ya muestran interés en la religión y que ella los guiará.

Apenada por lo que viven desde principios de marzo como familia, cuenta que estos episodios le hicieron revivir su propio dolor: “Cuando era chica, me preguntaban de qué origen era mi apellido Yeyén y cuando lo decían se burlaban de mí. O lo hacían por mis rasgos, por la forma de mis ojos... Yo padecí lo que ahora llaman bullying, no sé cómo se le decía antes, pero regresaba a mi casa llorando por las cosas que me decían y le decía a mi mamá que en la escuela me molestaban”.

Pese al paso de los años, aquello no cambió sino que se acrecentó desde que se convirtió al islam y comenzó a usar el velo.

La mamá del chico discriminado
La mamá del chico discriminado se convirtió hace nueve años al islam

“Antes trabajaba en la recepción de un gimnasio, y eventualmente en la sala de musculación. Me pedían que me lo sacara porque no daba buena imagen, la gente miraba... y yo lo hacía porque todavía no entendía mucho sobre mi derecho a profesar mi fe. Y terminé yéndome de ese trabajo. El velo siempre causó rechazo en la sociedad. Se notan las miradas y no solo de la gente en la calle sino de quienes tienen alguna autoridad o profesión. Cuando me hice el nuevo DNI la mujer que me atendió me dijo: ‘¿Qué es eso que tenés en la cabeza? ¡Sacatelo!’, pero para esa vez ya sabía que la ley me ampara y que podía dejármelo puesto”, explica.

Otro momento desagradable lo pasó en un supermercados y en un patio de comidas de Neuquén. “El personal de seguridad de los supermercados muchas veces nos persiguen o marcan, crean situaciones de ese tipo. Hace unos días fuimos con una hermana (otra mujer de la comunidad) al baño de un patio de comidas y la empleada que trabajaba ahí entró al baño para ver qué hacíamos, lo hizo tres veces. No fue casualidad”.

Gracias al apoyo de la comunidad musulmana, Romina pudo asesorarse en qué hacer ante los casos de discriminación que sufrió su hijo. “Pedimos apoyo al Instituto Islam para la Paz para entender si se trata o no de un caso de acoso y destrato contra nuestro hijo. Atrás mío hay una comunidad que me están respaldando, que me están asesorando y que me van a acompañar en todo. Pueden verme sola físicamente, pero están ellos detrás”, finaliza.

La denuncia del Instituto Islam para la Paz

“La familia del niño se acercó al Instituto para contar el terrible episodio de discriminación vivido en una escuela primaria en la provincia de Neuquén. Inmediatamente, tomamos contacto con el Inadi, cuyos miembros nos asesoraron en la denuncia formal por parte de los padres del niño ante esa institución”, comunicó en su cuenta de Instagram @islamparalapaz.

Allí también pidieron: “Hacemos un llamado para que un hecho así no suceda en ninguna institución, con particular énfasis en instituciones educativas vinculadas con la niñez y las infancias. Hechos de índole discriminatoria como estos, no siempre son denunciados o manifestados”.

Además solicitaron que en caso de conocer a una persona que “haya vivido un hecho de discriminación por Islamofobia” que se acerquen a ellos para ver “la posibilidad de hacer la denuncia ante el Inadi”. Además, piden que se llene un formulario del Observatorio Islámico Argentino para poder trabajar sobre estas cuestiones y así profundizar la capacidad de acción y cooperación entre ambas Instituciones.

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