“¡Camine, señora! Camine!”, aconsejaba Lita de Lázzari, el ama de casa que copó la pantalla de la televisión argentina buscando precios y dando consejos de economía casera. Con ella comparan a Gabriela Armoa, que con solo 22 años se confiesa promotora de ir a comprar a la avenida Avellaneda, caminar, buscar precios y motivar al consumo bien pensado.
“Antes que nada, tenés entender el mapa. Avellaneda hacia el lado de Juan B. Justo, es ropa femenina; y hacia el lado de Rivadavia, ropa masculina”, dice y revela un dato que, probablemente, pocos de sus 194 mil seguidores de TikTok conocían. El ingenioso video, que roza las 3 millones de reproducciones, tiene un mapa de la zona sobre el que explica qué calles conviene caminar y el recorrido por hacer para aprovechar mejor el dinero.
“Las mejores calles para comprar son Helguera, Cuenca y Campana, que tienen la mejor ropa y a muy buenos precios”, agrega en el video viral donde aconsejó a sus seguidores que se alejen de la avenida Nazca y Avellaneda porque son más caras. “Es mucho mejor caminar por Aranguren”, dice, porque en la primera los precios son más accesibles.
Debido a las repercusiones del primer video, subió otro para explicar cómo elegir talle cuando en la mayoría de los locales no se pueden probar las prendas. A ese sumó un tercero que responde a los interrogantes de sus seguidores que insistían con saber cuáles son los locales que recomienda.
“Hice una encuesta en Instagram para saber qué querían ver ustedes”, dice sobre el pedido de conocer dónde buscar sacos y blazers, ropa deportiva, puffers y chalecos, y jeans. Ahora prepara un cuarto video en el que explica cómo calcular el dinero que se debe llevar, porque en la mayoría de los locales no aceptan tarjetas. “Es importante hacer un listado de qué quieren comprar porque si no conocen caminan, no encuentran lo que quieren y se frustran”, le dice a Infobae sorprendida de las repercusiones de sus posteos.
La futura economista que quiere ayudar a ahorrar
Desde su perfil @babutecuenta, Gabriela, que es maquilladora profesional, comenzó a subir videos de consejos de maquillaje durante la cuarentena de 2020: desde lo básico a cambios de looks, los maquillajes más usados según las décadas hasta artísticos. Lo hizo hasta enero de 2021, pero los había dejado por el tiempo que le llevaba producirlo y que debía abocar entre el trabajo en una empresa de software y sus estudios en la carrera de Economía de la UBA.
Recién hace una semana retomó su cuenta en TikTok para compartir todo lo que había descubierto en la famosa avenida del barrio de Flores.
“Comencé a comprar ahí en 2018 y, en verdad, si no conoces es muy fácil perderse porque Avellaneda ofrece demasiada información. La idea del primer posteo surgió porque cada vez que les explicaba a mis amigas adónde ir a comprar no entendían, así que les hice un mapa explicando qué había en cada lado, cómo debían hacer el recorrido... y se me ocurrió subirlo a mi TikTok”, cuenta.
Su publicación, que llegó a más de 2300 comentarios y 437 likes en pocas horas, fue muy bien recibida por los usuarios y comerciantes de la zona, reconocida por tener prendas a buenos precios.
Atendiendo también a la situación económica que vive el país, reconoce: “Hoy es muy difícil comprar ropa por los precios tan elevados y en Avellaneda hay posibilidad de comprar buenas prendas y a un costo mucho menor. Hubo comerciantes de avenida Santa Fe que se molestaron por mis posteos comentando que los estaba arruinando, pero quienes compran marcas y pueden pagarlas lo seguirán haciendo”, asegura la joven que se enteró de las bondades de esa calle cuando hacía una producción de maquillaje.
“En ese tiempo, hacía a la par la carrera de maquillaje y el CBC en la UBA; al recibirme de maquilladora se me ocurrió hacer fotos de mi trabajo y tener un buen portfolio. Averigüé por Instagram si alguna marca le servía tener buenas fotos, con modelos maquilladas y se sumó una marca, una fotógrafa y un montón de gente. Cuando estábamos haciendo los cambios, le pregunté a una de las chicas cómo le surgió la idea y cómo hacía con la ropa y me dijo que compraba en avenida Avellaneda donde había remeras por 300 pesos. Como en ese momento yo no trabajaba, me pareció buena idea ir porque por ese precio en Palermo, mi barrio, no conseguía nada”.
Así comenzó a recorrer la meca de las compras. La primera vez que fue hizo lo que la mayoría de las personas: caminar sin rumbo solo sobre Avellaneda. “Con solo pasar de avenida Santa Fe a Avellaneda me sentí chocha porque los precios eran diferentes y de tanto caminar me di cuenta que podía meterme en las calles perpendiculares, y como sabía mi talle me compré tres jeans y un par de ropas para salir”.
A esa primera recorrida le sumó la segunda acompañada de su madre y entonces, por casualidad, descubrió lo que contó en su video viral.
“Cuando ella me acompañó con el auto, estacionar fue un caos y dimos muchísimas vueltas porque cerca estacionan quienes compran al por mayor para revender. Mientras mi mamá buscaba furiosa dónde estacionar noté que había como niveles de precios a medida que se alejaba de Avellaneda, que de un lado había ropa femenina y del otro, masculina. Fue todo un hallazgo para mi”, recuerda.
En las siguientes recorridas estudió más la conformación de la zona comercial. “Cuando volví caminé más y me di cuenta de que a medida que me alejaba del epicentro podía encontrar la misma prenda a un precio menor y si seguía bajando la veía a mucho menos, pero cambiaba la calidad de la tela. No era mala, pero sí diferente”, rememora.
Babu promedia la carrera de Economía y aportar este tipo de datos le gustan, la divierten y lo hace pensando en el bolsillo del consumidor.
“Si una prenda de vestir cuesta un salario mínimo, es demasiado. Hay gente que no puede pagar eso. Tener algo de marca ya pasó de moda. Hay cosas que no se pueden reemplazar, como las grandes marcas deportivas, pero si hoy no tenés un buzo de la marca del momento está todo bien, por ahí cuando yo era chica sí importaba. Hoy hay más movimientos autogestivos en Capital Federal que marcas de ropa oficiales”, admite.
Como vecina de Palermo, dice que en ese barrio hay tres opciones: las ferias, los galpones de ropas o explorar los comercios sobre las avenidas Córdoba y Corrientes.
“Es mucho más barato Avellaneda que Córdoba y cuando sos una persona que quizás no tiene un salario no podés comprar la ropa deseada, entonces se puede comprar algo similar allí”, aconseja.
Cuánto llevar para comprar en avenida Avellaneda
Sobre eso hablará en el video que está por subir a su cuenta. “Una de las cosas importantes es saber qué vas a comprar porque si vas a dar vueltas, nada te va a convencer o no vas a encontrar nada porque nada buscabas. Si, por ejemplo, querés comprar tres remeras y valen $ 1000 cada una hay que llevar $3500, siempre un poco más; hay que tener una lista de lo que se busca y dónde lo venden porque sino se complica por la cantidad de información que hay: ropa de oficina, de noche, deportiva, de entre casa, para salir, de fiesta, carteras, todo. No es como ir a un shopping donde hay pocos locales”.
También asegura que pese a la cantidad de personas que la recorren, sobre todo los sábados, cuando se va enfocado en buscar una prenda determinada no es imposible comprar aunque esos días algunos locales tienen largas filas. Por eso, es importante mirar en los demás locales antes de pararse a esperar el turno en uno.
“A una amiga le pasó que estuvo haciendo fila casi dos horas debajo del sol, en pleno verano, y cuando necesitó sombra pidió que le guardaran el lugar y se paró frente una vidriera que tenía el mismo short, porque son todos los mismos fabricantes, a $100 menos y no había gente. Siempre ves la misma ropa, por eso hay que saber buscar”, finaliza.
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