Un joven salió a navegar con una balsa casera hecha a base de tambores de plástico y desapareció en el mar

El hecho ocurrió el sábado en Comodoro Rivadavia. De acuerdo a las autoridades locales, las posibilidades de encontrar a Leonardo Almada con vida responderían a un “milagro”

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Leonardo Almada tiene 26 años
Leonardo Almada tiene 26 años

Un joven de 26 años desapareció en el mar durante la noche del sábado después de salir a navegar con una balsa casera hecha a base de tambores de plástico en Comodoro Rivadavia, Chubut.

Se trata de Leonardo Almada, oriundo de Trelew, quien el sábado había acudido a la costa atlántica de Comodoro Rivadavia para probar si su embarcación podía mantenerse a flote ante un clima con intensos vientos y gran actividad de la marea.

El subsecretario de Defensa Civil de Chubut, José Mazzei, explicó ante la agencia de noticias Télam: “La persona se introdujo en el mar en pleno temporal de viento con intención aparente de probar una balsa de construcción casera”.

Antes de embarcar, Almada se encontraba en la costa junto a un amigo, quien fue el que denunció la desaparición del aventurero. Al parecer, al momento en que el joven ingresó con su balsa al mar, había ráfagas de viento del Sudeste cuyas velocidades oscilaban entre los 70 y los 100 km/h.

“Por lo que nos dijo el denunciante, ni bien la balsa comenzó a flotar, empezó a ser empujada por el intenso oleaje que produce el viento. Eso hizo que en pocos minutos estuviera a kilómetros y al rato ya no se la vio más desde la costa”, detalló Mazzei.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido una alerta amarilla para toda la zona de Comodoro Rivadavia durante la jornada del sábado. Incluso, se anunció la alerta naranja para el domingo, debido al incremento en la velocidad del viento.

Dadas las complicaciones meteorológicas, los especialistas en deportes marítimos habían suspendido todo tipo de actividad en la costa durante el fin de semana. Por eso, la actitud de Almada fue considerada como una iniciativa de un riesgo tan alto como innecesario.

Incluso, el viento fue tan fuerte durante el domingo que en las primeras 36 horas fue imposible desarrollar las tareas de búsqueda por vía marítima del joven desaparecido.

Se estima que hoy, lunes, tampoco podrán llevarse a cabo las tareas a bordo del mar, ya que se esperan ráfagas de viento similares a las del fin de semana y un oleaje superior a los 5 metros de altura.

El funcionario aseguró que las las posibilidades de encontrar con vida al joven navegante son muy pocas. “Sería un milagro, ya que las olas son altísimas por el viento, que es dominante y es del sudoeste. Por lo tanto, todavía estaría empujando a la balsa más hacia mar adentro”.

Con este nuevo caso, la provincia de Chubut ya acumuló cinco búsquedas de personas a raíz de tragedias náuticas en las últimas tres semanas.

La avioneta de los tripulantes brasileños desaparecida
La avioneta de los tripulantes brasileños desaparecida

El miércoles 6 de abril, tres turistas brasileños cayeron con una avioneta monomotor en el mar, en las cercanías de Comodoro Rivadavia, cuando intentaban volar desde El Calafate hasta Trelew.

Se trata del empresario Antonio Carlos de Castro Ramos de 67 años (dueño y conductor de la nave), el médico ginecólogo Jean Carlo Nercolini (61) y el abogado Mario Enrique Da Silva Pinho (64), todos de la región sur de Brasil.

La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) informó el lunes 11 de abril que suspendió de manera definitiva la búsqueda de la avioneta y de sus tripulantes.

Por otro lado, el 15 de abril un niño de 4 años llamado Baruc Pacheco desapareció en el lago Musters, al sudoeste de Chubut, cuando probaba un bote inflable.

El niño viajaba en la rústica embarcación bajo la tutela de su hermana Luna Pacheco, de 21 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado flotando en el lago al día siguiente.

Como si fuera poco, el niño subió al bote con un “wader”, una suerte de mameluco impermeable que se utiliza habitualmente para pescar y que se desaconseja para la embarcación, ya que en caso de de una caída, el traje se adhiere al cuerpo o se llena de agua e impide la flotación.

Con información de Télam.

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