Desde hoy, tomarse un taxi en la Ciudad de Buenos Aires costará a los viajeros un 30% más caro. La nueva tarifa, aprobada por la Secretaría de Transporte y Obras Públicas porteña, reflejará que la bajada de bandera, equivalente a 10 fichas, costará $144, en lugar de los $111 que costaba hasta ahora.
Por ende, la ficha tendrá un precio de $14,40, en lugar de los $11,10 registrados hasta ayer. El aumento, que representa un 29,72% exacto surgió incluso antes de conocerse la inflación récord del 6,7% del mes de marzo.
Además del aumento, por cada 200 metros recorridos se sumará una ficha, al igual que por cada minuto de espera.
También se registrarán aumentos en los equipajes que aquellos viajeros trasladen. El transporte de una valija, un bulto o equipaje de mano menor a los 0,90x0,40x0,30 metros será gratuito. Sin embargo, cada bulto adicional tendrá un costo de 72 pesos, el equivalente a cinco fichas.
También habrá aumentos en lo referido a la tarifa nocturna. Entre las 22 y las 06 habrá un incremento del precio de un 20 por ciento respecto a la tarifa diurna. Por ende, la ficha pasará a costar de $13,90 a $17,40 y la bajada de bandera será de unos 174 pesos.
Si bien las tarifas de los taxis se mantuvieron congeladas durante el 2020 por la pandemia, a lo largo de todo el 2021 se registró un aumento total del 86,5%. El último incremento, precísamente había sido de un 30%.
“El servicio de taxis se vio afectado durante el contexto de pandemia repercutiendo negativamente en el sector. Los taxistas tienen costos fijos como el seguro, la verificación técnica vehicular y el GNC, entre otros. La desactualización de la tarifa generada por los diferentes incrementos en los insumos y costos involucrados repercuten negativamente en la ecuación económico-financiera de la actividad, elevando los costos y reduciendo la calidad y rentabilidad del servicio”, informaron fuentes de la Secretaría de Transporte a Infobae a inicios de abril para respaldar el aumento de hoy.
La decisión del incremento se llevó a cabo a través de una audicencia pública de forma virtual y contó con la presencia de representantes de diversas agrupaciones de taxistas. La mayoría coincidió en que la inflación perjudicó la rentabilidad de dicho trabajo.
”Solo trabajamos para poder comer pero no podemos pagar los arreglos ni el seguro, que es carísimo y aumenta cada seis meses. El último aumento fue entre el 45 y el 50 por ciento. Y ahora sube cada cuatro meses. No se puede sostener”, manifestó el primero de los oradores inscriptos, Sergio Pérez.
El mismo orador denunció que hay “150 autos truchos” que les roban el trabajo a los taxistas y destacó también el alto costo que supone para los taxistas tener que renovar las unidades: “Salía entre 2 y 2.5 millones de pesos. Ahora sale entre 3 y 3.5 millones de pesos”.
Por su lado, Jorge Celia, presidente de la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro, afirmó: “Quedamos pocos. De casi 38.000 licencias, es mucho si trabajan entre 15.000 o 18.000 (...) Es culpa de las aplicaciones y conductores ilegales. El Estado tiene que controlar a los servicios públicos de transporte y en qué condiciones están esos autos. Ahora resulta que son las empresas las que controlan eso. Creemos que hay que tomar decisiones políticas. Lo ilegal no debería estar funcionando”.
Durante la audiencia virtual, todos coincidieron en el mismo punto: este último aumento representa el equlibrio más justo entre los costos que a cada conductor o propietario le demanda sacar el vehículo a la calle y la rentabilidad de mercado.
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