Las imágenes son impactantes y escalofriantes. Todo transcurría con total normalidad en la estación Independencia, de la Línea Belgrano Sur, en La Matanza, cuando una joven que estaba esperando el tren empieza a sentirse mal y a caminar de forma zigzagueante sobre el andén para pedir ayuda. Sin embargo, no lo logró, impactó sobre la formación y cayó sobre las vías.
Antes de que la formación frenara para habilitar el ascenso y descenso de los pasajeros, la joven chocó contra una de las puertas e inmediatamente fue succionada hacia abajo. Pero ocurrió un milagro: quedó tendida en el hueco que hay entre las vías y el andén.
La reacción de los pasajeros fue unánime: todos se agarraron la cabeza y miraron para otro lado temiendo el peor final. Sin embargo, la joven fue rescatada sana y salva por el personal del Comando de Trenes Seguros, perteneciente a Trenes Argentinos, y trasladada al hospital Alberto Balestrini.
Toda la secuencia del accidente -de un poco más de un minuto de duración- quedó registrada en una de las cámaras de seguridad que tiene la estación, por lo que rápidamente se montó un operativo para auxiliarla.
Tal como puede apreciarse en las imágenes, un policía que estaba de guardia se arrojó sobre el piso y extendió su mano para rescatarla. Una vez que logró sacarla a la superficie, la joven fue acostada sobre el andén mientras todos los presentes aguardaban la llegada de la ambulancia.
A simple vista, la joven no presentaba ninguna herida cortante y podía moverse por sus propios medios, aunque fue retirada del lugar en silla de ruedas.
Luego, los médicos que la atendieron constataron que presentaba politraumatismos varios y pérdida de conocimiento. Ya fue dada de alta y su estado de salud es muy bueno, precisaron.
“Me bajó la presión y me desmayé”, relató Candela a C5N, quien en todo momento se mostró sorprendida de estar con vida. “Fue un episodio increíble, un milagro”, admitió la joven tras permanecer 12 días internada. El hecho ocurrió el 29 de marzo pero fue dado a conocer hoy.
“Lo último que recuerdo es que le pedí ayuda al señor de la remera rosa. Le dije ‘señor, me siento mal’. Voy tambaleando hasta que caigo”, recordó la joven. “Y después tengo recuerdos de estar tirada en el piso con gente a mi alrededor y en la ambulancia y luego en el hospital”, afirmó.
“No entiendo como estoy viva. No tuve ni un rasguño, ni en los brazos ni las piernas. Caí a las vías por el medio de dos vagones. No fue nada para semejante accidente”, admitió con asombro luego de haber visto el video de lo sucedido.
“Las imágenes recién me las mostraron hace dos días. Me da mucha impresión verme. Fue una suerte increíble por donde quedé. Si mi contextura física hubiese sido más grande quizás ni la contaba”, dijo Candela, quien además se mostró muy agradecida por la atención recibida en la estación de trenes y el hospital.
“No solo tuve suerte con el accidente sino también con las personas que me trataron”, remarcó la damnificada, que ahora deberá hacerse varios estudios para determinar las causas del desmayo ya que no es la primera vez que le ocurre en los últimos 4 años. “No es que me pasa seguido, pero me pasa”, se sinceró Candela, agradecida de no haber quedado con ninguna secuela física.
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