Un colegio privado católico del barrio porteño de Parque Patricios se convirtió en el escenario de un escándalo después de que padres y estudiantes iniciaran una protesta contra las autoridades de la institución debido a presuntos abusos sexuales cometidos por un alumno de cuarto año dentro del establecimiento.
El problema surgió en el transcurso de las últimas dos semanas, cuando algunos padres del Colegio San Vicente de Paul, ubicado en la calle 24 de noviembre al 1600, comenzaron a enterarse en boca de sus propios hijos de los hechos por los que se acusaba a ese estudiante de 15 años.
El alumno reside junto a su madre en el barrio de Nueva Pompeya. A lo largo de los últimos 15 días fue señalado por numerosas familias por manosear en las partes íntimas a otras estudiantes de la escuela.
La situación explotó luego de que una alumna le contara a una compañera que el joven había abusado de ella sexualmente dentro del colegio y que se encontraba desesperada. Así, empezó una ola de comunicaciones entre los padres de diferentes estudiantes y se constató que la situación era muy grave.
De inmediato, los chats de padres y madres se nutrieron de información, rabia, desconcierto y angustia, mientras se preparaba una exigencia de explicaciones hacia las autoridades de la escuela.
Como si fuera poco, las familias aseguraron que semanas atrás, al menos tres alumnas habían comunicado lo que ocurría al gabinete psicopedagógico, a la rectora y a las profesoras de catequesis de la institución y no consiguieron una respuesta acorde a la necesidad inmediata de acción.
De tal manera, el pedido de ayuda se trasladó hacia las ex alumnas u otras estudiantes del colegio, quienes fueron las que dieron aviso a los padres y así destaparon la olla del escándalo.
Además, las familias de las víctimas de los abusos denunciaron mediante grupos de whatsapp y de un informe que circuló entre alumnos y progenitores que la escuela no brindó asistencia psicológica a ninguna de las estudiantes abusadas y sí al alumno que se señalaba como el autor de los abusos.
Las familias denunciaron que la respuesta de la escuela fue que no podían “darle la espalda” a la situación actual del estudiante y que no tenían por qué dar explicaciones sobre el accionar y los pasos a seguir con el presunto abusador.
Fue así que de los grupos de chats se pasó a la acción. El último lunes, alumnos y padres de todos los cursos protagonizaron una sentada en el patio principal del colegio para reclamar acciones directas y pedir responsabilidades en el colegio. También estuvieron presentes algunos docentes, quienes mantuvieron discusiones y posiciones contrapuestas con los padres.
Durante el acto de protesta, tomaron la palabra algunos alumnos y hasta padres. Hubo quienes reconocieron haberse enterado durante esa misma reunión que sus hijas fueron víctimas de los presuntos abusos de ese estudiante.
Después de más de cinco horas de la reunión, los presentes acordaron la firma de un acta en la que los estudiantes elevaron un petitorio a las autoridades del colegio.
En ese documento, los padres y alumnos del Colegio San Vicente de Paul exigieron la expulsión del alumno acusado, contención psicológica para las víctimas y sus familias, la presencia de personal adecuado para tratar problemas de esa índole y un aumento y mejoras en las jornadas de Educación Sexual Integral (ESI).
En tanto, algunos familiares comentaron que al menos una familia realizó la denuncia contra el estudiante a través de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.
Por decisión de la escuela, el alumno acusado dejó de acudir a la institución en el final de la última semana. Existe temor de represalias o ataques violentos de otros estudiantes o de incluso familiares de las víctimas en las inmediaciones de la escuela.
SEGUIR LEYENDO: