La guerra en primera persona: el duro enfrentamiento con los ingleses en las Georgias que muy pocos conocen

Fue la primera acción de combate de una aeronave de la Armada Argentina. Yo era copiloto del helicóptero Alouette que, en el Bahía Paraíso, llegó a las islas el 3 de abril de 1982. El combate con los ingleses con disparos cruzados durante dos horas, los compañeros caídos, la rendición de los 22 marines y la emoción de ver izar la bandera argentina en Grytviken

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Muelle de Puerto Leith en
Muelle de Puerto Leith en las islas Georgias en el que los obreros argentinos acumularon las piezas del desguace. Habían ido por un negocio millonario y terminaron detonando en la Guerra de Malvinas

A principios de 1982, en el mes de enero, nos embarcamos a bordo del Transporte Polar ARA Bahía Paraíso con un helicóptero ALOUETTE (matrícula 3-H-110), perteneciente a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, con el propósito de realizar apoyo logístico a las distintas bases antárticas. Resulta oportuno puntualizar que, debido a que nuestra misión se desarrollaría en la Antártida (continente desmilitarizado), la configuración del helicóptero no incluía armamento. A bordo del buque también se encontraba embarcado un helicóptero PUMA del Ejército Argentino con el mismo objetivo de brindar sostén logístico a las bases argentinas que se encuentran en el continente blanco.

Ya promediando el mes de marzo nuestro buque, que se encontraba efectuando dicho apoyo a las Islas Sándwich del Sur, recibió la orden de trasladarse a las Islas Georgias del Sur, en virtud de que se había producido un altercado con un grupo de “chatarreros” argentinos que estaban realizando tareas de desarme en la zona de Puerto Leith.

Los antecedentes

La crónica indica que en la mañana del 19 de marzo, había arribado a Puerto Leith el buque ARA Bahía Buen Suceso. De éste desembarcaron 41 operarios con el propósito de realizar tareas, que llevarían aproximadamente 4 meses, de desmantelamiento de una fábrica que había sido adquirida por un empresario llamado Davidoff. Una vez en tierra, integrantes de ese grupo izaron una bandera argentina sobre una precaria estructura de carpintería. Ante este hecho, la respuesta no hizo esperar: cuatro hombres de la British Antartic Survey se hicieron presentes y exigieron que se arriara la misma, que volvieran a cargar el material desembarcado al buque y que se trasladen a la capital de las Georgias del Sur, Grytviken, para solicitar el permiso de desembarco correspondiente. Acto seguido, la bandera fue arriada.

Al día siguiente, se presentaron nuevamente los británicos entregando un manuscrito sin membrete, con un texto que no reflejaba sanción ni intimación alguna, sino simplemente que el contingente debía abandonar el lugar. Ante esta circunstancia, el encargado del grupo, y con el objeto de pedir instrucciones, retransmitió el texto a Buenos Aires. Cuando se recibió la respuesta, en la cual se reflejaban los argumentos de la presencia y posterior actividad del grupo de desarmadores, esta fue estéril ya que los miembros del British Antartic Survey se habían retirado del lugar.

Por su parte, ese mismo día el gobernador británico de las Islas Malvinas, Rex Hunt, informó a Londres que un grupo de civiles y militares argentinos habían desembarcado en Puerto Leith, que habían izado una bandera argentina y que efectuaron disparos de armas de fuego (en realidad sí se habían efectuado disparos, pero éstos fueron para cazar ciervos). Asimismo, la autoridad británica agregó que le indicaron a ese contingente que debían retirarse de las Islas Georgias, pero que el responsable del grupo había respondido que poseían autorización de la Embajada británica en Buenos Aires. Ante ello, el gobernador Hunt expresó que, según él, la Armada Argentina utilizaba al Sr. Davidoff para encubrir la presencia de marinos en la isla.

El desembarco de los chatarreros
El desembarco de los chatarreros en las Georgias

Ante los hechos acaecidos en Puerto Leith, el embajador británico en Buenos Aires, o sea la misma autoridad que había aceptado la llegada de los obreros el día 11 de marzo a las Islas Georgias, indicó al gobierno argentino que debía retirar al personal desembarcado, que el buque de la Armada debía salir de inmediato de esa zona y que, de no hacerlo, se tomarían medidas de inmediato. Argentina le respondió al embajador que el buque que los había trasladado, el ARA Bahía Buen Suceso, no era una unidad de guerra sino que era un buque de transporte de cargas, que zarparía de Leith el día 21 de marzo luego de completar su descarga y que, además, no había militar alguno en el contingente. Es importante agregar que el día 11 de marzo, se le envió al Embajador en Buenos Aires todos los detalles de la estadía y que él mismo dio su anuencia para el desembarco del mencionado contingente para desarrollar las tareas.

Como consecuencias de lo ocurrido, el 26 de marzo se ordenó al transporte Bahía Paraíso dirigirse a Puerto Leith con el objetivo de proteger a los obreros. Mientras tanto, en la Base Naval de Puerto Belgrano, se alistaron los buques argentinos para llevar a cabo una posible acción de recuperar Malvinas, operación que en ese momento no era de conocimiento por parte de las tripulaciones.

Hasta aquí los hechos previos que me permiten relatar lo que viví el 3 de abril de 1982 y que paso a compartir.

Helicóptero ALOUETTE III (Mat 3-H-110)
Helicóptero ALOUETTE III (Mat 3-H-110) operando con la Corbeta AR.A Guerrico en las Islas Georgias del Sur

Inicialmente hay que tener en cuenta que las fuerzas militares británicas, que luego se trasladarían a Gritvyken, tenían un preaviso de lo que podría suceder a partir de lo relatado.

La tripulación del citado helicóptero ALOUETTE embarcado en el Bahía Paraíso, estaba integrada por el entonces Teniente de Navío Remo Omar Busson en carácter de piloto, el Suboficial Segundo Julio Gatti como artillero y yo, como copiloto de la aeronave.

El día 3 de abril de 1982, muy temprano, arribó a las proximidades de Bahía Stromness-Puerto Leith, la Corbeta Guerrico, con 40 de Infantes de Marina y su armamento, los cuales luego serían trasladados al Bahía Paraíso, con el propósito de materializar un helidesembarco en Grytviken y así dejar instaurada la presencia argentina en la isla.

A partir de la llegada del buque, muchas fueron las actividades desarrolladas, entre ellas, diferentes vuelos logísticos que efectuamos con nuestro helicóptero ALOUETTE.

Los hechos

Aproximadamente a las 11 de la mañana decolamos del Bahía Paraíso. Nuestra tarea era clara: efectuar un exhaustivo reconocimiento del terreno con el propósito de identificar las diferentes rutas de aproximación y posibles lugares para el helidesembarco de nuestros Infantes de Marina, los cuales serían trasladados por el helicóptero PUMA del Ejército Argentino.

Finalizado el vuelo de exploración y analizada la situación, se recibió la orden del despegue del PUMA con la primera oleada de Infantes de Marina (15). Este helicóptero se encontraba al mando del Teniente Primero Alejandro Villagra, el Teniente Primero Eduardo López Leguizamón como copiloto y en funciones de mecánico, el Sargento Jorge Andrés Díaz Medín. Para esta tarea, el PUMA sería acompañado por nuestro ALOUETTE, cumpliendo la función de escolta armada, el cual contaba abordo con una ametralladora MAG, trasladada junto con la agrupación de Infantes de Marina. El vuelo de ambas aeronaves se realizó inicialmente por un cañadón próximo a la costa y luego se encaminó por una vía de aproximación que nos permitió arribar a un sector entre el muelle y la estación de radio, lugar donde se produjo el helidesembarco.

Embarco de la 1ra oleada
Embarco de la 1ra oleada de Infantes de Marina en el helicóptero PUMA del Ejército Argentino para iniciar el helidesembarco

Una vez arribadas ambas aeronaves, se produjo el desembarco a tierra de la primera ola de Infantes de Marina para el reconocimiento del terreno. Acto seguido, el PUMA regresó al buque, siempre escoltado por el ALOUETTE, con el propósito de embarcar y trasladar la segunda oleada. En tierra, los Infantes de Marina comenzaron su tarea, inspeccionando los edificios que se encontraban en las proximidades. Al iniciar el avance en dirección a Shackleton House, el Hospital de Grytviken, éstos reciben fuego de armas automáticas, circunstancia que da lugar al inicio del enfrentamiento.

Nuevamente en vuelo, el PUMA que había despegado del Bahía Paraíso con la segunda oleada de 15 Infantes de Marina para que brinden apoyo a la primera fracción que ya se encontraba en tierra, queda expuesto a la vista del destacamento de Royal Marines que se encontraba en el sector. La posición relativa entre el helicóptero en vuelo y el oponente significó que el PUMA quedara al alcance de las armas automáticas británicas que, con un intenso fuego, “granizaron” su estructura. Inicialmente, los proyectiles que impactaron en el helicóptero, no impidieron que el piloto lograra cruzar la bahía, pero posteriormente, el daño provocado obligó a la tripulación realizar a un aterrizaje en clara condición de emergencia, en la costa sur de dicha bahía.

Imagen de los impactos de
Imagen de los impactos de proyectiles británicos en el helicóptero PUMA

Inmediatamente iniciado el ataque, nos dirigimos con nuestro helicóptero para brindar apoyo al PUMA. Una vez aterrizados a su lado, y ante la evaluación de la situación, decidí en forma espontánea, salir del ALOUETTE y unirme a las fuerzas en tierra, con la intención de asistir al personal herido. Lo hice con la ametralladora MAG que se encontraba a bordo del helicóptero para repeler el fuego ya que nos encontrábamos fuertemente hostigados por las armas británicas.

Como consecuencia del ataque al PUMA, fallecieron los primeros conscriptos de la Infantería de Marina, Mario Almonacid y Jorge Néstor Águila mientras que otros cuatro resultaron heridos.

En tanto se desarrollaba este enfrentamiento en tierra, la corbeta Guerrico realizó un acercamiento a Caleta Vago para abrir fuego y así dar su apoyo desde el mar. Pero los imponderables de la guerra se hicieron presentes: el buque sólo pudo disparar con los cañones de 40 milímetros ya que las ametralladoras de 20 mm se atascaron y el cañón de 100 mm quedó sin servicio luego de un primer disparo. Completamente expuesta, la corbeta debió virar dentro de la ensenada abriendo fuego con las armas ubicadas en su otra banda.

Gráfico de la ubicación de
Gráfico de la ubicación de las Fuerzas y movimientos de la Corbeta ARA Guerrico y el helicóptero PUMA

Ante esta situación, el enemigo focalizó su ataque sobre la Guerrico con fuego de armas ligeras y con un lanzacohetes antitanques de 84 mm, el cual averió gran parte de la estructura del buque. En este enfrentamiento, falleció el Cabo Primero de Mar Patricio Guanca, resultando heridos otros cinco tripulantes de la unidad, algunos de ellos de gravedad.

Mientras tanto, el ALOUETTE, pese a que era un helicóptero de reconocimiento armado y no de transporte de tropas, movilizó en distintos vuelos a otros 10 infantes de Marina desde el Bahía Paraíso, a efectos de reforzar y dar apoyo al personal que se encontraba en tierra. A su vez, la corbeta Guerrico lograba salir fuera de la ensenada y por lo tanto del alcance de las armas enemigas, mientras las tropas argentinas continuábamos el fuerte intercambio de disparos con los Royal Marines.

Luego de más de dos horas de un intenso combate en tierra, se produjo la rendición de los 22 hombres que conformaban el destacamento de Royal Marines, haciéndolo con banderas blancas y lanzando bombas de humo del mismo color.

El Capitán de Navío (R)
El Capitán de Navío (R) Guillermo Guerra en 1982 durante la operación en las islas Georgias

La siguiente imagen de este episodio, hito fundamental de la operación, fue la de nuestros Infantes de Marina arriando el pabellón británico izado en el mástil de la plaza de Grytviken, mientras los Royal Marines se presentaban a su frente desarmados y con las manos en alto.

Luego del enfrentamiento, los Infantes de Marina de la Armada Argentina permanecieron en Grytviken con la tarea de defender la isla.Como corolario y justo homenaje, resulta importante mencionar nuevamente que en esta acción de combate, dieron su vida por la Patria el Cabo Primero Patricio Guanca, a bordo de la Corbeta ARA Guerrico, y los Conscriptos Clase 62 Mario Almonacid y Jorge NéstorAguila, pertenecientes al Batallón de Infantería de Marina N°2.

Cierro este relato, señalando que el helicóptero ALOUETTE (matrícula 3-H-110) y el PUMA (AE 504) pasaron a la historia como las primeras aeronaves argentinas en tomar parte de una acción de combate, durante la recuperación de las Islas Malvinas, constituyendo para el caso del helicóptero de la Armada, el bautismo de fuego de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros y por ende, de la Aviación Naval. Fue distinguida con la medalla “Operaciones en Combate” y cada uno de los citados tripulantes del helicóptero, con la condecoración “Honor al Valor en Combate”.

*El Capitán de Navío (R) Guillermo Guerra, perteneciente a la promoción 108 de la Escuela Naval Militar, desarrolló su carrera profesional en unidades de la Aviación Naval, operando principalmente helicópteros. Entre otros cargos cumplió las funciones de Comandante de la 1ª Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, Director de la Escuela de Aviación Naval y Comandante de la Fuerza Aeronaval N° 2. Como oficial Superior fue Agregado Naval a la Embajada Argentina en la República Oriental del Uruguay. Pasó a retiro durante el 2012. Por su actuación en la guerra de Malvinas recibió las siguientes condecoraciones: Honor al valor en Combate Armada Argentina homologada como La Nación Argentina al Valor en Combate, Medalla de Acero a los Combatientes, Operaciones de Malvinas, La Tierra de Fuego a sus héroes

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