Las fotos de un fin de semana a puro relax en un hotel de Villa Carlos Paz que una joven pareja cordobesa compartió en sus redes sociales terminó desatando una impensada grieta que puso en el ojo de la tormenta a los fenómenos paranormales.
Todo comenzó el sábado 19 de marzo cuando Agustín Da Col (24) sorprendió a Guadalupe Bravo (20) con una reserva de dos noches en el complejo Pinares Panorama para festejar los 4 años de noviazgo.
Una vez instalados en una de las habitaciones, Guadalupe decidió sumergirse en el jacuzzi de la terraza, que además de ofrecer una panorámica increíble a las sierras tiene vista a la pileta techada del hotel. Se puso de espaldas a la cámara y Agustín la fotografió en bikini sin advertir que un detalle perturbador se escondería detrás de esa imagen.
Cinco días después de haber inmortalizado ese momento con el celular, Guadalupe posteó la fotografía en su Instagram; la cual desató una catarata de comentarios por su belleza y escultural figura. Sin embargo, hubo uno que le llamó fuertemente la atención porque señalaba la aparición de otra presencia femenina, justo al borde de la piscina.
“¿El fantasma que está en la pileta techada salía también?”, le preguntó uno de sus seguidores. Al hacer zoom, la pareja constató la existencia de una silueta de aspecto fantasmagórico, digna de una película de terror.
Shockeado por la situación, Agustín compartió la polémica en su cuenta de Twitter, que segundos después se viralizó. “Obviamente nos fijamos al toque y se ve como una sombra. Le mandamos al hotel que se fijen en las cámaras y respondieron que era una huésped que se encontraba con su familia, pero nosotros nos acordamos que no HABÍA NADIE”, escribió el joven generando más misterio alrededor de lo sucedido.
Sin suponer el revuelo que se armaría, el joven fue blanco de ataque de todo tipo de especulaciones. Así como estaban los que lo acusaban de haber photoshopeado la foto para llamar la atención y conseguir más seguidores otros admitían haber sido protagonistas de hechos similares cuando se hospedaron en el mismo hotel.
Incluso, hubo una chica que aseguró que fue construido sobre un cementerio y otra que confirmó la presencia de fantasma en ese mismo lugar. “Si supieran que en casi todos los hoteles de Carlos Paz hay apariciones así siempre…”, deslizó alimentando más aún la intriga.
Las reacciones fueron de lo más divertidas y muchas de las preguntas quedaron sin respuesta: “¿Siempre son iguales los fantasmas? ¿Nunca hay una fantasma rubia? ¿Siempre de frente a la cámara? ¿Quién les da la ropa toda igual? ¿Por qué descalza? ¿Por qué sucia, si es un fantasma y no se puede ensuciar?”.
Consultado al respecto, Agustín le contó a Infobae que el insólito episodio ocurrió el domingo 20 de marzo a la tarde. “Eran las 19.15 horas. Lo recuerdo porque es la que le pase al hotel para que revisaran las cámaras de seguridad y se fijaran si encontraban algo raro”, relató el joven oriundo de La Calera.
“A esa hora del día hacía bastante frío. Recuerdo que cuando estábamos en el balcón de la habitación solo había una pareja de unos 30 años en la pileta, pero se fueron y no quedó nadie”, insistió al referirse en que en ningún momento se percató de que podían tener “compañía de otro tipo”.
La foto en cuestión fue sacada con el celular de Guadalupe y quedó en su carrete varios días hasta que decidió subirla a su Instagram. “Cuando el chico le comentó lo del fantasma, la foto ya tenía más de 100 ‘me gusta’ y nadie se había dado cuenta. Fue el único que se fijó en eso y nos hizo dudar a todos”, se sinceró Agustín.
Ante las críticas que recibió varios haters, Agustín quiso hacer varias aclaraciones: “No gano nada subiendo una foto editada. No creo en fantasmas, espíritus y esas cosas, por eso utilicé la palabra ‘sombra’ en mi tuit. El que puso ‘fantasma’ fue el chico de Instagram. La foto es totalmente real, yo solo conté lo qué pasó”.
El joven cordobés remarcó que solo usa sus redes sociales para “divertirse” y “poner cosas de Talleres” ya que es fanático de su club y fue en la cancha donde conoció aGuadalupe. “No soy youtuber, instagramer ni twittero. Nadie los obliga a creer, solo conté lo sucedido”, enfatizó.
Por último, lanzó una reflexión acerca de la experiencia que le tocó vivir: “Muchos me tildaron de aprovechar ese posteo para ganar popularidad y sumar seguidores, pero nada que ver”.
Sin embargo, la exposición que tuvo no solo lo benefició a él sino también a su novia ya que sumaron más followers. “En Twitter me empezaron a seguir más de 200 y me siguen llegando notificaciones. Lo que no me gusta es que a Guadalupe le empezaron a hacer comentarios un poco subidos de tono. Pero entiendo que son las reglas de las redes sociales y acá el que se enoja, pierde”, admitió el cordobés, aún sorprendido por el revuelo que generó su tuit.
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