Guillermo Benegas, más conocido como “Willie” en el ambiente del alpinismo, está vivo de milagro. El pasado 12 de marzo, mientras guiaba a un grupo de seis escaladoras en Big Cottonwood Canyon, una zona cercana a Silver Fork, dentro del Bosque Nacional Wasatch-Cache, en Salt Lake City (Utah), Estados Unidos, una avalancha sorprendió al argentino en pleno ascenso y se llevó la peor parte: a pesar de que fue rescatado con vida tras permanecer 23 minutos bajo casi 20 metros de nieve, sufrió la fractura de seis costillas y la perforación de un pulmón.
Si bien todo ocurrió hace tres semanas, recién ahora se conocieron los detalles del accidente del que fue víctima Benegas, a raíz de su conmovedor testimonio al blog del colega Alan Arnett. “Estaba sentado en un área empinada debajo de unas rocas, observando a mis clientes dar vueltas por la pendiente. No recuerdo cómo se rompió, pero la losa se soltó. Grité ‘avalancha’, manteniendo mis ojos en mis clientes. Lo último que recuerdo fue ver a mi cliente esquiar hacia un lugar seguro cuando comencé a montar la ola. Entonces todo quedó en blanco”, contó el argentino en el inicio de su relato.
A pesar de su comprobada experiencia en ascensos a las montañas más altas del mundo, incluido el siempre temido monte Everest -lo subió 26 veces e hizo cumbre en 13 oportunidades-, el andinista argentino no pudo escapar de la gigante masa de nieve que cayó sobre su cuerpo. “La nieve envolvía todo mi cuerpo, no me permitía moverme, me sentía completamente paralizado. Después de que me detuve, pedí ayuda tres veces, pero luego mi experiencia de supervivencia entró en acción y me calmé, sabiendo que mis compañeros de equipo comenzarían a buscarme”, señaló.
Con el objetivo de encontrar algo de tranquilidad en medio de la desesperación, Benegas dijo que redujo su respiración “para conservar tanto oxígeno” dentro de su pequeña burbuja de aire, y luego aguardó a que llegara la tan esperada asistencia. “Como estaba atrapado, pensé, así es como moriré. La única forma de sobrevivir era apagarse, entrar en hibernación. Visualicé a mis compañeros de equipo con sondas, y luego supongo que perdí el conocimiento”, agregó durante el diálogo con Arnett.
Mientras sus compañeros de grupo cavaban en distintos puntos en busca de su posición, uno de ellos dio aviso al 911 para solicitar refuerzos. Según el Centro de avalanchas de Utah, cinco minutos después de la liberación, llegó el grupo de búsqueda y rescate; tomó otra hora en trineo hasta una ubicación de zona de aterrizaje para concretar la evacuación en helicóptero.
“Willie” fue trasladado en avión a un hospital local en estado crítico pero estable. Allí se constató que había sufrido la fractura de seis costillas -cuatro del lado izquierdo y dos del derecho-, además de la perforación de uno de sus pulmones y heridas en su rostro por el fuerte impacto. En diálogo con el citado blog, el argentino estimó que la recuperación le demandará unos dos meses.
“Fue un milagro que mi hermano, moviéndose a una velocidad estimada de 30 millas -unos 48 kilómetros- por hora, no golpeó un árbol cuando la base del tobogán terminó en una densa arboleda de pinos”, reconoció Damian Benegas, hermano de “Willie”, durante un contacto con Arnett, luego de regresar a la zona del accidente para entender qué había ocurrido.
Con el fin de ayudar económicamente a “Willie” en su rehabilitación, Karen Diener, una conocida de los alpinistas argentinos, abrió una colecta en GoFundMe que, al momento de escribir esta nota, ya superaba los 24 mil dólares.
Los hermanos Benegas fundaron su compañía de guías en 1992. En 2015, Willie y Damian pasaron cinco meses en Nepal, ayudando al empobrecido país a recuperarse del devastador terremoto que mató a más de 8.000 nepalíes.
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