Una verdulería del barrio de Belgrano que potenció su clientela, una peluquería de San Nicolás que se hizo conocida en sus alrededores y una distribuidora de artículos de barbería que se afianza en el rubro. Las tres pequeñas y medianas empresas porteñas tienen un factor común: el desarrollo logrado a través de las redes sociales por jóvenes que se capacitaron en el programa Digitalizate+ que ofrece herramientas para lograr la trasformación digital.
Está dirigido a personas de entre 18 a 35 años que buscan seguir desarrollando su vocación y aplicar sus conocimientos asesorando a una pyme en su transformación digital y es organizado por el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción de la Ciudad, a través de la Dirección General de Políticas de Juventud.
“El marketing digital y el uso del comercio electrónico son habilidades cada vez más requeridas en el mercado laboral. Desde el Gobierno de la Ciudad, desarrollamos este tipo de programas para mejorar la empleabilidad de las y los jóvenes, capacitándolos en estas herramientas tan útiles y necesarias para su ingreso al mundo del trabajo”, asegura José Luis Giusti, ministro de Desarrollo Económico y Producción de Buenos Aires.
El programa que dura cinco semanas, consta de 10 encuentros virtuales de dos horas cada uno y quienes participen podrán elegir la especialización en marketing digital o en comercio electrónico.
La puesta en práctica
Anthony Llamocuri se inició en el mundo de las redes y digitalizó una verdulería familiar de Belgrano que desde hace 10 años vende frutas y verduras, también ofrece productos de almacén.
“Moisés nunca tuvo un proyecto para digitalizarse. Recién hace un tiempo pudo concretarse eso”, explica Llamocuri y dice que el primer gran paso hacia la transformación digital del comercio fue la creación de una página web y también de las redes sociales: “Mi labor consiste en sacarles fotos a los productos para luego publicarlas en Facebook e Instagram”.
Para él, lo más difícil fue el inicio de un mundo conocido pero no muy explorado. “No es común encontrarse una verdulería en las redes sociales, pero poco a poco nos fuimos adaptando”, asegura el hoy diseñador multimedia.
Desde que logró insertar la verdulería en las redes del barrio, asevera que creció la aceptación entre los clientes que entre los productos que ofrece el favorito es la clásica “bandejitas salteadas de verduras”.
Además, reconoce que el programa Digitalizate lo ayudó mucho a mostrarse de una mejor manera: “Seguí ampliando mis conocimientos y conseguí un empleo en una pequeña empresa de mudanzas internacionales. Allí también estoy promoviendo la transformación digital”.
Quien también pone sus nuevos conocimientos al servicio de un comercio familiar es Brian Anito, de 20 años, estudiante de Ingeniería Civil que colabora con la peluquería de su padre, ubicada en el barrio porteño de San Nicolás, y con más de 25 años de trayectoria.
Ante la necesidad de actualizar la manera de llegar a los futuros clientes del local, Brian decidió inscribirse en el programa y darle una nueva vida a comercio tradicional. “Es un curso realmente muy positivo, que considera el desarrollo personal de los jóvenes que lo realizan y también para las pymes que eligen confiar, ya que para ellas significa, en la mayoría de los casos, ingresar al mundo digital, alcanzar un nuevo público y generar más clientes”, opina.
En consonancia con este cruce entre lo actual y lo tradicional, Brian recuerda las conversaciones que tenía con su padre Néstor, dueño del local, sobre la posibilidad de ubicar a la peluquería en el plano digital.
“Cuando comenzó el curso tuvimos que elegir una PyME para desarrollar nuestras habilidades y decidí elegir la peluquería de mi papá. Al principio se resistió al cambio, pero cuando empezó a ver los resultados que traía el curso empezó a confiar en el proceso de digitalización”, admite y destaca que todos los tutores y coordinadores del curso fueron “súper amables y hubo un feedback increíble, sumado a todas las herramientas que nos brindaron para implementar en las redes sociales, como Instagram, Facebook, entre otras”.
“Lo más loco de la experiencia fue encontrarme con las reseñas que iban dejando todos los clientes en relación al local. No me esperaba que a todo el mundo le gustaran estos cambios”, resalta y concluye: “Significó un gran avance en el ámbito profesional y un enorme paso para conseguir futuros trabajos”.
Merybeth Liotta conoció las herramientas digitales para hacer lucir mejor las ofertas de su comercio en las redes sociales. Ella es cabeza de una empresa joven radicada en Argentina y Venezuela que distribuye artículos, utensilios y herramientas de peluquería y barbería.
“El programa me pareció muy interesante. En mi caso, hubo una buena comunicación y los profesores siempre estaban abiertos aportar y a recibir nuestros consejos”, cuenta Merybeth.
Liotta enumera con precisión las tareas que realiza para la empresa y que aprendió mientras fue alumna del programa como reconocer “el producto estrella”, como le enseñaron sus profesores. Para destacarlo, debió tomar fotos, grabar videos, armar historias que fue subiendo progresivamente a Instagram y a Facebook.
“Empezamos con un formato y un diseño para que la página se vea más amena y donde el perfil del feed se vea mejor”, explica y destaca que “el hecho de que sea gratuito no significa que sea básico. Dan herramientas y el material de apoyo, y enseñan cómo utilizar todas esas herramientas para que la PyMe sea digitalmente desarrollada al 100%”, concluye.
Los cursos son, con cupo limitado, son online y gratuitos. Hasta el 11 de abril hay tiempo para inscribirse en la página https://www.formulariosgcba.gob.ar/kbmJMBlj7en3Orxa6VPp/canal/web.
Al finalizar el ciclo, quienes cumplan con las distintas instancias dentro del programa, recibirán una asignación estímulo y un certificado emitido por el Gobierno porteño que durante 2021 brindó 1.000 oportunidades de formación.
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