Una gran polémica se generó en Tucumán luego del insólito episodio ocurrido en pleno centro de la capital provincial, donde agentes de tránsito le secuestraron la bicicleta a un repartidor porque supuestamente estaba mal estacionada. En el operativo, los funcionarios -sin un uniforme que los identifique- cortaron la cadena que ataba el vehículo a un árbol y se lo llevaron, a pesar de que el trabajador llegó antes de que lo subieran al camión municipal.
El increíble procedimiento ocurrió en la calle 25 de Mayo al 300 y fue filmado por testigos que pasaron de casualidad por el lugar. En el video se escucha la bronca y el reclamo otros transeúntes al ver el impresionante despliegue de al menos cinco agentes para llevarse la bicicleta. Sin embargo, no hubo caso y la incautaron. “Pasan de a cinco en una moto y éstos no hacen nada”, se quejó uno de los transeúntes que filmó el momento.
El subsecretario de Transporte de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Enrique Romero, explicó la medida en diálogo con el diario La Gaceta de Tucumán. Según dijo, la decisión de llevarse la bicicleta radica en la ordenanza 2114/93, que “regula los elementos fijos o móviles, oficiales o privados, que perturban el libre desplazamiento de peatones y/o vehículos o actúan en detrimento del paisaje urbano que debe preservarse como `Patrimonio de la Ciudad´”.
“Se ha mejorado el espacio público para darle prioridad al peatón, para que transite tranquilo. Pero acá pareciera que cualquiera mira sólo su propio ombligo y estaciona donde quiera”, agregó el funcionario. En ese sentido, Romero aclaró que este tipo de operativos se lleva adelante hace tiempo y no se cobra multa. “Es para que los tucumanos adviertan que no se puede estacionar en cualquier lado”, dijo.
Además, sostuvo que los inspectores primero advierten con un silbato a los infractores y se identifican con el uniforme. En ese caso, los agente estaban vestidos de civil. “Les tiran la bronca porque no les gusta el orden”, añadió. También dijo que muchos comerciantes y vecinos se quejan de las bicicletas y motos mals estacionadas. Los vehículos -sostuvo- son llevados a un galpón municipal donde los dueños pueden retirarlos sin pagar un solo peso y luego de demostrar que son los propietarios.
Lucas Juarez es el nombre del delivery afectado por el operativo. Eran las 9:15 y estaba por buscar el segundo pedido del día en una cadena de hamburguesas. Un colega le advirtió que los agentes se estaban llevando su bicicleta, salió a toda velocidad pero no pudo hacer nada. Pese a llegar a tiempo, los oficiales cargaron el vehículo al camión y se lo llevaron. Le dijeron que “no se gaste” y que se dirigiera hasta el corralón oficial para retirarlo.
“Fue un acto de hurto, me rompieron el candado, no sé si tienen esa potestad, me pareció una gran impunidad la forma en que actuaron”, dijo Lucas en diálogo con el diario El Tucumano, quien se quejó por la ausencia casi total de estacionamientos para bicicletas, especialmente para quienes trabajan como repartidores.
Sin perder demasiado tiempo en tratar de razonar con los cinco agentes que le sacaron la bicicleta, el joven se dirigió hasta el galpón municipal.
Al llegar, se encontró de frente con Romero, el subsecretario de Transporte, con quien mantuvo un breve debate, por momentos, subido de tono. “Me acerco y lo saludo respetuosamente y le cuento que estaba trabajando. Su respuesta fue que yo no podía dejar la bici ahí y le contesto que entonces qué solución podía darme para que pueda trabajar normalmente: me dice que tengo que pagar estacionamiento privado”, recuerda, indignado, el repartidor. “Me dijo directamente que a él no le interesa, lo hizo de una manera totalmente soberbia”, agregó.
La bicicleta que usa Lucas para trabajar fue un regalo de su padrino, reemplazo de la bici que tenía y que le habían robado dos años antes, también mientras trabajaba. Con esta actividad junta dinero para pagar sus estudios de Diagnóstico por Imágenes y ayuda en los gastos de la casa, ya que su papá sufrió un ACV y ya no puede trabajar.
“Yo necesitaba seguir trabajando, perdí el día y no me repusieron el candado. No me hicieron multa, solo me sacaron una foto para comprobar que me habían devuelto la bici y me dijeron que la próxima trate de dejarla donde no se vea”, dijo.
Hace tres años que trabajo yo de esta manera. En horas pico es intransitable el centro por los autos estacionados en doble fila y a él (Romero) le molesta una bicicleta atada a un árbol”, se lamenta Lucas y culmina: “No puedo creer que sigan operando así, con total impunidad”.
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