Una mujer de 87 años murió después de ser atacada por un perro de raza pitbull justo cuando la señora intentaba evitar que el animal mordiera a su mascota, un perro caniche.
El hecho ocurrió el viernes por la mañana en la ciudad de Realicó, provincia de La Pampa. La mujer, llamada Hilda Griotti, perdió la vida más de 24 horas después, cuando había sido internada en un hospital de la ciudad de General Pico.
De acuerdo al testimonio del comisario de Realicó, Leandro Ernst, la Policía local recibió un llamado al 101 por una pelea de perros. Una vez que los agentes acudieron al lugar de los hechos, se toparon con la trágica escena.
“El llamado que entró fue por una pelea de perros. Hasta ahí no sabíamos que había una intervención de una persona (...) Los agentes se enteraron por un vecino de Hilario Lagos que pasaba por el lugar con una camioneta y se detuvo para tratar de frenar el ataque”, dijo el comisario a El Diario de La Pampa.
“En rigor, esa persona vio primero una pelea entre dos perros y los separó. Fue a un negocio y al salir, vio que el pitbull estaba atacando a otro perro. Entonces, cuando el personal policial entra, el pitbull ya había dejado de atacar al perrito y estaba atacando a la señora”, agregó.
Las mordidas del pitbull le provocaron a Griotti heridas gravísimas en sus extremidades. Tal fue así que una vez internada, debió someterse de urgencia a la amputación de una de sus piernas.
Hasta el momento, las autoridades policiales de Realicó no pudieron identificar al dueño del Pitbull que provocó la muerte de Griotti. “Las pruebas y los indicios están incorporados en la causa. Vamos a ver si sirven como para determinar quién es el dueño”, afirmó Ernst.
Y completó: “Hay elementos. Y convocamos a quien sepa algo, que declare ante el fiscal o en la comisario. También es el compromiso de la sociedad de aportar la identidad. Esto no es algo que trabajamos todos los días. No es fácil probar la tenencia de este perro ahora. Es un poco de compromiso y solidaridad”.
Según contó el mismo comisario, después del ataque el perro fue atado de un árbol y terminó muriendo de asfixia, ya que se ahorcó con la propia soga en su intento por soltarse.
En tanto, la mujer de 87 años perdió la vida el mismo sábado por la noche, más de 24 horas después de haber sido atacada.
El domingo, la provincia de La Pampa fue escenario de otro ataque de un perro a una persona. Esta vez ocurrió en Santa Rosa, en un domicilio ubicado en la calle Paraná al 200. Un perro cruza de raza dogo se estaba peleando con otro perro en el patio de la casa de una familia y en circunstancias que se desconocen terminó mordiendo en el cuello a un niño de 2 años que vivía en la misma casa.
Cuando la madre del menor vio la situación, intentó asistir a su hijo y también recibió una mordida por parte del animal en uno de sus brazos.
De acuerdo al medio Infotecrealicó, el menor se encuentra internado fuera de peligro. Los médicos del hospital Lucio Molas advirtieron que el chico quedará en observación para analizar la gravedad de las heridas.
Por su lado, la Fundación Vidanimal y Apani manifestaron su preocupación y deslizaron críticas al Estado ante los recientes ataques de perros a personas, dos de los cuales fueron cometidos por pitbulls.
“Recientemente se produjeron desgraciados hechos que involucran a estos perros identificados como de ‘razas potencialmente peligrosas’. Sucedieron en distintas localidades, pero estamos ante una problemática en común en nuestra provincia y en gran cantidad de ciudades del país, y como caso testigo podemos referirnos a lo que sucede en Santa Rosa”, afirmaron en un comunicado.
“Los criadores y vendedores de pitbulls (o de otros perros de gran porte) no hablan. Los veterinarios que reproducen y venden animales que luego nadie puede manejar, no advirtiendo a los posibles compradores el nivel de compromiso que exige tener un perro pitbull y que no desalientan su compra, tampoco hablan (...) El Estado que no regula ni interviene con respecto a la cría y venta de esta raza, cuando se ve que son ofrecidos por las redes sociales como si fueran papas, tampoco dice nada. No saben, no contestan, no opinan. Y mientras todo esto sucede, la comunidad se siente abandonada. Muy triste todo”.
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