Luciana Ofman es bailarina y profesora de danza jazz. La calidad de sus interpretaciones, sus actuaciones y su histrionismo se despliegan frente a la cámara de su celular, entre las paredes de su habitación. Tiene 23 años, es estudiante de Ciencia Política en la Universidad de Buenos Aires y suma 82 mil seguidores en TikTok, más otros 11 mil en Instagram. Sus contenidos se comparten con virulencia, sus videos alcanzan la categoría de virales y su fama se posa en sus resúmenes políticos: una aguda mirada de la realidad argentina con foco en el gobierno de Alberto Fernández.
Sus publicaciones no duran más de 59 segundos. Con una dicción simpática, exagerada y acelerada, ensaya un editorial crítico de los acontecimientos políticos. Su último video disparó su promedio de visualizaciones: más de 151 mil personas vieron su repaso del ataque al despacho -en realidad, al video posterior- de la vicepresidenta Cristina Kirchner en el marco de las manifestaciones de grupos opositores en contra del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En menos de un minuto acumuló 179 palabras para ironizar sobre la veracidad de la agresión a la oficina de la ex presidenta. Dice: “La Reina Polenta haciéndose la víctima en una producción digna de las novelas de Suar mostró cómo quedó su despacho (nuestro) luego los ataques. Justo había una cámara profesional esperando para enfocar el momento exacto en que entran las piedras y que por un acto poético del destino y la casualidad impactan y aterrizan en los libros de Perón, Evita y en el cuadro del Diego. Hay que tener una puntería, qué raro que se escucha perfectamente cuando se rompen los vidrios pero no los gritos de afuera. Pasó Tinelli y dijo ‘che, no da’. Lo que son los milagros peronistas: hacen aparecer y desaparecer botellas de agua, gaseosas. Ahora solo falta que aparezca el asado. Cuando una piedra pasó a centímetros de la cara de nuestra polenta queen en una secuencia heroica, Maximus Fortnite soltó la play, activó el modo guardaespaldas y ayudó a escapar a su mami. Súper Berni pregunta ‘¿cómo no me llamaron para semejante épica?’. Voz en off, relato dramático con un dejo de tristeza, porque esto es Argentina. Reina polenta, te dejo este besito”.
En todos los videos se despide igual: deja un besito. Su cuenta tiene 517 publicaciones. Las primeras no tienen el mismo mensaje ni el mismo lenguaje que las últimas. En dos años, atravesó distintas etapas para convertirse hoy en un auténtico fenómeno de TikTok. “Arranqué a principios de la pandemia cuando todo el mundo empezó a descargarse TikTok. Hacía videos, bailecitos, pero cuando empezaron los atropellos a las libertades individuales, me cansé y empecé a subir videos con mis ideas. Al principio no eran de humor, hasta que encontré el nicho: a la gente le gustaba y comentaban mis videos”.
Su desembarco en la actualidad tuvo lugar en plena pandemia por el covid-19 y el confinamiento de la población que, además de impulsarla a seguir generando contenido, la fue llevando a la arena política. Ella, que había empezado a cursar el CBC en 2017 de la carrera de ciencias políticas, se sintió cómoda. Cuando descubrió que los apodos que les ponía a los políticos causaban gracia, cuando se dio cuenta que sus seguidores reaccionaban a sus contenidos, hizo un giro y centró su producción a su mirada sobre la coyuntura política.
Un video en el que habla de la jubilación de Cristina Kirchner tiene más de 264 mil visualizaciones, uno en el que critica la inversión para mejorar la conectividad en las cárceles acumula más de 325 mil visualizaciones, otro en el que ironiza sobre la compra de trenes eléctricos para un ramal no electrificado lleva más de 261 visualizaciones. “La gente se ríe y a mí me hace bien que aunque sea les alegran un poco el día. Me llena el alma que digan que se rieron por un video que hice”, describe.
Su producción depende de la actualidad, pero desde hace varias semanas se propuso subir uno por día. “Pasa que acá siempre hay temas, este país no te da descanso”, dice. Lo pudo haber pensado antes de dormir, en la ducha, el día anterior. “Siempre estoy pensando qué subir. Lo practico un poco y ya está: lo filmo y lo subo”, cuenta.
Dice que lo hace porque la discusión política la apasiona: “Lo hago porque me gusta sinceramente, no es que tengo un rédito económico por la cantidad de visualizaciones o de seguidores”. Y aunque no lo proyecta, se anima a imaginarse compartiendo una mesa de política en algún programa de televisión. “Sería un sueño. Lo que más me interesó siempre fue la opinión pública y el análisis político. Siempre me acuerdo cuando iba al escuchando la radio o las columnas de política que leía en el diario”. Por el momento, asegura, la prioridad es terminar la carrera. Después verá.
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