Fito Paez, Roberto Arlt y el álbum sobre Los Siete Locos que tardó más de 25 años en salir a la luz

El músico rosarino editó un álbum de música instrumental (excepto un tema) basado en la obra del escritor porteño. Con él colaboró Ezequiel Silberstein, el director de la Orquesta Juvenil del Teatro Colón

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Fito Páez tomó Los Siete Locos de Roberto Arlt para su nuevo disco, casi todo instrumental
Fito Páez tomó Los Siete Locos de Roberto Arlt para su nuevo disco, casi todo instrumental

Roberto Arlt fue uno de los más influyentes escritores argentinos, uno de nuestros orgullos más a mano siempre. Es que desde sus aguafuertes hasta sus cuentos lo podemos tomar de referencia dos o tres veces por día. Sagaz observador, poseedor de una refinada intelectualidad, su pluma dio muchas de las páginas mas brillantes de las escritas por esa brillante generación de literatos argentinos, que mostraron lo que éramos desde todos los costados.

Los jóvenes que hemos crecido con el rock, que a todo llegábamos desde el rock, estamos tan marcados por los Beatles, Rolling Stones y Luis Alberto Spinetta como por Leopoldo Marechal -de quien los Abuelos de la Nada tomaron su nombre-, Macedonio Fernández, Jorge Luis Borges -sin ir muy lejos en el tiempo tomemos esa gran banda liderada por Abril Sosa que se llamó Cuentos Borgeanos-, Julio Cortázar, Arturo Jauretche y siguen un rato los célebres apellidos.

Roberto Arlt, porteño, hijo de un Prusiano y una madre nacida en el imperio Austrohúngaro, nació con el siglo XX. En 1929 escribió Los Siete Locos. Ya con eso solo es suficiente para nombrarlo “Decisiva influencia intelectual” de todos los chicos nacidos en la segunda mitad del siglo. También escribió El juguete rabioso, cuentos brillantes como El jorobadito. Fue periodista, escritor, inventor.

Pero Los Siete Locos es impresionante.

Sé de gente que no leyó jamás los Siete Locos, bueno, pueden asomarse a la inmensidad artliana desde la maravillosa película que hizo Leopoldo Torre Nilsson con la hija, Mirtha Arlt, y Beatriz Guido en el guión con él. Un memorable trabajo actoral de Alfredo Alcón que habría mandado a Robert De Niro a llorar a la parrilla. Alcón era Remo Erdosain, un oscuro laburante que se mete en el fraude de la mano de El Astrológo (Jose Slavin), montan una cadena de burdeles regenteados por el Rufián Melancólico ( Sergio Renán), y bueno, siete locos que brillaban en su oscuridad.

Literatura rocker por excelencia.

Como diría Beatriz Sarlo, personajes absolutamente fisurados. Agrietados, dos personas en una todos, como nosotros. Ying y Yang, brillan y oscurecen. Amables y odiosos.

El universo Arlt ejercía en la tribu la seducción ambivalente de lo real y lo absurdo ambos validándose desde la locura. O la extrema rebeldía.

Los siete locos, la gran obra de Roberto Arlt
Los siete locos, la gran obra de Roberto Arlt

Los Siete Locos es una obra monumental, en ella abrevó Fito Paez para entregarnos Futurologia Arlt, un álbum doble casi enteramente orquestado instrumentalmente.

Futurología Arlt es una lectura sonora de Los Siete Locos, una especie de opera rock siglo XXI.

Desde Tommy de los Who, hasta los episodios sinfónicos de Deep Purple o Gustavo Cerati, el rock siempre se sintió seducido por la gran orquesta sinfónica, ya sea en forma compositiva como espectacular. Los resultados obviamente son discutibles, con puntos altos y otros por los subsuelos.

De un lado están las obviedades como la Royal Symphony Orchestra de Londres haciendo Rolling Stones, que terminó sin aportarle nada ni a unos ni a otros, o la presuntuosidad de Procol Harum que les pasaron sus partituras a la orquesta nacional de Dinamarca con coro incluido para brindar un soporífero concierto en Oslo sin trascender mas alla de Oslo.

Aunque del otro sector se asoma el magnífico No Quarter de Robert Plant y Jimmy Page con una big band egipcia transitando a pura energía vital los clásicos de Led Zeppelin, hasta las mas actuales performances escénicas de la Brian Setzer Orchestra, del ex Stray Cats junto a tres docenas de músicos académicos haciendo rockabilly, rock and roll del más básico y contundente sonando como si tocara la orquesta de Duke Ellington.

Fito Páez, Amor es dinero/ Remo Erdosain

En fin, acá anda Fito Paéz, un rosarino afincado en Buenos Aires hace 40 años, ciudadano del mundo hace 30, artista representativo hace 20 y reserva moral del rock argentino hace 10.

A Fito le pasó de todo. Y cuando digo todo soy casi literal.

Lo conocí en 1981, en el Auditorio Kraft de la calle Florida, tocaba el piano en la banda de Juan Carlos Baglietto con 18 años, todos lo vimos venir.

La ultima vez que comimos juntos fue hace unos años, en una parrilla en un puerto con nuestras familias.

A mi, desde lo mas personal, Fito siempre me remite a un puerto, aporteñado lo veo digamos, siempre a punto de partir a algún nuevo destino, con la valija preparada y el piano afinado por si hay urgencias. Un tipo valiente y desprejuiciado, que anda grabando con Elvis Costello, sacando un álbum doble instrumental, Futurologia Arlt, dedicado a Los Siete Locos de Arlt y terminando su próximo paso que será un disco a voz y piano nomás.

El germen de Futurologia Arlt data de 1995.

Respondiendo al llamado de Julio Bocca, quien lo había convocado para vincularse a un espectáculo de tango folklore y rock argentino que quería hacer con Lino Patalano:

Fito y Cecilia Roth llegan a un bar de Palermo para finiquitar detalles. En el transcurso de la plática, como pasa siempre con esta gente, el proyecto derivó en unos cuantos más. Entre ellos el de musicalizar una obra literaria argentina, surgieron nombres varios, pero Fito gritó Los Siete Locos.

Casi 30 años después, acá está.

Fue a mediados del año pasado, a plena pandemia, cuando Fito se junta 3 semanas de barbijos con Diego Olivero para darle forma a las músicas que venía trabajando desde 1996.

Con ese material tan en bruto, alguien debía adecuarlas a una orquestación, hacer partituras, arreglos y demás.

Aquí entra en escena Ezequiel Silberstein.

Si Fito se transmuta en Erdosain, Olivero sería el Astrólogo de Temperley, entonces Silberstein podría ser El Rufián Melancólico.

Ezequiel Silbrestein es el nieto de Pichona Sujatovich, de los Sujatovich, con ella tomó sus primeras clases de piano. Es que Pichona Sujatovich es una reconocidísima maestra de piano, tanto como para que entre sus alumnos se cuente a Charly García.

Ezequiel, desde ahí, continúa su formación con diferentes profesores como Violeta de Gainza, Nicolás Guerschberg, sumando algunas masterclass con Zubin Mehta -genial maestro israelí-, el inglés Benjamin Zander. mas otros del Colón.

La lista es larguísima.

Seré breve.

Ezequiel Silberstein, director de la orquesta juvenil del Colón, colaboró con Fito Páez en Futurología Arlt (Teatro Colón)
Ezequiel Silberstein, director de la orquesta juvenil del Colón, colaboró con Fito Páez en Futurología Arlt (Teatro Colón)

Hoy a sus 36 años Ezequiel Silberstein es regente y director musical de la Academia Orquestal del Instituto Superior de arte del Teatro Colón. Hablando mal y pronto, es el director de la orquesta juvenil del Colón. Dicta la cátedra de Dirección Orquestal en la Universidad Nacional de las Artes.

Dirigió conciertos el año pasado con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, la Filarmónica de Mendoza y dirigió la Sinfónica Argentina en el Colón para el regreso junto al ballet estable del teatro de La Bella Durmiente de Tchaikovsky.

Un par de años antes había cerrado la temporada 2019 del Colón dirigiendo El Lago de los Cisnes. Venía de dirigir a la Filarmónica de Buenos Aires en la puesta mundial de la ópera El Principito con música de Rachel Portman dentro del ciclo de Opera de Cámara del gran coliseo porteño. Por si no alcanzara, tiene tres debuts impresionantes al mismo tiempo, debuta al frente de la Orquesta Sinfónica del SODRE en Uruguay, después lo hace con la Orquesta Sinfónica de Curitiba en Brasil, y termina su temporada de grandes estrenos personales dirigiendo orquestalmente en el Carnegie Hall el concierto de Fito Páez.

No me voy a detener en sus galardones, solo por nombrar algunos Ezequiel Silberstein se graduó con honores en la maestría de dirección orquestal en la escuela de música “Buchmann/Mehta” de Tel Aviv y recibió la beca de excelencia por su sobresaliente desempeño en 2016 en la Colton Foundation Scholarship.

La verdad no se lo ve mucho en la tele, pero acá tenés un argentino -orgullo de tenerlo entre nosotros- que todos deberían conocer.

Sobre todo los jóvenes en edad de crecer y nada mas.

Me honra su amistad, así que me cuenta al respecto de Futurología Arlt.

El proyecto de Fito Páez sobre Roberto Arlt se remonta a mediados de la década del '90. En el 2022 vio la luz - Foto Pepe Mateos
El proyecto de Fito Páez sobre Roberto Arlt se remonta a mediados de la década del '90. En el 2022 vio la luz - Foto Pepe Mateos

”Esto Fito lo comenzó hace muchísimos años, desde el 95/96. Mi primer acercamiento con este material fue en el 2018 cuando estábamos preparando el concierto en el Carnegie Hall. Estábamos haciendo la selección de las músicas y en eso él me empieza a mostrar una cantidad de gemas ocultas que tenía guardadas bajo bastantes llaves. Eran unas músicas instrumentales que había compuesto entre las que estaban los famosos demos de Los Siete Locos. En ese momento elegimos una de esas obras que se llamaba “La Familia”, la orquesté para tocarla en el Carnegie Hall, la hicimos ahí y la dejamos para este disco, donde es “La Nostalgia”.

“Seguimos después de eso en contacto, hicimos la grabación de “La Conquista del Espacio”. Ahí en plena pandemia me comenta que tiene el proyecto del disco instrumental, ya habíamos hablado al respecto, pero Fito es un ser tan prolífico, con tanta energía. Es una usina artística que corriéndome del lado del fan que admito que soy, de este tipo que hizo el soundtrack de mi vida, y habiendo tenido la suerte estos años de compartir su cocina, es de los mayores exponentes del arte latinoamericano del siglo XX sin duda. Porque tiene una facilidad y un talento para construir estas músicas a una velocidad increíble”.

“Mira Bob, salto en el tiempo. En la introducción del disco, los primeros acordes de las cuerdas cuando estábamos cerrando las sesiones, una noche Ariel Lobos, que estaba con Fito y Diego Olivera, le dice que a la canción le faltaba una introducción. Ahi nomás Fito Paéz en dos minutos le hizo esa intro de cuerdas Pucciniana, que parece de Turandot, o de Madame Butterfly que a otros tantos les costaría una vida componer algo asi. El tiene una excelencia del mas alto nivel”.

“Bueno, ellos prepararon los demos y demás, cuando recibo el material me encontré con una obra elefantiásica como él mismo dice. Un enorme elefante musical que me hizo renacer de la pandemia, ponerme a escribir esas músicas. Con tiempo, como para en medio de todo enterarnos que lo íbamos a poder grabar en Praga, con toda esta ingeniería remota que fue algo infinitamente surrealista. Yo estaba en Buenos Aires, Fito y Diego en Los Angeles, la orquesta grabando en Praga, conectados todos por zoom, por audio movers. Todo en tiempo real conmigo en el estudio haciendo los cambios que Fito iba pidiendo y que iban escuchando desde la producción traduciéndolos al mundo orquestal. Ciertamente fueron una jornadas inolvidablemente increíbles vividas con mucha felicidad”.

“Cuando me metí en su música, debo reconocer que el material que me llegó estaba muy bien, muy muy bien. Las orquestaciones adicionales que hice fueron de obras que pertenecían a pedidos muy anteriores y que rescatamos, como por ejemplo “Política y locura” que era anterior y yo le hice la orquestación. No voy a entrar en detalles obvios, pero el material que yo recibí era realmente algo muy bien realizado”.

“Para mi trabajar con Fito es entrar en una sinergia que ya nos vamos entendiendo hacia donde encaminar la cosa, como podemos sobre todo mejorarlo. O sea, todo es excelente pero todo es mejorable siempre con él. Es exigente pero motivador, te lleva a dar 200%, eso es de lo mas lindo que puedo decir de una amistad personal musical que hemos forjado en todos estos años”.

“Este trabajo ha sido uno de los mayores desafíos de toda mi vida, sin duda. De una responsabilidad enorme pero un honor gigante. Desde el primer momento cuando recibí las músicas hasta hoy que está llegando a la gente con una recepción divina. Y mas para Fito que merecía llegar a esta obra conceptual tan hermosa.”

Fito Páez, El plan del astrólogo de Temperley

Ezequiel es brillante, Fito es divino, Arlt fue un genio, nada podía salir mal si se trabaja con amor y en paz. Este disco es ejemplar.

Una sola canción, al comienzo, tiene letra.

Su nombre es un anagrama: se llama “Amor es dinero/ Remo Erdosain”.

”Entra el sol, la maldad

Y una vida canalla.

El amor que se va

Y no vuelve.

La verdad cuando Remo Erdosain

Nos decía que amor es dinero.

Corría simplemente el velo

Y pudimos entrar.

Buenos aires rufián,

Cuando todo el mundo era un destello.

Entra el sol, la maldad

Y una vida canalla.

Después todo se va

Y no vuelve mas.”

Sigue Ezequiel: ”Es para destacar el trabajo de Diego Olivera, trabajamos muchísimo en modo pandémico, cada uno desde su casa. Con Fito igual obviamente. Me mandaba obra con el piano dándome la maravillosa oportunidad de orquestarlas.”

Futurología Arlt ya está en disco y en digital. Creo, me parece a mi, que estamos ante una de esas obras que marcan vidas. Adivino algún guiño spinettiano con la foto de Arlt en un ángulo superior chiquita, sutil, como era la foto de Artaud en el disco de Pescado Rabioso. Y esos puños entrelazados humano y cibernético, como mirando desde acá al pasado y al futuro.

Quizás porque miro como Fito generacionalmente, contemporáneamente. Sabiendo que el rock dejó de ser el centro de nuestras vidas hace 30 años, pero es de lo que estamos hechos. Por eso nunca dejamos de pensar que “aunque nos fuercen jamás vamos a decir que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor”

Celebro este Futurología Arlt, por lo que vendrá.

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