¿Qué es la violencia de género?

Los episodios de marzo tratarán distintos aspectos de la violencia de género. Hoy explicamos en qué consiste, a quiénes afecta, qué obligaciones tiene el Estado y qué son los estereotipos

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en el mes de la mujer, qué es la violencia de género

Si sufrís o ves violencia, llamá al 911 o al 137.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 1 de cada 3 mujeres en el mundo sufren violencia física o sexual. El agresor es, casi siempre, su pareja.

En la Argentina, el Registro Único de Casos de Violencia contra las Mujeres (RUCVM) del INDEC, que recoge información oficial de distintas fuentes (instituciones de salud, justicia, seguridad, etc.), contabilizó 576.360 casos acumulados de violencia de género entre 2013 y 2018, aun cuando se trata de un fenómeno que tiene una enorme cifra negra debido a la tasa de no-denuncia. En 2 de cada 3 casos, la víctima tiene entre 18 y 39 años. El 82% de los agresores son parejas o ex parejas de la víctima.

Los últimos datos de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema sobre femicidios (2020) recogen 287 víctimas letales de la violencia de género (251 víctimas directas de femicidio y 36 víctimas de femicidio vinculado, que son las muertes perpetradas por femicidas para castigar o destruir psíquicamente a una mujer).

Para 2021, el Observatorio Ahora Que Sí Nos Ven indica que hubo 256 femicidios (1 cada 34 horas), 8 transfemicidios o travesticidios y 182 intentos de femicidio. El 67% fueron cometidos por parejas o ex parejas de las víctimas. El 60% ocurrió en la vivienda de la víctima. No pocas (42) habían hecho alguna denuncia. En lo que va de 2022 hubo 51 femicidios (1 cada 28 horas). Por su parte, el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro registró en 2021 una víctima de femicidio (vinculado o no) cada 29 horas.

¿Qué es la violencia de género? Es la violencia que ejerce una persona sobre otra o sobre un grupo de personas solo por razón de su género (porque es mujer) o por su identidad de género (por cómo se percibe más allá del sexo biológico que le fue asignado al nacer en función de sus genitales), por su expresión de género (lo que le mostramos al mundo en función de cómo nos hacemos llamar o cómo nos vestimos) y también por su orientación sexual (la atracción física, emocional, erótica que sentimos hacia otras personas).

La violencia de género está vinculada a pautas sociales hegemónicas de un modelo centrado en un varón cuya identidad de género coincide con su sexo biológico (o sea, un varón cis) y que además es un varón cis heterosexual.

La violencia de género afecta de manera desproporcionada a las mujeres, que vemos vulnerados nuestros derechos por relaciones de subordinación y discriminación histórica y estructural, pero también afecta a otras personas cuya identidad de género, expresión de género u orientación sexual son distintas de lo que establece el modelo patriarcal, esto es, las personas que pertenecen al colectivo denominado LGBTIQ+.

La violencia de género viola derechos humanos que están protegidos por el derecho argentino y por el derecho internacional. De ahí surgen, entre otros, el derecho de las mujeres y las personas LGBTIQ+ a vivir vidas libres de violencia, la obligación del Estado de actuar en estos casos con una debida diligencia que debe ser reforzada para prevenir, para investigar, para sancionar y para reparar la violencia, y también la obligación de modificar patrones socioculturales que sostienen estereotipos.

¿Qué son los estereotipos? Son ideas, expectativas, creencias que tenemos sobre cómo deben actuar en la sociedad los varones y las mujeres, cómo debemos vestirnos, qué debemos sentir, qué funciones sociales debemos cumplir.

Esto obviamente incide sobre la violencia machista porque establece un único modelo de masculinidad. También impacta sobre la desigualdad estructural que relega a la mujer a tareas de cuidado, de maternidad y de crianza y reserva los espacios de poder para los varones. Pero, además, influye sobre lo mal que se llevan muchas investigaciones penales. Me refiero no sólo al caso obvio de “la pollera corta”, sino también a ideas estereotipadas que tenemos sobre cómo es una víctima ideal, cómo debe comportarse una mujer que fue golpeada o que fue abusada sexualmente (por qué no denunció antes, por qué no llora, por qué no recuerda los detalles de su violación).

Durante todo el mes de marzo, los episodios de Justicia Abierta van a tratar sobre distintos aspectos de la violencia de género. La semana que viene vamos a hablar de la legislación argentina.

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