A raíz del preocupante estado en el que los alumnos del último año del secundario llegaban a clases luego de los festejos por el Último Primer Día (UPD), una escuela de la ciudad de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba, decidió implementar en los últimos años un control de alcoholemia en la puerta del establecimiento. Pero este año los resultados llamaron la atención de las autoridades: 12 de 59 estudiantes dieron positivo, y algunos de ellos tenían hasta 1 gramo de alcohol por litro de sangre.
La lamentable situación fue revelada por Ignacio, uno de los preceptores del Instituto Lanteriano “Nuestra Señora de la Merced”, en el que se registraron altos valores de alcohol en sangre en algunos jóvenes que, antes de regresar a clases el último martes, bebieron más de la cuenta en el marco del UPD.
“Hace varios años se tomó esta medida -de realizar test de alcoholemia- porque sabemos del estado en que llegan los chicos a la escuela. Es un trabajo de concientización sobre adicciones”, dijo el encargado de uno de los cursos del establecimiento en diálogo con Cadena 3.
Si bien el empleado escolar subrayó que la escuela tiene la obligación de recibir a sus alumnos, también destacó que, del mismo modo, las autoridades cuentan con la libertad de decirles ‘en ese estado no se puede estar’.
Los controles de alcoholemia son realizados por personal de la Municipalidad de Río Cuarto, desde donde se pusieron a disposición para oficiar como testigos del colegio en el caso de que los padres de los alumnos involucrados presentaran quejas por la metodología. “A veces tuvimos que plantearles estas cosas a los mismos padres porque nos ha costado hacerles entender que tampoco pueden venir en ese estado al colegio”, señaló.
Patricia Ardissone, directora del centro educativo riocuartense, habló con el citado medio y confirmó que 12 de 59 alumnos dieron positivo de alcoholemia antes de regresar a clases. Asimismo, explicó que inmediatamente se dio aviso a los padres de los chicos, y todos fueron enviados a sus hogares. “Llamamos a las familias y los vinieron a retirar. No tuvieron ningún problema en acercarse a la institución”, señaló la máxima autoridad del Instituto La Merced.
La titular del establecimiento contó que los controles de alcoholemia se realizaron por primera vez en los años 2018 y 2019, pero la pandemia obligó a frenar la medida durante los dos años siguientes. “Retomamos esta modalidad en 2022. Estas son medidas de prevención”, detalló.
Debido a los reiterados casos de ebriedad en los adolescentes que participan de la celebración del UPD, Ardissone sugirió: “Las problemáticas juveniles y la temática del alcohol en la provincia de Córdoba debería estar en la agenda de todas las instituciones educativas”.
Los antecedentes de los últimos años obligaron a las autoridades de distintos distritos del país a organizar fuertes operativos de seguridad para evitar disturbios por el UPD 2022. Un ejemplo es el de la Ciudad de Buenos Aires: el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño desplegó 250 agentes de la Policía de la Ciudad para que encabecen un operativo especial en lugares estratégicos de las quince comunas durante toda la noche del martes 1 de marzo y la madrugada del miércoles 2.
En simultáneo, las autoridades de la Ciudad giraron un comunicado a los padres de los estudiantes del último año del secundario para que reflexionaran junto a sus hijos e hijas acerca de los consumos problemáticos, y con el objetivo de fomentar “opciones alternativas para celebrar de forma sana en espacios lúdicos y creativos”.
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