Cinco familias argentinas que viajaron a Ucrania para dar a luz a bebés de vientres subrogados quedaron varadas en los últimos días a raíz de la invasión militar desplegada por Rusia. Para ponerlos a resguardo de las bombas y los ataques, la embajadora argentina en Kiev, Elena Mikusinski, alojó al grupo en el sótano de su residencia diplomática hasta que este sábado pudieron salir del país rumbo a Polonia.
Mikusinski tomó la decisión de llevar a las familias argentinas a su domicilio oficial porque está ubicado “en una de las zonas más seguras de la capital de Ucrania”, indicaron fuentes oficiales de Cancillería. En medio del asedio de las tropas rusas y las explosiones, guarecerse en el edificio de la embajada argentina implicaba “correr un riesgo mayor”. Tampoco había otras alternativas, tras el cierre del espacio áereo ucraniano.
El jueves pasado, en medio del avance de despliegue militar y el agravamiento de la guerra, Mikusinski reunió todos los elementos necesarios y desde el edificio de la calle Ivana Fedorova 12 a su vivienda, junto a computadoras, impresoras y pasaportes provisorios. La embajadora se mantuvo refugiada desde entonces, con los celulares de emergencia activos para estar en contacto con los 103 argentinos que están en Ucrania.
El canciller Santiago Cafiero confirmó las gestiones del Servicio Exterior y el afortunado resultado. “5 familias argentinas con 5 bebés de vientres subrogados estaban alojadas desde el lunes en el sótano de la residencia de nuestra Embajada en Ucrania. Ya se encuentran camino a Polonia. Gran trabajo de la embajadora Elena Mikusinski y del cuerpo diplomático”, festejó esta tarde en su cuenta de Twitter, compartiendo una de las familias en la puerta de la residencia.
Los cinco matrimonios habían viajado por el nacimiento de sus hijos a través del método de subrogación de vientre. Llegaron a la ciudad del este europeo en el último mes y pudieron salir hoy con una combi.
Kiev es una de las capitales de la práctica reproductiva de la subrogación de vientres. Iniciada en Ucrania a principios de la década del 2000, es una industria que empezó a crecer exponencialmente hace poco más de cinco años tras la prohibición en India y Tailandia de este tipo de gestación comercial para extranjeros.
Aunque no hay hay estadísticas públicas, las estimaciones indican que unos 2.500 y 3.000 bebés nacen cada año en Ucrania para clientes de fuera del país. Más de un tercio son chinos.
La subrogación de vientres autorizada para extranjeros es una práctica legal en Ucrania, aunque no está exenta de polémicas. Las autoridades sospechan que algunas clínicas utilizan la gestación subrogada para encubrir la venta de menores. En algunos casos, las denuncias apuntan contra las condiciones de salubridad de la gestación e incluso la propagación de estafas.
Mientras se extiende el conflicto bélico, permanecen en Ucrania unos 83 argentinos registrados y 20 que están “en tránsito”. Horas después del ataque instrumentado por Vladimir Putin, la embajadora Mikusinski aconsejó a los ciudadanos argentinos en Ucrania a abandonar el país. La oficina consular pemanecerá cerrada hasta que se garantice la seguridad.
En su publicación, el canciller Cafiero informó que la embajada “continúa trabajando para brindarles asistencia” a todos los varados en el territorio y que además “articula acciones con las cancillerías de Chile, Brasil, Perú, Uruguay, Paraguay, México, Colombia, Bolivia y Ecuador para avanzar en la implementación de un plan de evacuación cuando puedan garantizarse las condiciones de seguridad”.
“Solo tienen representación diplomática en Ucrania Argentina, Brasil, México y Cuba: por eso se está trabajando con las diferentes cancillerías para ayudar a las y los ciudadanos latinoamericanos”, recordó Cafiero.
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