Después de sobrevolar algunas de las zonas incendiadas en Corrientes, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, visitó a los brigadistas argentinos y bolivianos en el Centro de Operaciones de Emergencias que montó el Gobierno nacional en el departamento de San Miguel, una de las zonas más fuertemente azotadas por el fuego de estos últimos dos meses, en el borde oeste de los Esteros del Iberá.
Fernández llegó desde el aeropuerto de Posadas, Misiones, con varios ministros del Gabinete y los gobernadores locales Gustavo Valdés y Oscar Herrera Ahuad. El Presidente habló del cambio climático y de los problemas puntuales que se desataron en la zona a partir de la sequía histórica y las costumbres de quemar pastizales de los productores rurales, algo que, para él debe cambiar dadas las circunstancias ambientales del planeta: “Todo ha cambiado. Hay que entender que frente a semejante cambio hay una responsabilidad individual que es la de no hacer nada que pueda sembrar un incendio. Saber que con estas temperaturas y sin agua cualquier chispa puede encender. Y hay que cambiar los sistemas de producción porque el mundo ha cambiado”.
El Presidente y la comitiva arribaron a San Miguel a las 15.26 en cuatro helicópteros. Lo acompañaron los ministros Juan Cabandié (Ambiente), Wado de Pedro (Interior), Aníbal Fernández (Seguridad), Julián Domínguez (Agricultura y Ganadería), el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, la secretaria de Cambio Climático, Cecilia Nicolini, e Inés Barboza, secretaria de Coordinación Militar en Emergencias del Ministerio de Defensa. Bajo un sol abrasador y una temperatura cercana a los 36 grados, Fernández firmó el libro de visitas de la Escuela Familiar de Agricultura Ñandú Roga, donde se montó la base de operaciones para alojar brigadistas y personal de los ejércitos argentino y boliviano y del Servicio Federal de Manejo del Fuego.
“Son tiempos raros en el mundo”, comentó Fernández, que esta mañana en Buenos Aires había sido entrevistado por un medio británico en el contexto de los 40 años de la Guerra de Malvinas. El Presidente dio la mano a cada uno de los hombres y mujeres que combaten el fuego en más de 20 focos en toda la provincia y agradeció “a nuestros hermanos bolivianos y al Gobierno de Brasil, que envió socorro con brigadas propias”.
El discurso de Fernández estuvo centrado en el compromiso del Gobierno nacional con el país, en la necesidad de una mayor igualdad económica entre cada región del territorio nacional y, sobre todo, en el cambio climático.
“Julián (por Domínguez) me dijo que Corrientes padecía mucho la ganadería por los incendios. Nos comprometimos para que la producción no caiga. Para que puedan volver a levantar cabeza. Cuando hay un terremoto en San Juan, cuando se incendia la Patagonia sufre la Argentina. Somos un país. No somos 24 distritos. No podemos permitir que haya una Argentina rica en el centro y necesitada en el norte y en el sur”, expresó.
El Presidente remarcó que Argentina es “acreedora” en la deuda ambiental. Detalló que el país aporta “el 0,8 por ciento” en la responsabilidad global por el cambio climático. “El tiempo es hoy. Quiero llamar a la reflexión a todos. El cambio climático no es un problema del futuro. Es ahora. Es necesario afrontarlo. No somos los culpables. No hicimos el daño. Preservamos la selva, el bosque, el Impenetrable, el Iberá, el sur andino. Con esos árboles le damos oxígeno al mundo. Somos víctimas. Ahora frente al resultado concreto debemos entender que el problema climático es un problema del presente. Ya llegó. Y debemos entender que no hay tiempo. No podemos permitirnos ver que se incendian los campos como acabo de verlos incendiados. Tenemos que evitar que eso ocurra”, dijo y agregó: “Hay bajantes históricas en el Paraná. No llueve. Todo ha cambiado. Hay que entender que frente a semejante cambio hay una responsabilidad individual que es la de no hacer nada que pueda sembrar un incendio”.
En el día del nacimiento de José de San Martín, el Presidente cerró con una evocación al prócer, oriundo justamente de Corrientes. “Fue el argentino más grande. Una vez le dijo a Estanislao López que ‘juntos somos invencibles’. Este no es un problema de Corrientes, es un problema de toda la Argentina. Enfrentemos los problemas unidos que somos invencibles”.
En tanto, el gobernador correntino Valdés aseguró que “hay que empezar la reconstrucción pronto” de la provincia. Según publicó en su cuenta de Twitter el último jueves, los incendios se redujeron un 30%. Luego de esa publicación cayó una fuerte lluvia en gran parte del territorio, lo que probablemente haya incrementado la superficie sin fuego, aunque todavía no había datos oficiales al respecto.
“El cambio climático es algo que viene sucediendo con mayor frecuencia. Es la mayor seca en 60 años. Nunca vimos esta bajante del Paraná. Hay zonas desoladoras. Donde había estero queda polvo. Es triste ver espirales de humo negro hacia el cielo”, comentó Valdés en relación a las impresiones que le dejaron el sobrevuelo junto al Presidente.
El mandatario correntino le pidió ayuda a Fernández. “Necesitamos tener colaboración porque es pueblo de trabajo. Que las ayudas sean concretas y no se envuelvan en la burocracia. Viene la mayor de las dificultades que es la reconstrucción. A los correntinos nunca nos regalan nada y queremos, Presidente, que nos ayuden en serio”, remarcó.
El misionero Ahuad remarcó sin embargo que “no sólo es la cuestión económica”, que en este incendio, que también sufre Misiones, “se trata de la vida de las personas”. Por eso advirtió que “viene el tiempo de nuevas leyes y que se cumplan, no podemos quedarnos solos mirando las consecuencias”.
Julián Domínguez, en tanto, anunció líneas de crédito blando para productores agropecuarios y financiamiento del Banco Nación. Y Cabandié reclamó que la Justicia “tiene que reprender al que prende” el fuego. Además, el ministro de Ambiente destacó que con el gobierno de Fernández el presupuesto de la cartera aumentó 3.300% y que se compraron elementos, reservorios de agua, faros de conservación (torres que miden la temperatura y anuncian la posibilidad de incendios).
Además, destacó que se van a aumentar en 12 mil millones de pesos los fondos para preservar los bosques y que el Gobierno destinará 500 millones más para restaurar las zonas dañadas. “Esta situación tan anómala de sequía prolongada y aumento de la temperatura nos llama la atención para ir mejorando el combate al fuego. Estamos contentos de la humedad de las últimas horas. Se esperan precipitaciones, pero vamos a seguir combatiendo”, dijo el ministro de Ambiente.
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