Los quintillizos Riganti cumplieron 30 años: cómo viven los primeros nacidos por fertilización asistida del país

“Ser quintillizos es un pijama party constante”, así definió alguna vez Catalina Riganti la vida con sus hermanos. Apenas nacieron Franco, Sofía, Camila, Martina y Catalina —lo hicieron en ese orden— se convirtieron en noticia y al día siguiente, el 7 de febrero de 1992, las cámaras de los cuatro canales de aire que había en Argentina, además de los fotógrafos de todos los medios gráficos de Buenos Aires, tomaron imágenes mientras Rocío André y Claudio Riganti abandonaban de manera casi triunfal la clínica con sus cuatro niñas y el único varón nacidos a través de un tratamiento de fertilización asistida. El primero que se realizó en el país.

La exitosa cesárea tuvo un despliegue de película en el quirófano: catorce profesionales habían participado del, hasta entonces, primer parto con esas características. Todas las tapas de los diarios y revistas los tenía. Las grandes marcas habían enviado productos para los niños y sus padres; los programas de mayor rating de la televisión los tuvieron: Susana Giménez en su living y Mirtha Legrand en su mesa.

Los niños Riganti crecían y su aparición en las tapas de las revistas se hacían menos frecuentes, excepto al cumplir otro mes de nacimiento a fin de seguir de cerca su crecimiento hasta que cada tanto se recordaba su cumpleaños.

Cuando ya eran niños en edad escolar, decían que solían estar siempre en bloque, pero su madre reconocía que ya estaban desarrollando su individualidad y carácter. Estuvieron mucho tiempo alejados de la vida pública: en 2010, todos los hermanos junto a su madre fueron parte de un comercial de una marca de agua saborizada y hasta 2017 no se supo más de ellos.

El pasado domingo, los quintillizos que emocionaron a todo el país cumplieron 30 años. ¿Cómo están y qué hacen?

La vida de los Riganti

Franco nació primero y es el único varón. En una entrevista vía zoom que ofreció a Guillermo Andino durante la cuarentena, en 2020, reconoció que siempre fue el más cuidado y celado por sus hermanas, “el nene de mamá” y el más compinche de su padre. Estudió Marketing y Publicidad, y trabaja en eso.

Sofía, la segunda en nacer, estudió hotelería y trabaja desde que se recibió en un importante hotel de la ciudad de Buenos Aires.

Camila, la tercera en llegar al mundo, es instructora de Yoga y en poco tiempo se convirtió en influencer. Desde su cuenta de Instagram @yoga.balance, donde la siguen más de 30 mil personas, propone la transformación personal con “amor, intención y movimiento”, además desde 2017 brinda formaciones, clases de yoga, talleres y cursos.

Martina, la cuarta en nacer, es comunicadora social, trabaja como freelance, y creó el blog de poemas “Atajando letras”. También forma parte de un grupo musical y actoral, y es jugadora de Cocoliche F. C. de San Isidro donde juega con la casaca n° 5.

Catalina, la menor de los cinco, es licenciada en Relaciones Públicas. En 2017, se unió al partido vecinal ConVocación, del Municipio de San Isidro, y sus hermanas y hermano la acompañaron en la campaña, le dieron apoyo a través de las redes sociales y también fiscalizando la elección que la convirtió en la legisladora municipal más joven de ese municipio, a los 25 años.

Lo que más sorprende de estos quintillizos es que físicamente no son muy parecidos. Eso se debe a que cada uno tuvo su propia bolsa amniótica y por eso no compartieron información genética.

Como la continuidad del parto y el desenlace eran inciertos, el matrimonio Riganti y los médicos llevaron el embarazo con reserva: los riesgos de que no todos nacieran y hasta que ninguno lo lograra existían por tratarse de un embarazo múltiple en una mujer de 35 años, cosa que en 1991 ponía a Rocío en riesgo.

Por ello, se optó por esperar a que todo saliera bien para dar la buena nueva y convocar a una conferencia de prensa en la puerta de la clínica Suizo Argentina, donde los médicos explicaron la novedad científica lograda. Desde allí comenzó para los bebés la etapa de exposición en los medios, lo que que también significó muchos beneficios para la familia de clase media del norte del Conurbano que había acudido al tratamiento sin pensar que tendrían cinco hijos.

Luego de estar ausente de los medios por varios años, en 2017, Catalina Riganti se postuló para concejal y comenzó a brindar entrevistas a los medios. “Es fascinante la vida de a cinco, tener pares que hacen lo mismo que vos, a quienes les podés consultar cosas, está buenísimo. No lo cambio por nada, nunca desee ser hija única”, dijo a la revista Para Ti.

En esa nota también se refirió a cómo celebran, ya de adultos, sus cumpleaños: “Es difícil que estemos todos. Justo cumplimos en verano y estamos dispersos, entonces hacemos siempre videollamadas”, admitió y contó que con sus hermanos comparte un grupo de WhatsApp que se llama “Hijitus”.

Ninguno de los quintillizos tuvo hijos y ninguno descarta la idea de formar su propia familia. Incluso piensan en la posibilidad de tener mellizos para que vivan la experiencia que ellos al crecer con una relación fraterna tan especial.

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