Bastaron poco más de 15 minutos, breves, fugaces, para que la vida de la familia Fernández se derrumbara para siempre. Un incendio ocurrido en el living de la casa donde Sandra vivía junto a sus cuatro hijos, en Hurlingham, terminó con provocar la muerte de tres de los niños, de entre 1 y 4 años de edad, y sólo dejó el abismo.
“Es realmente como estar viviendo una pesadilla, un sueño horrible”, relató Marcelo Fernández, el tío de los menores y ex cuñado de la mujer, en diálogo telefónico con Infobae.
“No hace ni 48 horas había estado con los chicos en su casa, jugando, viendo las travesuras que hacían y ayer me encuentro con eso. Es inimaginable lo que se siente”, agregó.
Sandra se había mudado hacía unos meses a una casa ubicada en la planta alta de un inmueble de chalets en la calle Santa Ana, casi en la esquina de Delleva. Se separó de Miguel Fernández, el padre de los cuatro niños, en términos no muy amistosos y tuvo que hacerse cargo económicamente de la familia casi por completo.
Fue así que Sandra encontró el nuevo hogar en la planta alta de un edificio de dos chalets. En la planta baja vivía la dueña de la finca, María Ángeles E. de 44 años, quien le adaptó el costo del alquiler a las posibilidades que tenía la mujer.
Ella, como muchas mujeres y madres, debía compaginar su vida entre la crianza de Kevin Fernández, de 4 años, Alexia, de 2, y los mellizos Valentín y Valentina, de 1 y su trabajo: todos los días de la semana debía marcharse de su casa a las 5.30 de la mañana para acudir a una panificadora en el barrio porteño de Chacarita.
“Antes tenía una niñera que cuidaba a los chicos, pero mi ex cuñada ya no podía pagarle. Entonces, la dueña de la casa, María, se ofreció a cuidar a mis sobrinos mientras Sandra se iba a trabajar a la mañana”, explicó Marcelo.
Según el tío de los pequeños, en el lapso de los últimos meses, Sandra había podido volver a equilibrar su vida después de la separación. Hasta había comenzado con una iniciativa para que su ex marido, Miguel, tuviera un contacto más seguido con sus hijos.
“Yo con mi hermano no tengo mucha relación, pero por más que se hayan separado, Sandra siempre me permitía ir a verlos. Kevin, el de 4, siempre fue un ser increíble. Nos reíamos mucho con las travesuras que hacía. Era alegre, siempre estaba feliz”, recordó.
El martes, poco después del mediodía, Sandra se encontraba en su trabajo y María Ángeles estaba al cuidado de los cuatro chicos. A la cuidadora también la acompañaba su hija, D.M., de 8 años.
Eran casi las 12 y media cuando Kevin y los dos mellizos estaban en el living de la pequeña casa, mientras que María Ángeles y su hija intentaban dormir a Alexia, de 2 años. En un instante, se empezaron a escuchar gritos desde el living. Kevin estaba pidiendo ayuda y le decía a la cuidadora que la casa se estaba prendiendo fuego. Una vez que María Ángeles quiso acudir al living para salvar a los tres pequeños, la visibilidad ya era nula por el humo. No se podía saber siquiera dónde estaban las puertas.
En paralelo, varios vecinos de la cuadra empezaron a acercarse a la casa. Escuchaban los pedidos de ayuda desde dentro y veían el humo que salía por una de las ventanas. “Intentaban romper una de las rejas de la ventana para poder entrar, pero era imposible. Los vecinos no tenían mucho para hacer”, explicó Marcelo.
A los pocos minutos acudieron al lugar efectivos de la Comisaría 1ª de Hurlingham, junto a bomberos voluntarios de Hurlingham y representantes de Defensa Civil. Una vecina de la cuadra filmó con su celular el momento en que dos vecinos subían a los niños a patrulleros para llevarlos al Hospital de Hurlingham. Según se pudo saber, Alexia recibió trabajos de RCP por parte de un especialista, lo que permitió salvarle la vida.
Sin embargo, tanto Kevin, el mayor que había alertado a la cuidadora sobre el fuego, como los dos mellizos Valentín y Valentina llegaron al Hospital sin vida.
“Alexia se encuentra ahora internada en el Hospital Posadas. Está en observación por la cantidad de humo que inhaló. Por suerte, no sufrió quemaduras graves”, explicó Marcelo a Infobae.
En tanto, la madre de los niños fue notificada sobre el incendio y se le brindó asistencia psicológica, aún sin que le hayan revelado en su momento el desenlace del hecho. Se esperaba que en el transcurso de la mañana, la familia directa le comunicara la noticia.
Hasta el momento, se desconoce cuál fue el motivo del incendio, pero se cree que fue un desperfecto eléctrico en el mismo living donde jugaba Kevin.
“No se sabe qué aparato fue. Se dice que pudo haber sido el aire acondicionado o el microondas. Pero supongo que eso lo tendrán que ver los que saben del tema”, reflexionó el tío de las víctimas.
Según explicó Marcelo, la familia Fernández abrió una colecta para recaudar dinero y que, aquel que pueda, brinde una ayuda económica a Sandra para salir adelante de la situación. “Ni ella ni nosotros tenemos el dinero suficiente como para afrontar todos los gastos que se nos vienen ahora con lo que le pasó a mis tres sobrinos. Y además, perdió la mitad de las pertenencias de la familia que tenía en la casa”.
Aquella persona que pueda colaborar con Sandra y la familia Fernández, podrá aportar su ayuda a la cuenta con los siguientes datos: Clave Virtual Uniforme (CVU): 0000003100060103898810 / Alias: cepas.cuido.pena.mp.
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