Máximo Menem Bolocco es el hijo de la exmodelo y conductora chilena Cecilia Bolocco y el expresidente argentino Carlos Menem. Tiene 18 años, admite que goza de buena salud luego de que, en 2018, le extirparan un tumor cerebral que lo sometió a un duro tratamiento médico. Y asegura que, en su entorno, le dicen que tiene el “encanto” de su padre, aunque él no lo recuerda.
“Nunca pude estar solo con él. Él tampoco hablaba mucho, estaba viejo. No tengo muchos recuerdos suyos, porque tampoco lo conocí mucho. Es que además tenía que pasar por la Zulemita para llegar a hablar con él”, dijo sin tapujos a la revista Velvet, que lo tiene en la portada de su nueva edición.
Máximo nació en 2003 en Santiago de Chile y sus padres, que se habían casado en 2001, se divorciaron en 2007. Desde entonces, fue poco el contacto que tuvo con su padre, quien murió el 14 de febrero de 2021, a los 90 años.
Los detalles de la vida de Máximo
Máximo, que es descripto como “un joven cariñoso, alegre y feliz, que dice sentirse con más libertad que nunca”, también habló de sus sueños e intereses, de sus dolores más profundos y de la enfermedad que, asegura, no tener presente: “No me acuerdo tanto. Me sentía mal y mi mamá me mandó a la clínica (…) jamás pensé que me iba a morir. Nunca, nunca, nunca, nunca. Yo siempre supe que iba a estar bien (…) Además, mi mamá estaba demasiado tranquila o así me lo hizo sentir”.
Cuando eso sucedió, en noviembre de 2018, su padre fue a visitarlo durante la internación luego que la Justicia argentina lo autorizara a viajar a Chile mientras el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 investigaba el encubrimiento del atentado a la AMIA. Menem también debió pedir autorización al Estado chileno para permanecer allí, ya que una normativa prohíbe el ingreso de personas que tengan condenas judiciales a ese país.
“Me acuerdo haber despertado y verlo sentado ahí. Me acuerdo de la imagen, pero no dimensioné nada más”, contó el joven, que además reveló detalles sobre el tratamiento realizado en los Estados Unidos y las dificultades que él y su madre tuvieron durante el primer tiempo de estadía en ese país.
El primer médico que consultó, dice, no tuvo mucho tino para hablarle de su enfermedad, pero sí lo tuvo el profesional que finalmente lo trató. “En Memphis fue todo distinto, el lugar, la atención. Arrendamos una casa y mi mamá me hacía panoramas todo el día. Hizo que ese año fuera lindo. Mi mamá murió y nació de nuevo. Nos hicimos más cercanos que nunca y ahora nos entendemos mucho mejor que antes”, afirma.
Máximo confiesa haberle preguntado al médico por qué cree que enfermó. “Me respondió que se sacaría un Nobel si supiera. Yo creo que lo pasé muy mal el 2018 y esto fue el final de esa experiencia mala”, dijo en referencia a la poca relación que tuvo con su padre.
“Era muy difícil contactarse con él. Al final llamábamos a uno de sus custodios, pero se hacía difícil”, reveló y contó sobre el viaje que lo trajo a Argentina que no se dio como esperaba. “Nunca pude estar solo con él. Él tampoco hablaba mucho, estaba viejo”, consideró y respecto a la falta de figura paterna dio que “cuando era chico veía a mis primos jugar con sus papás y me preguntaba por qué yo no tenía al mío, pero después uno crece. Mis máximos referentes de papá son Pepo (Daire, pareja de Cecilia) y Gonzalo Cisternas, el papá de los 2 hijos mayores de la Diana. Pero de mi papá no sé mucho”.
Sin rencores, el menor de los hijos de Carlos Menem detalló cómo fue el último encuentro con su padre. “Fue la única vez que pude estar solo con él. Me acuerdo de que le agarré la mano y le hablé una hora sin parar. Y sé que me estaba escuchando, porque en ciertas partes el monitor se alteraba”.
“No lo conocí mucho, pero dicen que heredé lo encantador que dicen que soy. Me gustaría descubrir cómo fue mi papá y por qué fue tan encantador como dicen que era”, finalizó.
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