Hay de chili picante. Hay de gin con pomelo, y también con trozos de ciruela. Por qué no con jalea de cerveza rubia, roja o negra. “Parece una mezcla rara para un alfajor”, dicen mientras hacen cola para llevarse una docena. “Pero son muy ricos”, finalizan.
Desde 2016 las hermanas, Noelia (32) y Gisela (38) Pignataro, han encontrado la forma de reinventar los clásicos alfajores en la Costa Atlántica. Son marplatenses, pero hace más de una década que viven en Mar de Cobo, partido de Mar Chiquita. Creativas, amantes de los artesanal, innovan en el día a día para endulzar los días de los veraneantes. “La idea siempre fue romper con lo tradicional. Cuando uno genera un sabor nuevo se cuestiona si realmente va a gustar… en nuestro caso comprobamos que la gente sale a buscar nuevas experiencias”, le cuentan a Infobae.
Este 2022 viven su temporada de éxito en ventas: 6000 unidades por semana “Nos quedamos cortas en la producción. No imaginábamos esta demanda. ¿Ves la cola que se forma sobre la Avenida Cobos? Es el cambio de quincena que los hizo venir porque todos se quieren llevar una caja para sus casa”, explica Noelia.
La historia de este emprendimiento familiar nació hace cinco años por casualidad. “Siempre fui consumidora de alfajores, y estaba cansada de probar recetas industrializadas, así que empecé los propios caseros. A cada reunión los llevaba. La gente me felicitaba y decía que eran muy ricos. Hasta que un día me hicieron un encargo”, cuenta Noelia. Gisela, que ahora estudia para ser chef, con una visión comercial, le propuso a su hermana hacer un emprendimiento que bautizaron Alfajores Dulce Cobo.
La abuela materna, Rosa, fue quién les inculcó el amor por la cocina. “Durante años tuvo restaurantes a cargo, la veíamos hacer preparaciones con mucho amor y dedicación”, dice Noelia. “Creo que viene de ahí”.
Las hermanas empezaron tímidamente en la cocina de su quincho con los tradicionales de cacao. Hasta que pudieron convertir la esquina, en Avenida Mar de Cobo y Buena Vista, en un centro de producción y distribución. Es allí donde también comercializan sus alfajores a $120 la unidad y la docena a $1200. Hacen envíos a Mar del Plata.
Identidad local
Con la receta original establecida, quisieron ir por más. “Le comenté a mi hermana la idea de hacer un producto que representa a Mar Chiquita, y así nació el alfajor con cerveza”. Hoy son los que más salen. Además, esa receta secreta les valió premios importantes. “Fuimos sin pensarlo a la Fiesta Nacional del Alfajor en 2019 donde ganamos el primer lugar en la categoría originalidad. Había 70 participantes, no lo podíamos creer”, dicen. En 2021 volvieron y obtuvieron otras tres consagraciones, una de ellas por su receta de gin y pomelo.
Algo similar ocurrió en Buenos Aires, en el stand que pusieron en Caminos y Sabores en la Rural. “Gisela me llamó desesperada pidiendo más porque se habían agotado a la hora. A nosotras no nos deja de asombrar”.
La cuarentena impactó de distintos modos en el emprendimiento. Tuvieron que salir a buscar clientes, pero es algo a lo que están acostumbradas ya que a partir de mayo en Mar del Cobos no hay movimiento turístico. “Durante 2020 nos pidieron encargos a mayoristas de todo el país, Chubut, Rosario, Salta, Córdoba y CABA. Queremos contagiar el sabor dulce con un toque de amargor”.
Una receta secreta
Las hermanas guardan como un secreto de Estado la receta de sus alfajores. Pero explican que la masa tiene un proceso de maltada, el dulce de leche está aromatizado con cerveza artesanal de la zona de Mar Chiquita y el centro tiene un corazón de jalea de cerveza. “Bañamos cada unidad. Lo podrías mandar hacer pero le quitaría la identidad. Lo que más nos gratifica es que la gente venga por segunda vez, eso significa que les gusto… y que nuestra propuesta no es tan extravagante”.
Fotos: Mey Romero
SEGUIR LEYENDO: