Colillas de cigarrillos, fragmentos plásticos, envoltorios plásticos, bolsas de plásticos y restos de nylon son los cinco tipos de desechos que contaminan las costas de la provincia de Buenos Aires. A esos restos, le siguen los vidrios, el papel, el cartón y metales.
Esto lo indica el quinto Censo Provincial de Basura Costera Marina, realizado en los meses de septiembre y octubre de 2021, por diferentes ONGs de las principales ciudades costeras bonaerenses, y coordinado entre 438 voluntarios, respetando los protocolos sanitarios correspondientes, analizaron la cantidad y el tipo de basura que existe en 21 localidades, entre San Pedro e Isla Lucero.
“El censo cubrió un área total de 422.501 m2 y contó con la colaboración de más de 20 organizaciones del tercer sector y la sociedad civil. Los resultados recopilados registraron un total de 40.331 residuos censados, de los cuales el 84,5% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más una tendencia en relación a los censos anteriores”, informó en un comunicado la fundación Vida Silvestre.
El dato cobra importante relevancia frente a un contexto en el que, según el último informe de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la contaminación por plástico en los ecosistemas marinos se podría duplicar al 2030, si las condiciones continúan siendo las mismas.
Qué es la basura marina
Se conoce como basura marina a cualquier material persistente de fabricación humana y sólido, que es descargado o abandonado en el medio marino y costero.
Esta problemática —dice el informe de la fundación— se acentúa porque “diariamente toneladas de basura llegan los mares a través de los sistemas de drenaje urbanos (como bocas de tormenta y pluviales), la desembocadura de los ríos y por la acción del viento que los traslada, sumado a lo que directamente arrojan las personas en los ambientes costeros”. A su vez, el mar recoge los residuos durante la marea alta y los transporta hacia otros sitios, que pueden no ser el origen de estos residuos.
Estas características permiten comprender una cifra que lamentablemente se repite: el 80% de la basura marina proviene del continente debido a la mala disposición y un manejo inadecuado de los residuos urbanos o de las aguas pluviales no tratadas; el restante, de los barcos comerciales y pesqueros.
En ese contexto, el problema de los microplásticos persiste. “El origen de estos fragmentos plásticos provenientes de otros residuos, como bolsas, sorbetes o botellas, se debe a la acción del sol, el viento y el mar que los desintegran hasta convertirlos en porciones más pequeñas. Una vez que estos elementos llegan al mar es muy difícil retirarlos (por eso, la prevención es fundamental) y al ingresar a la red alimentaria del ecosistema sus efectos alcanzan mucho más que a la salud de la fauna marina”, dicen desde Vida Silvestre.
De acuerdo al estudio Ningún plástico en la naturaleza: evaluación de la ingestión de plástico de la naturaleza a las personas”, elaborado por Dalberg, basado en un estudio solicitado por la Organización Mundial de Conservación (WWF por sus siglas en inglés) y realizado por la Universidad de Newcastle sobre el consumo de microplásticos en seres humanos, se concluyó que “una persona, en promedio, podría estar consumiendo aproximadamente cinco gramos de plástico por semana, es decir, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito”.
En este sentido Verónica García, especialista Ecosistemas Marinos y Pesca Sustentable de Fundación Vida Silvestre Argentina, señaló: “Los residuos plásticos, sean macro o microplásticos, ya forman parte de todos los ambientes naturales y del alimento de muchas especies, incluidos los seres humanos. La disminución de la producción de embalajes y plásticos de un solo uso, la compra consciente, la disposición correcta de los residuos, y un sistema eficaz de disposición final y recuperación todavía están pendientes”.
En este contexto, los Censos de Basura Costera Marina registran la situación en las playas bonaerenses, mediante la identificación del tipo y cantidad de residuos que afectan las costas, para buscar soluciones colectivas de alcance local y nacional.
Por eso, conocer cuál es la composición de la basura marina “nos permite identificar cómo podemos mejorar nuestros hábitos de consumo, evaluar las realidades particulares y establecer qué tipo de regulaciones son necesarias, con la finalidad de frenar y revertir la contaminación por plástico”, detalla el análisis del censo.
Cifras relevantes del censo 2021
Los tipos de contaminantes plásticos que más se encontraron fueron: colillas de cigarrillo (19,6%), fragmentos plásticos (18,7%), envoltorios plásticos (13,2%), bolsas plásticas (10%) y restos de nylon (8,1%).
El 19,6% de los residuos plásticos identificados y colectados estuvo conformado por colillas de cigarrillos, un ítem que se repite todos los años entre los más abundantes. Diversos estudios indican que cada una puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua del mar y hasta 50 litros si se trata de agua dulce ya que está compuesta, principalmente, por acetato de celulosa, un material no biodegradable encargado de absorber las sustancias tóxicas del humo de tabaco, y que puede tardar hasta 10 años en descomponerse.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la producción de plástico creció exponencialmente desde 1950 llegando a los 322 millones de toneladas de plástico en 2015. Según proyecciones de esa entidad, esa producción llegará a los 600 millones de toneladas y superará las 1000 en 2050.
En Argentina, el 97% de las tortugas marinas atendidas en la Fundación Mundo Marino tiene plástico en su estómago o intestino.
“La acción de censar los tipos de residuos que se encuentran en nuestras costas surge a partir de la creciente preocupación por la fauna marina que se encuentra cada vez más amenazada por la basura que generamos”, finaliza el comunicado.
La ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza
-Una persona promedio podría estar ingiriendo 5 gramos de plástico cada semana.
-Alrededor de 87% de los desperdicios mal manejados es vertido en la naturaleza y se convierte en contaminación plástica.
-El océano contendrá 1 tonelada métrica de plástico por cada 3 toneladas métricas de peces para 2025.
-De todos los plásticos producidos a lo largo del tiempo, el 75% se desperdicia.
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