Mientras se dirimen cuestiones legales para definir si autorizan a regresar a la Argentina al mapuche Facundo Jones Huala, quien obtuvo el viernes pasado el beneficio de libertad condicional en el marco de una condena por el incendio de un fundo y la portación ilegal de armas en Chile, de este lado de la Cordillera se preparan para el posible desembarco del líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).
“Es otra vez vivir en el infierno”, definió un productor ganadero que desde hace 40 años explota un campo familiar en el extremo norte de Chubut. Con un pedido expreso de reservar su identidad por temor “a lo que pueda pasar”, el hombre – que cría ovejas y chivos para comercializar la lana- repasa los hechos vandálicos que se adjudicó la agrupación que conduce el convicto y otros episodios que, sospecha, fueron cometidos “por la misma banda”.
Jones Huala se autoproclama líder de la RAM, agrupación violenta de la que no se conocen otros integrantes y con la que incluso comunidades de pueblos originarios, legalmente registradas ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), marcaron distancia por no compartir “sus formas violentas”.
Lejos de morigerar su discurso, el líder mapuche cruzó las rejas de la penitenciaría de Temuco y fue tan desafiante como antes de ser detenido: “Hay que sabotear a las grandes empresas”.
La amenaza no tardó en repercutir en la Patagonia Argentina. “La RAM cree que el único camino que hay para lograr sus objetivos es la violencia, a través de sabotajes, usurpaciones, atentados y terrorismo”, dijo el productor consultado por Infobae, y se mostró sorprendido por el beneficio que obtuvo de parte de la Justicia chilena: “Lo premian por buena conducta, pero cruza las rejas y promete seguir haciendo lo mismo por lo que lo condenaron. Yo no lo entiendo”.
Los peores antecedentes
Hay tres provincias de la Patagonia Argentina que tienen cicatrices del paso de la RAM y son Neuquén, Río Negro y Chubut. Los antecedentes de la agrupación registran casos violentos desde el año 2010, aunque lo más violentos ocurrieron a partir de 2014.
Derrocar al capitalismo. Ése es el leitmotiv del grupo y por ello batallan para “expulsar” a cualquier expresión del sistema económico: latifundio, transnacionales, petroleras, mineras e hidroeléctricas, entre otras.
En el año 2014, un incendio redujo a escombros el refugio de montaña Juan Neumeyer, del Club Andino Bariloche (CAB) en el Valle del Challhuaco, a pocos kilómetros de Bariloche. El lugar fue atacado por encapuchados con armas de fuego, que redujeron y ataron a un árbol al encargado del lugar y su esposa. Además destruyeron un deposito cercano y una máquina vial. El hecho ocurrió durante la madrugada del 12 de octubre, Día de la Diversidad Cultural.
El ataque se lo atribuyó el Movimiento Mapuche Autónomo Puel Mapu a través de un comunicado difundido en Chile, entidad de la que forma parte la RAM.
En junio de 2015, incendiaron intencionalmente cuatro casillas de un área de forestación y destruyen herramientas, además de indumentaria y elementos del personal, en el sector “Sierra del Diablo” de la estancia Leleque, del grupo Benetton. La empresa denunció a integrantes de la comunidad mapuche contigua, pero la policía y la justicia de Chubut no lograron demostrarlo.
Meses más tarde un grupo de seis encapuchados asalta el puesto “15 Pescado” de la estancia Leleque, perteneciente al mismo grupo empresarial. Un empleado del lugar fue amenazado con armas de fuego y obligado a meterse en el helado río Chubut, durante dos horas, mientras le disparaban alrededor para que diga dónde tenía dinero, delante de su esposa y tres hijos pequeños. Días más tarde, durante el mes de octubre de ese año, incendiaron y destruyeron el “Puesto de Chapas” de la estancia Leleque, del grupo Benetton, en Ñorquinco (Río Negro), cercano a El Maitén (Chubut), mientras estaba deshabitado. Dejaron volantes del RAM, aunque no se lo adjudicaron públicamente.
El 1° de marzo de 2016, integrantes de la comunidad Pu Lof Resistencia Cushamen – donde prevé instalarse Jones Huala si es que logra autorización para regresar a Argentina – y bloquean el paso del tren turístico de trocha angosta “La Trochita”, que atraviesa el campo que ocuparon un año antes, lo que congeló el servicio por 11 meses. Intervino el juez federal de Esquel, Guido Otranto, quien el 10 de enero de 2017 ordenó a Gendarmería que despeje las vías, aclarando que la medida no buscaba el desalojo de la comunidad”.
En julio de ese año hubo tres ataques simultáneos en los que incendiaron y destruyeron dos máquinas viales de la empresa Hidden Lake, de propiedad del magnate inglés Joe Lewis, que trabajaban en el cableado eléctrico subterráneo desde la usina hidroeléctrica de la estancia Lago Escondido a El Bolsón, en Río Negro; además de una cabaña en el complejo La Catarata, en El Hoyo (Chubut), del Sindicato de Petroleros Privados del Chubut. Dejaron panfletos del RAM, aunque el grupo no se adjudicó las acciones.
Además, también en 2016 hubo incendios en puestos de la estancia Leleque, dañaron máquinas retroexcavadoras de la firma Minas Magri en río Azul, en Chubut y atacaron un móvil de la Policía de esa provincia en Epuyén, donde hirieron de un disparo a un uniformado. También quemaron un galpón con maquinaria y dos tractores en el establecimiento Plantas del Sur, productor y exportador de frutillas, en zona del paraje Buenos Aires Chico, en El Maitén.
Durante 2017 los ataques no mermaron. Incendiaron un puesto en El Maitén, dentro de otra estancia perteneciente al grupo Benetton, donde dejaron inscripciones y folletos de la RAM y arrojaron una bomba molotov dentro del edificio en El Bolsón que ocupa el gobierno de Río Negro con oficinas del Servicio Forestal Andino, Dirección de Tierras, Pesca y Producción. Días más tarde la RAM se adjudicó la acción en un comunicado del 5-8-2017.
En abril de ese año, seis encapuchados armados incendiaron y destruyeron totalmente un puesto y un pinar de la estancia Lago Escondido del magnate inglés Joe Lewis, tras amedrentar y atar a un árbol al encargado. Dejaron pintadas del RAM e inscripciones de “fuera winka (blanco invasor)”.
Otro refugio de montaña perteneciente al Club Andino Bariloche sufrió daños totales el julio de ese año. Fue provocado con garrafas y combustible y afectó al refugio San Martín, junto a la laguna Jakob. En Bariloche pidieron por la libertad de Jones Huala arrojando piedras a una iglesia, donde dejaron inscripciones de la RAM.
Desde ese año hasta la actualidad hubo al menos 30 hechos vandálicos similares, la mayoría de los cuales fueron adjudicados por la agrupación que lidera Jones Huala.
A fines de 2021, la misma agrupación vandalizó un campamento vial en Bariloche y horas más tarde del suceso – en el que privaron de la libertad a un cuidador y su esposa – reivindicaron el ataque a través de las redes sociales.
Casi en simultáneo una oficina de informes de El Bolsón sufrió daños por un incendio y poco después la sede del Club Andino Piltriquitrón fue destruido completamente por otro siniestro intencional.
Las autoridades rionegrinas radicaron una denuncia penal por los tres casos y en declaraciones mediáticas la Gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, responsabilizó al grupo por esos hechos, sobre los cuales el Juzgado Federal de Bariloche aún no obtuvo avances.
En la denuncia penal que presentó la Fiscalía de Estado de la provincia patagónica, representada por el abogado Gastón Pérez Estevan, también responsabilizaron a la RAM como principales sospechosos de esos casos.