Macu Mazzuca: “La gente, cuando sos conocido, no piensa que estás en la lona”

Tras pasar momentos muy difíciles, y luego de 10 años de ausencia en la televisión, el conductor regresa a la pantalla emocionado y agradecido. En una charla íntima con Infobae, reveló cómo se gestó su vuelta y opinó sobre la difícil situación que atraviesa el país

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Entrevista a Guillermo "Macu" Mazzuca #Entrevista

Nunca sintió que estaba retirado de la televisión, y, aunque su regreso tardó en llegar, el proyecto que le presentó el canal de noticias A24 lo enamoró: hacerse cargo de la franja horaria de 18 a 21, con su programa #Macu.

En una charla íntima con Infobae, Guillermo “Macu” Mazzuca reveló detalles de cómo fue su regreso a la televisión. Se lo ve contento y entusiasmado. En plena pandemia descubrió las redes sociales y eso fue el primer paso que, sin esperarlo, lo reencontró este año con su público (ya confirmó que no dejará de lado sus lives en Instagram).

“En estos últimos años estuve en la lona”, aseguró y reconoció que le duele mucho la realidad Argentina, con 50% de pobres.

—Hace mucho que no estaba en televisión. ¿Cómo fue pararse otra vez frente a una cámara en un estudio?

—Muy natural. Tranquilo. A ver, exploté de nervios un mes antes en mi casa, por todos lados, insoportable. Pero me venía al canal, me sentaba, miraba a dónde estaban las cámaras, etc. Siempre tuve mucha facilidad, cuando estudiaba en el ISER me lo decían, de enfrentar las cámaras a pesar de que, fuera de las cámaras de televisión, soy un tipo tímido... Pero en las cámaras no me queda otra que enfrentarlas. Lo hice y no me puse nervioso, por lo menos no en el primer programa.

(Fotos Matías Arbotto)
(Fotos Matías Arbotto)

—¿Cómo le llegó la propuesta de conducir un programa y qué fue lo primero que se le vino a la cabeza?

—Estaba tirado en un sillón en casa, jugando con Instagram y mandando mensajes; yo trabajo mucho con Instagram, hago vivos, y de pronto me escribió Mercedes Stagni de América, me dijo que querían hablar conmigo, que querían hacer un proyecto conmigo. Le dije que me llame y ahí nomás arreglamos.

—¿En algún momento sintió que estaba retirado de la televisión?

—No, retirado no. Nunca sentí haberme retirado. Sí de proyectos que no me gustan. Yo sabía que si algún día salía algún proyecto que me gustara lo iba a encarar, y, además, con el grupo que a mí me gustara. Este Grupo América me gusta, entonces le dije que me llamaran inmediatamente, porque me parecía interesante, me parece muy bueno. Yo, no te olvides, que hice también muchos años televisión como empresario, entonces no me fui nunca de la televisión.

Nunca me sentí retirado de la televisión

—¿Cómo se siente hoy delante de una cámara a comparación de años anteriores?

Tengo mucha más experiencia para entrevistar, porque la radio nunca la dejé y los lives que hice también me exigen estar, qué sé yo, 40 minutos en una nota. Y me siento mucho más aplomado entrevistando y llevando adelante el proyecto de televisión. A la vez creo que el proyecto nuestro, mi programa, también tiene un ingrediente fundamental: las redes. Entonces, por eso, América 24 me contrató a una persona que maneja todo, o sea Instagram, Twitch, YouTube, para que esta persona vaya armando todo ese mundo que nosotros no conocemos. Estoy con un equipo divino, estoy cómodo. Si no trabajo cómodo no puedo trabajar. No entraría. Por eso vine quince veces a ver cómo me sentía.

—¿Quería reconocer el terreno?

—(Risas). Al principio los chicos de la puerta no me conocían. Yo me metía y me sentaba acá, venía, miraba. Yo lo que quería, que fue lo que pasó el lunes, era entrar a mi casa.

—¿Cómo ve a la televisión hoy?

—Rara. De hecho, televisión abierta yo te diría que no haría.

—¿Por qué?

—Porque no me gusta. Esta desperfilada. No me interesa. Sí el cable, sí las noticias. Cuando vine acá las chicas me dijeron: “Mirá qué vas a presentar noticias. Nosotros somos un canal de noticias”. Solo les pedí que me den un 20% para ir agregando otras cosas. Lo que yo veo de la programación de aire son los periodísticos. Algunos están bien. Me gusta lo que hizo Lanata los últimos años. Me parece un muy buen periodista. Pero, canales de aire, te diría que no veo hace años.

—¿Por qué dice que la televisión abierta está desperfilada?

Porque los pasó la realidad. La televisión está como 10 años para atrás a lo que va el mundo ahora. Fijate vos, yo tengo tres hijos de entre 22 y 28 años. No tienen ni idea lo que es la televisión. Y eso que el padre soy yo que trabajé, que estudiaron gracias a que laburé en televisión. O sea, algo pasó. Si todas las generaciones no miran televisión es porque algo está pasando. Veo furor con el tema de la música, me parece que hay muy buenas chicas y chicos que cantan, que metieron toda una movida en Instagram, en YouTube o en Twitch. Toda esa movida de Tini para adelante. Pero la televisión yo no la siento como que se adaptó al mundo de hoy. Está más antigua.

Hoy me siento mucho más aplomado entrevistando y llevando adelante mi proyecto de televisión

—Habla mucho de las redes sociales. ¿Cuándo las descubrió?

—Cuando estaba en casa encerrado sin poder salir.

—¿En pandemia?

—Sí. Yo ya tenía Instagram y me empezaron a llamar periodistas de todas partes del país para hacer vivos. Yo no tenía ni idea de cómo se hacían y un día me animé e hice uno con 900 seguidores. Así empecé a mirar las cuentas que más seguidores tenían, los empecé a invitar. Algunos me daban bola, otros no. Algunos me creían y otros no. Y después, al cabo de un tiempo, me empecé a dar cuenta de que Instagram es de ustedes, es de las mujeres, no es de los hombres. El 95% de Instagram es mujer. Entonces empecé a hacer notas con chicas que cocinan, que hacen muebles, que la están levantando en pala. El negocio de Instagram es mortal. Lo fui entendiendo. A la semana me llamó un empresario y me dijo que me quería auspiciar, así que desde mi casa empecé a hacer un negocio y sin querer hacerlo.

Macu Mazzuca junto a su
Macu Mazzuca junto a su equipo periodístico en A24.

—Está soltero, ¿le escriben muchas mujeres?

—(Risas). Sí, me escriben.

—¿Qué dijeron sus hijos con su debut? ¿lo vieron?

—No, se cagaron de risa. “No vendas humo”, me tiraron. Cualquier cosa (risas).

—¿Qué es lo que tiene que tener su equipo para trabajar bien? ¿Cuáles serían las reglas Macu Mazzuca?

—En principio, armar el mejor equipo. Con Mercedes Stagni y con Ana Alas armamos todo el equipo. Yo le pedí columnistas que sepan mucho más que yo. Si yo sé más que el columnista no me interesa. Es lo único que pido. Además, lo que sí le pedí a Juan Pablo Romero, que es mi productor, un crack, es que nos organizáramos para hablar, porque vi que, por un momento salimos con uno o dos móviles y empezamos a hablar todos a la vez, y eso a mí no me gusta. Entonces, sí, te tengo que decir que soy muy estricto con eso. No entiendo los programas en los que hablan todos juntos. No me gusta. Y por supuesto todos tenemos que ser muy profesionales, pero amenos. Es mi estilo. Yo no voy a entrar improvisando en ningún tema. Capaz que no lo hago si lo tengo que improvisar. Pero me encanta que todos estemos muy preparados, pero con onda, con buena onda.

—¿Cuántos años tiene?

—61

—En estos 61 años, ¿cuál fue el minuto que le cambió la vida?

—¡Qué pregunta me hiciste, por Dios! Mirá, estos días cuando estaba en el medio del programa me acordaba de momentos dificilísimos que pasé estos años y yo no tenía mucha expectativa de que alguien me rescatara. Pero, tal vez, el mensaje de América me rescató. Lo elijo.

—¿Quiere contar algún momento duro a los que hace referencia?

Sí, me separé, no tuve laburo, mis hijos estudiaban en colegios privados, todo un circo armado que había que seguir manteniendo. Ir a facultades y pedir becas para mis hijos. Y hacerlo porque eran ellos, pero me daba vergüenza, porque saben quién sos y se creen que porque trabajás en la televisión tenés un palo verde en el banco. Y después cosas… estar mal de ánimo, por ejemplo. O sea, como yo siempre digo, cuando vos hacés televisión o radio es muy personal, no es que estás en una oficina, te largás a llorar y no pasa nada. Acá estás frente a la cámara, tenés que estar... Y eso demoró mi vuelta a la televisión. Lo demoró un par de años.

—¿Qué lo ayudó a rearmarse?

—Bueno, yo soy muy deportista y además empecé a meditar, nunca dejé de correr y de entrenar. Jamás. Y también, por supuesto, hacer trabajos o subirme a escenarios, lo hice toda la vida representando a empresas.

Pasé años muy difíciles y creo que el mensaje de A24 me rescató
Macu Mazzuca en entrevista con
Macu Mazzuca en entrevista con Infobae.

—Contó que en un momento no tuvo trabajo y eso fue muy duro para usted. Hoy hay mucha gente que está atravesando esa situación. ¿Qué mensaje le gustaría darles?

—Bueno, el año pasado tuve un año dificilísimo. El 2021 fue dificilísimo. Por suerte, me llamó una empresa y me dijo que querían que trabaje para ellos y me empecé a acomodar. Eso fue en junio del año pasado. Esa fue la primera sorpresa. Después, estaba conociendo a una chica que me interesaba mucho, pero no me animaba a decirle que estaba muerto, que estaba para atrás económicamente, pero me interesaba y no la quería asustar.

—¿No estar bien económicamente lo limita a la hora de tener una pareja?

—No, no, pero a ver, no es lo mismo acercarse a un tipo conocido que acercarse a un desconocido. La gente, cuando vos sos medio conocido, no piensa que estás en la lona, piensa que estás más o menos con trabajo, bien, con actitud.

—¿Se sentía limitado en ese aspecto?

—Sí, totalmente, porque hacía radio y no tenía otro trabajo. No me alcanzaba para vivir. Ahí entonces lo que le puedo decir a la gente es que nunca, nunca hay que bajar los brazos. Tengan fe, tengan esperanza porque si se me dio a mí de volver a trabajar a cualquiera le va a pasar, porque yo soy igual que todos. Nunca dejé de entrenar, salía como si estuviera perfecto. Ahí fui levantando. Cuando empecé a trabajar mi ánimo fue para arriba y bueno, fijate vos lo que pasa. Después vino esta oferta. Es decir que algo cambia y pasa. Bueno, por ejemplo, estos días mucha cantidad de mujeres me están pidiendo que no deje de hacer los lives porque, si bien me ven en televisión, Instagram tiene lo suyo y es más íntimo, yo digo cosas más personales. Pero, para la gente que está sin trabajo, en ese reportaje que yo me hice a mí mismo, lo borré porque una persona me dijo que lo borre…

— ¿Por qué lo borró?

—Y lo borré porque me convenía. Porque una persona que tiene negocios conmigo me dijo borralo, entonces lo borré. Pero puedo llegar a hacerlo de nuevo.

—¿Por qué su amigo le pidió que lo borre?

—Porque era un sincericidio. No podés decir tantas verdades juntas, una cosa así me dijo. Y digo sí, puedo decir tantas verdades juntas. Pero bueno, después lo saqué porque también involucraba a otras personas.

—Se separó dos veces... ¿Es complicado con las mujeres?

—Un poquito. Lo que pasa es que para estar en televisión siempre tuve mucho ego, pero ahora he hecho un análisis muy importante para sacarme el ego de encima, patearlo, tirarlo, pisotearlo. No quiero tener más ego, pero tampoco quiero que me pisen. En televisión tenés que tener un poco de personalidad para hacerla. Pero al ego no lo quiero más en mi vida. Ahora lucho para ser como era en Bolívar, como era en mi ciudad

—Hábleme como ciudadano. ¿Cómo ve a la Argentina?

—Complicadísima. Yo sufro. Es una de las cosas que pensé cuando me hicieron el ofrecimiento para venir a América 24. Pensé: ¿cómo me pega la realidad a mí? Y la verdad es que me pega muy mal. Un 50% de pobres en la Argentina, la clase media está destruida. Yo me considero clase media, por eso te dije que estos últimos años estuve en la lona. Nos ponen impuestos todos los días. Falta de trabajo. Este gobierno está perdido. Y el gobierno anterior económicamente fue un desastre. Así que estoy preocupado, por supuesto. Muy preocupado.

—¿Alberto Fernández?

—No. Nunca debió ser presidente.

—¿Cristina Fernández?

—No, nunca tendría que haber estado en los lugares en donde estuvo.

—De la política actual ¿a quién rescatamos? ¿Quién lo representa más?

—Dificilísimo. Pero qué sé yo, no sé, Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires está haciendo buenas cosas. O ha hecho buenas cosas. Gerardo Morales en Jujuy está mostrando una gran personalidad. Sergio Uñac, el peronista, me parece que es un político interesante. Alfredo Cornejo de Mendoza me parece que también. Rogelio Frigerio me parece un buen político, también le fue bien. Juez me encanta. Qué sé yo, hay algunos políticos que son buenos. Otros políticos que no.

—¿Cómo ve su 2022?

—Brillante. O sea, no brillante porque crea que la estoy rompiendo, sino brillante porque tengo trabajo y tengo salud. Con lo cual espero que siga bien.

—Si tuviera que agradecer su presente ¿a qué persona se lo agradecería?

—A mis hijos. A mis padres. A Mercedes y a Ana que se jugaron la vida por mí. Se la re jugaron. Nunca me lo dijeron, pero yo sé que se la jugaron.

Macu  junto a sus
Macu junto a sus padres, Cacho y Carmen. El reencuentro luego de 20 meses de no abrazarse por la pandemia.

—Lo veo emocionado.

—Sí, estoy emocionado.

—Para finalizar, lo invito a imaginarse lo siguiente: le regalo una caja con todas las cosas que perdió en su vida y tiene la posibilidad de abrirla y recuperar una sola. ¿Qué recuperaría?

—Los 10 años que me fui de mi casa cuando me separé, para ver crecer a mis hijos al lado, pegado. Eso sí. Los veía todos los días, o medio que los veía, pero me perdí el llevarlos a dormir, el llevarlos al colegio. Eso sí me arrepiento. Y que yo creo que todos los padres que nos separamos en algún sentido nos perdemos ese crecimiento diario de los chicos, eso es algo que es irrecuperable.

—¿Algo que quiera que la gente sepa de usted o que siente que no saben?

—Que soy medio tímido en la calle. Que me divierte este momento, porque pasé 10 años en los que no me dieron bola en la calle y ahora medio como que te miran. Me divierte. No lo puedo creer.

Foto y video: Matias Arbotto. Edición: Mariano Llanes.

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